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Un paraíso cansado de aguas negras

La Guardia Civil investiga unos vertidos en la playa de Castelldefels y el Ayuntamiento amenaza con sentar en el banquillo a la Generalitat

Carlos Garfella Palmer
Depuradora de Castelldefels desde donde salen vertidos de aguas fecales a la zona humeda de Ollas de Rei.
Depuradora de Castelldefels desde donde salen vertidos de aguas fecales a la zona humeda de Ollas de Rei.JUAN BARBOSA

Tras casi 50 días de estricto confinamiento, Ramon Sanahuja no podía creer que su primer paseo por la playa acabara entre aguas negras y olores putrefactos. “Ya se habían producido vertidos antes, pero con todo lo que llevábamos encima… fue la gota que colmó el vaso”, explica el portavoz de Salvem l´Olla del Rei, un movimiento vecinal que tras meses de protestas ha llevado los vertidos en Castelldefels (Baix Llobregat) a las puertas de los juzgados.

En el paradisíaco Castelldefels están cansados de ver rojo a pie de mar. Hace dos semanas, el color volvió a ondear para prohibir el baño a causa del que era el cuarto vertido del año. Antes, el 23 de abril, una rotura en la tubería de aguas residuales de la planta de bombeo ubicada cerca del campus de la UPC provocó un derrame en el canal que transporta el agua de lluvia a la desembocadura de la playa. En enero, otro episodio acabó con centenares de peces muertos flotando entre espuma tóxica.

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El destrozo medioambiental de abril fue tan profundo que varios camiones cisterna tardaron días en recoger el derrame, según el testimonio de algunos agricultores citados por los ecologistas. Con todo, los vertidos seguían visibles una semana después, cuando los vecinos salieron a respirar aire fresco y algunos volvieron a casa con la nariz tapada.

Sanahuja considera grave que no se enteraran del episodio hasta que no salieron a practicar deporte en el primer día de fase 0. “Es evidente que se ocultó. Lo supimos porque algunos vecinos colgaron imágenes en Facebook para denunciarlo. Hubo uno que salió a remar con su hijo y acabó rodeado de aguas residuales. El pequeño llegó a casa con fiebre”, relata el vecino.

El mismo sábado 2 de mayo, tras ver las imágenes de aguas negras en la playa, Sanahuja se dirigió junto a otra activista a la Olla del Rei, la zona húmeda de alto valor medioambiental que da nombre al movimiento vecinal. El estanque, de tres hectáreas y habitado por 72 tipos de pájaros entre otras especies de alto interés de conservación, colinda con la problemática estación elevadora de aguas residuales.

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Entre malezas, los activistas confirmaron las sospechas. El agua era gris y su indignación por el fuerte olor “a cosa muerta” acabó con una llamada a los Mossos d’Esquadra y a la Guardia Civil. Tras recibir el aviso, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) se personaron el 7 de junio para recoger muestras en el marco de una investigación, según confirman fuentes de la Benemérita a este periódico.

Paralelamente a la investigación en curso, el movimiento vecinal ha presentado junto al Centre d’Ecologia y Projectes Alternatius (CEPA) una querella a la Fiscalía de Medio Ambiente. Con ella se quiere demostrar que los vertidos no son un hecho puntual, sino que se llevan produciendo al menos desde 2012, año en el que el director del Institut de Ciències Fotòniques (ICFO), ubicado en el campus de la UPC, Lluís Torner, remitió una carta a la empresa metropolitana de saneamiento para quejarse de fuertes olores. “Hay hasta cadáveres de pequeños animales”, escribió ya entonces Torner. “Desde siempre, cuando llueve huele mal”, asegura otro trabajador del ICFO.

El tubo de la vergüenza

Lejos de relajarse, los vecinos llevan las últimas dos semanas en pie de guerra. El pasado sábado hubo una manifestación con banderas negras en la playa. Una semana antes, otra marcha partió del Ayuntamiento hasta el tubo de donde salen las aguas residuales. Los manifestantes dejaron bidones llenos de agua sucia frente al edificio municipal y en la planta residual colocaron un ataúd de cartón sobre el denominado “tubo de la vergüenza”.

Un día antes de la concentración, el gobierno municipal del PSC se apresuró en emitir un comunicado en el que amenazaba con denunciar a la Agencia Catalana del Agua (ACA), organismo dependiente de la Generalitat con competencias en materia hidráulica, si en un “corto periodo de tiempo” no pone soluciones.

Castelldefels es de los pocos municipios que dispone de una red de alcantarillado en la que las aguas residuales y pluviales se recogen por separado. El problema, explican desde el Ayuntamiento, es que soporta también los aliviaderos de otros municipios y cuando llueve intensamente las aguas residuales se mezclan con las pluviales hasta acabar en el mar.

Compromiso de la Generalitat

El Consistorio reclama que la Generalitat y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) cumplan urgentemente con su promesa de construir una estación de bombeo y un nuevo tubo de impulsión para facilitar el drenaje y evitar así la contaminación en la Olla del Rei y el canal. Fuentes de la ACA explican que el AMB, también competente en la gestión, ya dispone de los fondos necesarios para la redacción del proyecto.

Desde el Ayuntamiento quieren pasar de las promesas a los hechos por escrito con calendario y presupuesto. Tras su amenaza de denuncia, la Generalitat ha movido ficha y se ha comprometido a presentar un borrador de proyecto la próxima semana, adelantan fuentes municipales.

“Aunque no lancemos las campanas al vuelo”, inciden las mismas fuentes, que advierten de que con el calendario propuesto hasta el momento por el Departamento de Territorio y Medio Ambiente la solución no se materializaría hasta finales de 2022 o comienzos del 2023. Desde el Ayuntamiento insisten en acelerar plazos y tomar medidas alternativas porque la ciudad, dicen, “no puede esperar más”.

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Sobre la firma

Carlos Garfella Palmer
Es redactor de la delegación de Barcelona desde 2016. Cubre temas ambientales, con un especial interés en el Mediterráneo y los Pirineos. Es graduado en Derecho por la Universidad de las Islas Baleares, Máster en Periodismo de EL PAÍS y actualmente cursa la carrera de Filosofía por la UNED. Ha colaborado para otros medios como IB3 y Ctxt.

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