El Arzobispado de Tarragona no halla pruebas contra dos curas cesados por abusos

El Arzobispado de Tarragona ha resuelto que no hay ninguna "prueba delictiva” que incrimine por abusos a menores a dos expárrocos, de Constantí (Tarragona) y Arbeca (Lleida). Ambos curas, Francesc Xavier Morell y Josep Maria Font, fueron apartados del oficio sacerdotal el año pasado al destaparse que habían mantenido conductas poco apropiadas para sus responsabilidades religiosas. A Francesc Xavier Morell se le llegó a investigar por posesión de material pornográfico, alegó que lo tenía para formarse sobre el tema. Estuvo excluido del servicio religioso durante un tiempo mientras el Vaticano investigaba si había incurrido en un delito de pederastia. Josep Maria Font publicó una carta tras ser relevado de sus funciones, donde pedía “disculpas” a quien se pudiera sentir ofendido por sus acciones. Pese a que pertenece administrativamente a la provincia de Lleida, la parroquia de Arbeca depende del Arzobispado de Tarragona. En febrero del año pasado, cuando se destaparon los casos, Jaume Pujol, el anterior arzobispo, firmó dos renuncias en apenas veinticuatro horas de diferencia.

En Constantí, las acusaciones contra el cura del pueblo por abusos sexuales a menores son un tema de largo recorrido, incluso antes de que Francesc Xavier Morell fuera el titular de la parroquia. La banda musical Els Pets, natural de Constantí, llegó a tratar el tema en la canción Corvus de su último disco. El actual arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ha comunicado este jueves que las diligencias que se iniciaron contra los curas Morell y Font se han cerrado sin encontrar motivo alguno que “los incrimine penalmente”. Pese a ello, el arzobispo dice estar “comprometido en garantizar la plena transparencia” en este asunto y trasladó a la Fiscalía toda la información recabada por el Arzobispado, junto con las diligencias abiertas con relación a ambos sacerdotes. El arzobispo también ha nombrado a tres nuevos miembros de la Oficina de prevención y protección de abusos del Arzobispado. Se trata de un servicio que, respondiendo a las disposiciones del Papa Francisco, quiere ser un medio para el reconocimiento, la protección y ayuda a las víctimas y la prevención de este tipo de abusos en la Iglesia.