UGT celebra un congreso a pesar de que Salud lo desaconsejó

El sindicato UGT ha celebrado este lunes el congreso ordinario de su Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC), y para ello ha congregado a unas 300 personas en el Palau de Congressos de Fira de Barcelona. El congreso presencial había sido desaconsejado por la secretaría de Salud Pública de la Generalitat, ha avanzado eldiario.es, aunque no prohibido, ya que al tratarse de una actividad laboral podía celebrarse presencialmente si se cumplían con las medidas de higiene y seguridad. Pero el sindicato lo ha celebrado de todas formas pese a la advertencia de Salud Pública, ya que alega que no podía posponerlo más y que no podía adaptarse a una modalidad telemática porque los estatutos de la central impiden la votación electrónica.

El Palau de Congressos, y concretamente el espacio en el que se ha celebrado el congreso de la UGT FeSMC, tiene una capacidad para 1.500 personas. En las imágenes tomadas por asistentes al evento sindical, se observa cómo las 300 personas que acudieron al cónclave guardan distancia de seguridad entre los asientos y llevan mascarilla, y el sindicato asegura que en todo momento se obedecieron las normas de higiene. Estas son las medidas que Salud Pública pide para, entre otras actividades, poder ir a trabajar presencialmente. El congreso estaba permitido al ser considerada una actividad laboral, pero el organismo que dirige el doctor Josep Maria Argimon, secretario de Salud Pública, advirtió a UGT que pese a cumplir con las medidas, era aconsejable no celebrar el encuentro.

En una correo enviado a mediados de la semana pasada, cuando los contagios bajaban pero presión asistencial era todavía muy alta y el Govern se enredaba en una crisis entre sus socios para sacar adelante un plan de desescalada, Salud Pública instó a UGT a aplazar el congreso. El sindicato alega que el evento tenía que ser presencial porque los estatutos impiden las votaciones telemáticas, y recuerda que ya pospuso este evento anteriormente. El calendario sindical apremia, ya que se tienen que celebrar los congresos de federaciones antes del congreso de UGT Cataluña, previsto para diciembre, y antes del congreso confederal, en mayo.

En este sentido, el sindicato destaca que, pese a la pandemia, ya se han celebrado otros eventos sindicales como el congreso de la federación de industria, construcción y Agro (UGT-FICA), que tuvo lugar en septiembre. Y están previstas jornadas de votaciones tan relevantes como las eleccions del FC Barcelona, en enero, o las elecciones al Parlament, en febrero.

La Generalitat, a través de Salud Pública, no puede obligar a cancelar eventos que entren dentro de las medidas de seguridad establecidas y estén permitidos por ley, pero sí puede desaconsejar su celebración según la gravedad de los indicadores de la pandemia. Ya lo hizo cuando se celebró una misa en la Sagrada Familia, que reunió a 600 feligreses en plena segunda ola de coronavirus. El Govern admitió que estaba permitido (en aquel momento el aforo máximo en los templos era del 30%, y se cumplía en esa ocasión) aunque criticó la decisión de celebrar el evento.

Desconvocada la huelga de Faurecia tras un preacuerdo

La huelga prevista esta semana en la empresa Faurecia, situada en Abrera (Barcelona) ha sido desconvocada este lunes después de alcanzar un preacuerdo. Faurecia, fabricante de componentes de la automoción y proveedor clave de Seat, planteó a la plantilla un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaba en un inicio a 160 trabajadores del total de 308 que hay en la fábrica. Tras el preacuerdo, las salidas serán 124. El proceso de salidas se hará entre el 1 de diciembre y el 30 de abril de 2022, y contempla indemnizaciones de 45 días por año trabajado, prejubilaciones a partir de los 57 años y la recolocación de 61 puestos de trabajo con compensaciones de 5.000 euros por cambio de domicilio. En un comunicado, el sindicato CC OO ha valorado positivamente el preacuerdo y dio paso a la desconvocatoria de la huelga, que amenazaba con alterar la producción de Seat, ya que Faurecia fabrica los salpicaderos de los modelos Ibiza, Arona y del Audi A1, también ensamblado en la planta de Martorell.