_
_
_
_

La Torre Bellesguard de Gaudí crece

Catalana Occidente compra por 5,2 millones de euros una finca colindante al monumento para potenciar su visita

La casa del jardinero y el guarda de Bellesguard, construïda per Domènec Sugrañes, discípulo de Gaudí.
La casa del jardinero y el guarda de Bellesguard, construïda per Domènec Sugrañes, discípulo de Gaudí.Catalana Occidente
José Ángel Montañés

En julio de 2018 Catalana Occidente compró, de forma inesperada, la Torre Bellesguard, el edificio modernista construido entre 1900 y 1909 por Antoni Gaudí inspirado en las formas del castillo gótico del rey Martí, último monarca de la dinastía catalana del Casal de Barcelona, que vivió en Bellesguard hasta su muerte, en 1410. El edificio, que había estado desde 1945 en manos de la misma familia, los Guilera, fue adquirido por la aseguradora de Sant Cugat del Vallès por alrededor de 33 millones de euros.

Pasados dos años el grupo, por mediación de GCO Activos Inmobiliarios, ha comprado 1.502 metros cuadrados de un terreno que en origen estaba incluido en la misma finca y que acabó segregado por herencia familiar. Los terrenos incluyen la interesante casa del guarda y del servicio realizada por el arquitecto modernista Domènec Sugrañes, un discípulo aventajado y “colaborador eficiente” de Gaudí que, además, terminó las obras que su maestro, como ocurrió en muchos de sus proyectos, dejó sin terminar.

El edificio de la Torre de Bellesguard, de Gaudí.
El edificio de la Torre de Bellesguard, de Gaudí.Massimiliano Minocri

Desde Catalana Occidente, concisos, se limitan a apuntar que “la operación de compra de 2018 respondía a la vocación del Grupo por aportar valor a la sociedad y tenía un carácter excepcional. La adquisición del inmueble situado en el número 16 de la calle Bellesguard complementa esa operación, dando más relevancia a todo el conjunto”.

La operación de compra, según ha podido saber este diario, ha tenido un coste de algo más de 5,2 millones de euros. Ahora se está trabajando para potenciar las visitas a este edificio. “Catalana Occidente es un grupo empresarial comprometido con la preservación del patrimonio, y dada la relevancia de la Torre Bellesguard dentro del conjunto de la obra de Antoni Gaudí, no solo a nivel arquitectónico, sino también histórico, filosófico y simbólico, estamos trabajando con distintos grupos de investigación, entre ellos la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), para conocer mejor los orígenes de la Torre antes de iniciar cualquier proyecto”, indican fuentes de la aseguradora. Sin embargo, desde la cátedra Gaudí de la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de Barcelona (ETSAB) de la UPC aseguran que nadie se ha puesto en contacto con ellos para abordar ningún proyecto de investigación sobre la Torre Bellesguard.

Vista aérea, a partir de Google Maps, de la finca con la nueva incorporación de terrenos.
Vista aérea, a partir de Google Maps, de la finca con la nueva incorporación de terrenos.

La finca adquirida recientemente contiene un inmueble de planta cuadrangular de 258 metros cuadrados y situado en uno de los extremos. La casa, de fachada de piedra rematada con almenas, acorde con la torre de Gaudí, cuenta con planta baja y dos pisos y estaba destinada, hasta su compra, a uso residencial. Catalana Occidente no ha aclarado el nuevo uso que tendrá, pero está claro que puede ser el mejor lugar para recibir a los visitantes y ser un centro de interpretación de la obra y la vida de Gaudí, con lo que aumentará su oferta.

Esta casa fue construida, como permiten ver los planos, en 1915 por Domènec Sugrañes, nacido en Reus y vinculado con Gaudí desde 1905 cuando concluyó sus estudios de arquitectura en Barcelona. Gaudí, al que se le acumulaban los encargos, abandonó estos trabajos en 1902 y cuando los retomó en 1911 envía a Sugrañes para realizar muchos de los elementos de la entrada, como los bancos de mosaico del jardín, con motivos marinos, la reja, el aguamanos del vestíbulo, el edificio para la bomba de agua del pozo, con forma de dragón, el farol el vestíbulo y la mencionada casa del guarda.

En 1914 fallece Francisco de Asís Berenguer, mano derecha de Gaudí en los trabajos de la Sagrada Familia y lo sustituye Sugrañes que pasa a ser el ayudante principal de Gaudí en estos trabajos. Y cuando este muere atropellado en 1926 los continúa y concluye, entre otras, la fachada del Nacimiento como la había previsto su maestro. Sugrañes también está con Gaudí, tal y como consta en las certificaciones de obra, en la casa Milà, la casa Miralles y en el proyecto de la Virgen de la Misericordia de Reus, que no se llegó a realizar. Que eran amigos de confianza lo demuestra que Gaudí lo nombró su albacea testamentario.

Planos de la construcción de Sugrañes que ahora se vuelve a incorporar a la finca de Bellesguard.
Planos de la construcción de Sugrañes que ahora se vuelve a incorporar a la finca de Bellesguard.Catalana Occidente

En 2008, la familia Guilera se vio obligada a intervenir en la pieza más emblemática de su casa: la cruz de cuatro brazos de cinco toneladas que corona la construcción amenazada por el paso del tiempo y el tráfico rodado. Después de un año de trabajos, que tuvieron un coste de 600.000 euros que pagaron a partes iguales los dueños, la Generalitat y el Ayuntamiento, una enorme grúa la volvió a colocar en su lugar, en la cúspide de esta fortaleza neomedieval.

En 2013 los Guilera decidieron abrirla al público, ofreciendo visitas a pequeños grupos y sus jardines para la celebración de eventos culturales y sociales, así como bodas, eventos corporativos y rodajes de anuncios y películas. Algo que ha continuado tras la compra en 2018 por Catalana Occidente.

Torre Bellesguard fue el 9 de junio el primer equipamiento de Gaudí en reabrir en Barcelona, coincidiendo con el primer del pase a la fase 2 de desconfinamiento de la pandemia. Desde entonces unas 200 personas lo han visitado.

¿Patrimonio de la Humanidad?

La Torre Bellesguard es, desde julio de 1969, Bien Cultural de Interés Nacional, el máximo reconocimiento patrimonial que concede la legislación española, pero se queda corto con otros de sus edificios hermanos que son Patrimonio de la Humanidad: Parque Güell, Palau Güell y La Pedrera (desde 1984) y la Casa Vicens, fachada de la Natividad y la cripta de la Sagrada Familia, la Casa Batlló y la cripta de la Colonia Güell (desde 2005). En la candidatura lanzada en 2003 estaban la Torre Bellesguard, la Casa Calvet, las Teresianas o los pabellones de la Finca Güell. “En el caso de Bellesguard no se consiguió porque la finca estaba fragmentada, mal conservada y no había una unidad de gestión del espacio”, explica Jordi Tresserras, vicepresidente de ICOMOS España y consultor de la Unesco. Y aunque dice que no le consta que se trabaje con este expediente “puede ser parte de la estrategia, porque la candidatura de 1984 se amplió en 2005 y siempre es posible volver a hacerlo, y Bellesguard tiene unas características singulares que no tiene otra obra de Gaudí”. Aunque advierte que el proceso “sería largo, porque cada país solo puede proponer una candidatura y hay cola”.


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_