El bulo de los lavabos ‘misóginos’ del Parlament
Unas fotos de la nueva señalización, que circulan por las redes, ofrecen una imagen engañosa del intento de la Cámara catalana por ser más inclusiva
El Parlament anunció el pasado 14 de enero, con bombos y platillos, la aprobación de su plan de igualdad de género. Fue diseñado por un equipo conformado por una diputada de cada bancada (Ciudadanos, Junts, ERC, socialistas, comunes, la CUP y PP) y personal de la Cámara. Plantea 84 propuestas. Entre ellas, por ejemplo, un acuerdo político para garantizar la paridad en la Mesa; implicar más a los diputados para que hagan uso del permiso de paternidad o corregir el sesgo de género en las obras de arte que se exhiben en el edificio. Y, también, hacer los aseos más inclusivos.
La nueva señalización, si no se conoce el edificio, puede llevar a malentendidos. Eso es lo que parece haberle sucedido, por ejemplo, a la exdiputada socialista Ángeles Álvarez, que publicó en Twitter, el pasado domingo, una foto de los paneles de los aseos ubicados en las oficinas de los grupos parlamentarios. “Todo un manifiesto de misoginia envuelto en el celofán de un falso progresismo”, comentó, en referencia a “cómo ve el mundo” el Parlament de Cataluña. Su mensaje recibió más de 1500 retweets y generó una candente conversación, en pleno debate en el seno del feminismo sobre el alcance de la ley trans. No fue la única. La que fuera secretaria de Estado de Igualdad hasta enero de este año, Soledad Murillo, también mostró su desacuerdo: “Una imagen vale más que mil palabras !! La minoría masculina con su “identidad” intacta”, tuiteó.
El concepto del mundo del parlament de Cataluña puesto en la señalitica de sus cuartos de baño. Todo un manifiesto de misoginia envuelto en el celofán de un falso “progresismo”. pic.twitter.com/iyszOXulk1
— Ángeles Álvarez (@AAlvarezAlvarez) December 6, 2020
El parón de la actividad presencial derivado por la covid-19 fue aprovechado en el Parlament para hacer algunas obras de mejora pendientes. Los periodistas y otras personas que usualmente acuden al edificio se encontraron en verano con algunos de los viejos lavabos reformados. Y con nueva señalización. A las figuras tradicionales del hombre, la mujer y la silla de ruedas para distinguir los públicos objetivos de los lavabos se sumaron otras: la de la copa menstrual, la de los cambiadores de bebé y la que anuncia que se trata de un aseo neutro, es decir, que están abiertos a cualquier persona, independientemente de su sexo biológico e identidad de género.
Los nuevos carteles llaman la atención por la cantidad de información que ofrecen. La copa menstrual aún genera sorpresa incluso para muchas mujeres y no está muy extendido su símbolo: que significa que hay una pila con la privacidad necesaria para limpiarla. El truco de la señalización no es solo lo que muestra sino cómo lo hace. Todo un reto en un edificio que originalmente era un arsenal y fue reconvertido en palacio real en 1889. Hay espacios del Parlament donde hay tres puertas diferenciadas. En estos casos, cada espacio lleva su señal: un baño para hombres, mujeres y el neutro, donde también están los cambiadores de bebé.
En otros espacios, sin embargo, es más complicado dar cabida a los tres espacios. Ese es el caso de los lavabos que salen en las fotos publicadas por Álvarez o Murillo. En los pasillos donde tienen sus despachos los diputados solo hay dos puertas. Una da directamente al lavabo de hombres. La otra, la de las fotos virales, da acceso a una especie de recibidor donde, sí, hay otras dos puertas: una para el lavabo de mujeres (con su señal individual) y otra para el aseo neutro y que está diseñado especialmente para personas con discapacidad (con su propio cartel). Aquí la privacidad es clave y en cada cubículo hay una pila propia.
¿El baño de mujeres podría tener la puerta de acceso directo y el de los hombres compartir entrada con el de género neutro? Claro. Pero implicaría hacer obras adicionales para cambiar los urinales. Es decir, rehacerlo todo. El plan de igualdad contó con el apoyo de un equipo de consultoras liderado por Tània Verge Mestre, profesora agregada de ciencia política en la Universidad Pompeu Fabra y directora de la Unidad de Igualdad de esta misma universidad. No, en los baños del Parlament no hay misoginia. Tal vez, como mucho, un problema de diseño gráfico de carteles.
Fe de errores
En esta información, inicialmente se aseguró que la exdiputada socialista Ángeles Álvarez y la exsecretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo”se han disculpado por su prisa a la hora de opinar en las redes sociales sin tener toda la información”. Esto es inexacto. Álvarez se ha limitado a pedir disculpas a Jenn Díaz, una diputada de ERC, de la que dijo era representante de la CUP y sugirió que manipulaba las fotos de las señales de los aseos del Parlament. La exdiputada insiste en sus posicionamientos sobre el bulo que esta información ha desmontado.
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