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El 85% de los trenes de Renfe en Cataluña están afectados por grafitis

La compañía reporta un gasto de dos millones de euros en seis meses y lamenta que ni el estado de alarma redujo las acciones vandálicas

Marc Rovira
Grafiti realizado en dos vagones de Renfe.
Grafiti realizado en dos vagones de Renfe.RENFE

Más de dos millones de euros gastados en seis meses para reparar los daños que causan los grafitis y el vandalismo en los trenes. En el último medio año se han contabilizado 500 ataques y Renfe asegura que el coste de las facturas que tiene que abonar para hacer frente a los destrozos que sufre su flota de vagones sigue siendo cuantioso pese a los efectos del estado de alarma. Según la empresa, el 85% de sus trenes en Cataluña están afectados por los grafitis. La red más perjudicada es Rodalies, donde operan la mayoría de los 230 trenes que, afirma la compañía, han sido tiznados con pintadas y garabatos.

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Las restricciones que ha impuesto el confinamiento por efecto de la covid-19 apenas han tenido afectación en el vandalismo ferroviario, los grafitis han manchado una superficie de 17.300 metros cuadrados. En cambio, el virus sí ha condicionado los trabajos para reparar los daños causados en los vagones. Renfe alude que las medidas anticontagio han obligado a concentrar esfuerzos en la limpieza y desinfección de pulsadores, asientos, barandillas, agarraderas y demás superficies susceptibles de transmitir el contagio, con lo cual, se ha relegado el borrado de pintadas. “Durante estos meses solo se han podido limpiar 4.389 metros cuadrados de los 17.366 metros cuadrados pintados”, informa Renfe.

La empresa describe que el vandalismo provoca un impacto negativo para la eficacia del servicio y perjudica a sus usuarios, ya que causa "inseguridad" y "retrasos". Los grafiteros acostumbran a realizar las pintadas cuando los convoyes están parados en las estaciones, pero también es una práctica común montarse en el tren y activar el sistema de freno de emergencia, una parada repentina durante la que aprovechan para colorear los vagones.

Renfe defiende que invierte 15 millones de euros en seguridad privada cada año pero señala que perseguir el vandalismo es competencia de los Mossos d'Esquadra, en tanto que cuerpo competente en seguridad ciudadana.

Hace dos semanas, un grupo de grafiteros asaltó un tren en Gavà y pintó el cristal frontal de la locomotora, impidiendo que pudiera seguir circulando porque el conductor no tenía visibilidad. Hizo falta desalojar al centenar de pasajeros que viajaban en los vagones y hacer un transbordo a otro servicio. El mes pasado, otro grafiti en el frontal de un tren que estaba aparcado en la estación de Puigcerdà causó retrasos en la línea R3.

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