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La Agencia Catalana del Agua observa un gran rastro de la covid en las aguas residuales

El aumento de las muestras en las depuradoras coincide con la expansión del virus en Cataluña

El País
La depuradora de El Prat de Llobregat.
La depuradora de El Prat de Llobregat.SUSANNA SÀEZ

El proyecto de investigación “Red de Vigilancia del SARS-CoV-2 en aguas residuales”, iniciado el pasado julio por la Agencia Catalana del Agua, el ICRA, la Universidad de Barcelona y Eurecat confirma la presencia “generalizada y creciente” hasta octubre de restos genéticos del virus en las aguas residuales. Una aplicación analiza cada semana las aguas residuales y muestra los resultados de la presencia de restos génicos del virus en las depuradoras, lo que permite al Departamento de Salud disponer de un indicador más sobre la evolución de la circulación del virus y el impacto de las medidas restrictivas.

El proyecto, que ha supuesto una inversión de 400.000 euros financiados por la ACA, analiza la evolución de la circulación del coronavirus en el 80 % del total de las aguas residuales generadas en Cataluña, tomando muestras en 56 depuradoras y obteniendo resultados en 48 horas.

La monitorización consiste en tomar muestras del agua de entrada de las depuradoras (antes de su tratamiento) que luego se llevan a tres laboratorios donde cuantifican los rastros genéticos del virus.

Aumento generalizado

Los resultados de los últimos meses, y que ahora podrán consultarse en la web sarsaigua.icra.cat, muestra un aumento del número de estaciones depuradoras (EDAR) en que los genes virales no sólo son detectables, sino que incrementan hasta concentraciones elevadas. Esto indica un aumento en la circulación del virus entre la población asistida por estas depuradoras y que coincide con la evolución de la pandemia, que en Cataluña ha comenzado a retroceder aunque aún hay 5.000 contagiados diarios.

Al inicio del despliegue de la red sólo se detectaban concentraciones elevadas en aquellas depuradoras que asistían las poblaciones de Lleida y Fondarella, coincidiendo con el brote de principios de julio en el Segrià y el Pla d’Urgell.

Desde mediados de agosto se pudo ver claramente el incremento de las concentraciones en la mayoría de EDAR de la provincia de Barcelona, sobre todo en el área metropolitana, y algunas de las de la provincia de Girona, especialmente en localidades costeras. Los últimos análisis de octubre muestran concentraciones elevadas en la mayoría de depuradoras monitorizadas, lo que indica una circulación alta y sostenida del virus entre la población asistida.

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