Barcelona será la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible para abordar cambios importantes
La ciudad pondrá la comida en la agenda política con 90 proyectos durante el 2021
Barcelona será la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible en 2021, con la intención de que a través de este título se aborden cambios importantes en el sector: ya se han previsto 90 proyectos que se irán poniendo en marcha durante el año que viene. En un acto en el Saló de Cent, la alcaldesa, Ada Colau, ha presentado orgullosa esta capitalidad, una iniciativa que se gestó en Milán y en 2017 ostentó Valencia. Colau ha explicado que no se empieza de cero, porque hay entidades que ya trabajan para esta transformación del sistema de alimentación, y ha tendido la mano al área metropolitana y a todo el territorio, porque el entorno urbano es clave para este cambio hacia una manera de comer en que predominen los productos de proximidad, de temporada y ecológicos.
“Queremos abrir un gran debate y una gran transformación, claves para el presente y el futuro de la alimentación”, ha afirmado Colau. El viraje que se propone pretende concienciar a los ciudadanos de la necesidad de seguir una dieta más saludable y sostenible. Hay datos que indican que el 10% de los niños de entre 3 y 4 años sufren obesidad. Un reto es que este tipo de alimentos sean más asequibles, ha añadido Colau, que también ha reivindicado que el plan pretende generar “resiliencia” ante riesgos globales, como la pandemia o la emergencia climática, y ante desigualdades sociales.
Este cambio tiene que generar oportunidades económicas y laborales para los sectores de proximidad, como los comercios de barrio, los mercados y los productores y elaboradores locales. Algunas de las actividades irán dirigidas a promover la agricultura urbana y a proteger la periurbana. La transformación también tiene que suponer un cambio en el modelo que ayude a combatir la emergencia climática en Barcelona, donde viven la mayoría de los consumidores de Cataluña.
El sistema agroalimentario es responsable de entre el 21% y el 37% de las emisiones de efecto invernadero. Álvaro Porro, comisionado de Economía social y política alimentaria, una figura política reciente en la ciudad, explica que es un asunto “clave en el cambio climático porque un tercio de las emisiones tienen origen en la producción de los alimentos”. “No queremos quedarnos en un año de actos, queremos que marque un antes y un después en la estrategia de futuro”, afirma. Así mismo, la consejera de Agricultura, Teresa Jordà, ha reivindicado un “sistema agroalimentario propio, arraigado al territorio”. “Tenemos que decidir qué queremos comer y cómo lo queremos producir, esta es la auténtica soberanía alimentaria, tiene que ser justa, equitativa y sostenible”, ha remachado.
El programa incluirá el desarrollo de más de 90 proyectos y políticas de fomento de la alimentación sostenible hasta diciembre de 2021. Culminará con el 7º Foro Global del Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán el próximo otoño, con la participación de más de 200 ciudades de todo el mundo. En este pacto se pone en valor el papel estratégico de las ciudades en el desarrollo de sistemas alimentarios sostenibles y se impulsa el acceso a alimentos saludables, actuando contra el hambre y la malnutrición. La construcción de una Estrategia de Política Alimentaria con horizonte 2030 será uno de los grandes ejes vertebradores de todo el año.
El acto también ha contado con la participación a través de un vídeo de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y diferentes representantes de los sectores implicados, como el coordinador de Unió de Pagesos, Joan Caball, la cocinera Carme Ruscalleda, o el activista Vandana Shiva.
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