La crisis de la música en directo en Cataluña: 40.000 despidos, 110 millones de pérdidas
La Asociación de Representantes, Promotores y Mánagers ha realizado una encuesta que diagnostica la situación del sector y pide ayudas a la Administración
La pandemia del coronavirus ha dejado el sector de la música en directo en una situación “más catastrófica de lo previsto”, según se desprende de una encuesta realizada por le Asociación de Representantes, Promotores y Mánagers de Cataluña (ARC), que engloba a un 80% de las empresas catalanas del sector de la música en directo. La pérdida real de facturación entre el 1 de marzo y el próximo 30 de septiembre de 2020 se calcula en 110 millones de euros. Los trabajadores afectados por despidos o ERTE en empresas, grupos de música, managements, promotoras, representantes y empresas de servicios y autónomos, son 40.280 (un 76% de las plantillas). En este periodo se han suspendido 10.037 acontecimientos, que habrían acogido hasta 8.500.000 espectadores.
Un comunicado de ARC explica que la encuesta se ha hecho entre 640 empresas, entidades y asociaciones representativas de todo el sector de la música en directo: las propias empresas asociadas a ARC, pero también el resto de agentes, representantes, promotores, mánagers y festivales, así como empresas de servicios, técnicos autónomos y asociaciones de músicos de Cataluña. Además, “no contempla las inversiones hechas durante el primer trimestre por parte de músicos, managers y promotores para preparar la “temporada alta” (trabajos discográficos, clips, adquisición de material, campañas de comunicación, anticipos a artistas extranjeros...), que cae justo entre marzo y septiembre, el periodo evaluado”.
Todavía es pronto para saber la magnitud real de la crisis que espera al sector. ARC recuerda que la música en vivo tardó entre cinco y siete años en recuperarse de la crisis de 2008. “La estocada de la covid-19 y las medidas preventivas”, remarca la nota de los representantes, “se habrán ensañado con un sector que apenas ahora empezaba a reflotar. Teniendo en cuenta que esta crisis será más profunda, sobre todo porque es a escala global, la previsión de futuro es totalmente incierta, pesimista y de previsiones totalmente negativas”.
El presidente de ARC, Jordi Gratacós, ha destacado que el virus “ha llegado en el momento más crítico, preparando la campaña de verano, que es la más fuerte del año, con festivales, conciertos y fiestas mayores, y esto nos repercute muy negativamente a toda la cadena del sector y supone perder toda la temporada”. “Por desgracia -ha proseguido- no vemos soluciones, porque las medidas tomadas por las administraciones públicas no dejan de ser parches, siendo como hemos sido los primeros en cerrar y seremos los últimos en abrir, aunque habrá muchos que ya no podrán hacerlo”. A su juicio, ahora que se empezaban a recuperar de la crisis de 2008, “veremos como la repercusión por la pandemia del coronavirus irá más allá de 2021, donde posiblemente habrá un efecto embudo, puesto que muchos promotores públicos han pospuesto para entonces actividades previstas para este año perdido”.
Reivindicaciones
El sector no se cansa de reclamar actuaciones urgentes. Instan al Gobierno de la Generalitat a complementar las medidas adoptadas hasta ahora, que consideran “totalmente insuficientes”. Asimismo, instan a los gobiernos locales a “no suspender, a ejecutar los presupuestos previstos y no derivarlos a las programaciones del próximo ejercicio”, al tiempo que advierten de “las consecuencias doblemente negativas” que se prevén para 2021. Insisten al Govern que destine este 2021 el 2% de los presupuestos a Cultura, “con especial compensación para las empresas con pérdidas al 2020”, y a que planifique la reestructuración integral del sector.
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