Barcelona pone en marcha un servicio de ‘canguro’ municipal
Las personas que no puedan cuidar a los menores podrán usarlo de forma gratuita
El Ayuntamiento de Barcelona ha abierto seis espacios en los que, de forma gratuita, 18 educadores contratados por el Consitorio, trabajarán de canguro por horas. El servicio se ha bautizado como Proyecto Concilia y, de momento, se desarrollará una prueba piloto que ha empezado este mes de octubre y finalizará en febrero.
“El objetivo es favorecer la conciliación laboral, familiar y personal sobre todo dirigida a mujeres con poca red social o que se encuentran en proceso de recuperación de la violencia machista o familias con falta de recursos, aunque está abierto a otros perfiles”, destacaba ayer la teniente de alcalde Laura Pérez.
La edil explicó a EL PAÍS que en 2017 el consistorio barcelonés detectó un servicio similar en A Corunya y desde entonces quisieron poner en marcha un servicio de canguro municipal. La prueba piloto ha llegado ahora, en el segundo mandato de Barcelona en Comú, y en el marco del Plan de Barrios.
La iniciativa tiene capacidad para acoger a 40 niños cada hora en un servicio que funciona de lunes a viernes, de 15.00 a 20.30, y sábados y domingos en horario de mañana y tarde. El proyecto forma parte del plan de choque para hacer frente a la crisis socioeconómica y cuenta con un presupuesto de 248.500 euros.
El servicio requiere de inscripción previa, por Internet o en el servicio de atención a las familias y tiene el fin de proporcionar a los niños tiempo de ocio “de calidad”, además de actividades donde se fomenten la coeducación, la participación, la educación ambiental y la interculturalidad.
Esta prueba piloto tiene capacidad de acoger ocho niños por espacio cada hora, por lo que las familias deben reservar el canguro municipal con 48 horas de antelación. El Ayuntamiento prevé que participaran entre 1.200 y 1.500 niños de entre 4 y 12 años
Los locales que forman parte del proyecto se ubican en los barrios de La Verneda i la Pau, El Besòs i el Maresme, Trinitat Vella, Raval, La Marina y Zona Nord.
El Proyecto Concilia, además, ha tenido que adecuar un plan de contingencia para hacer frente al coronavirus con medidas concretas como la higiene de manos y el uso de la mascarilla, y priorizar las actividades al aire libre. “Vamos a ver cómo funciona esta prueba piloto hasta febrero para, a partir de entonces, ver si es posible que este espacio de cuidados pueda perpetuarse en la ciudad”, destacó Laura Pérez.
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