ERC y Junts vinculan su apoyo al estado de alarma a que el Govern tenga más competencias

La votación del decreto del estado de alarma solo tiene, de momento, cuatro votos afirmativos dentro de los partidos independentistas catalanes en el Congreso. El PDeCAT ha informado este lunes que sus cuatro diputados apoyarán la medida promovida por el Gobierno de Pedro Sánchez mientras que ERC y Junts condicionan su apoyo a que el Govern tenga más competencias, pues consideran que se sigue dependiendo mucho del Ejecutivo central para tomar decisiones y no se abordan temas como la posibilidad de declarar confinamientos diurnos, la obligatoriedad del teletrabajo o la suspensión de los desahucios. La CUP, por su parte, presentará enmiendas.

La portavoz de los republicanos, Marta Vilalta, ha reconocido que el decreto es un “avance importante” pero cree que se queda “corto” ante la situación sanitaria. “Hay ámbitos en los que la Generalitat aún no es competente”, ha lamentado Vilalta, poniendo como ejemplo la imposibilidad de decidir sobre el teletrabajo. En ERC ven una margen para la mejora del texto y esperan que el Gobierno quiera negociar también la duración de seis meses.

En Junts per Catalunya comparten la queja ante la supuesta falta de herramientas para abordar la crisis sanitaria y social. El decreto deja en manos de las comunidades la posibilidad de tomar medidas drásticas como que los propios gobiernos autonómicos activen y modulen el toque de queda nocturno o puedan hacer cierres perimetrales de todo su territorio o de una parte de él. Sin embargo, la portavoz de Junts, Elsa Artadi, ha asegurado que el texto del decreto es “decepcionante". "Se había anunciado por parte de Pedro Sánchez, con su clásica de decir una cosa y aplicar otra cosa al cabo de unas horas, que esto sería un decreto de alarma descentralizado, que se pasaría a la autoridad competente las herramientas que sean necesarias”, ha criticado.

Los independentistas catalanes consideran que, por ejemplo, habría que añadir al decreto la posibilidad de que las autonomías puedan forzar confinamientos domiciliarios también durante las horas diurnas. Artadi, sin embargo, ha asegurado que “otro decreto de alarma es posible” y ha adelantado que buscará la complicidad de los otros grupos minoritarios de la Cámara para intentar lograr modificar el articulado. Tanto ERC como Junts critican especialmente que el periodo de vigencia sean seis meses y dudan sobre los mecanismos de control parlamentario.

El Govern ya había expresado sus dudas en la noche del domingo, tras publicarse en el BOE el texto del decreto ley. Miquel Sàmper, consejero de Interior de la Generalitat, había dicho que no era un instrumento del todo válido para el Ejecutivo catalán. “Es insuficiente, nos ata de pies y manos y no es un ejemplo de cogobernanza”, dijo. El presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, pidió el pasado viernes, con el apoyo de Junts, la aplicación del estado de alarma en Cataluña ante las malas cifras epidemiológicas.

Quien ya ha decidido el sentido de su voto son los cuatro diputados del PDeCAT, que representan la mitad de los parlamentarios de Junts per Catalunya. Marc Solsona, portavoz de los posconvergentes, ha defendido que el estado de alarma es “necesario en la situación actual”.

Los cuatro diputados del PDeCAT en el Congreso -Ferran Bel, Sergi Miquel, Concepció Cañadell y Genís Boadella- se mantienen en el mismo grupo que los cuatro parlamentarios de JxCat, si bien disponen de libertad de voto tras el divorcio entre ambos partidos. Las dos formaciones concurrirán por separado en las elecciones. Con todo, los diputados de los dos partidos han votado siempre en el mismo sentido salvo una vez en el Parlament cuando el PDeCAT se abstuvo en el voto de la ley del alquiler.

La CUP presentará por su parte enmiendas al decreto para que contenga medidas “eficaces” para lograr el control de la pandemia. “Si impulsamos enmiendas no es para votar no. Ya lo dijimos en el primer estado de alarma. La situación es muy grave y son enmiendas de sentido común”, ha explicado la diputada Mireia Vehí, que ha calificado de “absurdo” el control del horario nocturno cuando después los ciudadanos van apiñados en el metro a trabajar. “¿Por qué no se ha reforzado por ejemplo el transporte público?, se ha preguntado. "Vidal Aragonès, diputado en el Parlament, ha afirmado que los focos de la propagación del virus no están situados en los bares y cafeterías y ha pedido al Govern medidas en el transporte, en las residencias y en los centros de trabajo.