“Al principio había miedo a la muerte, ahora es ansiedad sostenida”
La crisis hace mella en la salud mental y las peticiones de ayuda se disparan
Entra un caso nuevo en la pantalla de Gemma, y la psicóloga coge el teléfono para llamarle. Al otro lado de la línea, descuelga una persona que ha entrado en la aplicación Gestión Emocional y ha respondido unas preguntas para evaluar su estado mental. El protocolo de esta aplicación la ha calificado como alguien que necesita atención y el sistema de apoyo personal se activa para atenderle. Gemma es una de las 100 psicólogas que el Sistema de Emergències Mèdiques (SEM) ha puesto al servicio de los ciudadanos para dar respuesta a las crecientes llamadas relacionadas con los trastornos mentales a raíz de la pandemia de coronavirus. La propia aplicación criba para detectar los casos graves.
A los pocos días de iniciarse el confinamiento, el teléfono de emergencias 061 quedó colapsado. Pasó de recibir unas 6.000 llamadas al día a 25.000, una avalancha a la que se intentó responder con más profesionales al aparato. El SEM adaptó una nueva nave industrial donde se instalaron más operadores y un nuevo equipo formado por un centenar de psicólogos.
Según los datos del primer mes de funcionamiento, más de 61.000 personas han usado la aplicación, de las cuales más de 5.700 han sido derivadas a un centro de salud mental o de atención primaria. Los trastornos mentales, sobre todo ansiedad y depresión, empiezan a hacer mella en la población por el estado de alarma, sin que la incipiente desescalada muestre síntomas de recuperación de los ánimos.
La aplicación Gestión Emocional se puso en marcha en tiempo récord, cuenta Andrés Cuartero, coordinador de atención psicológica del SEM. La herramienta Sestá conectada con el historial clínico del usuario, de manera que la atención telefónica que recibe y las derivaciones quedan registradas en su ficha. En un primer nivel, el usuario puede evaluar su estado mental, respondiendo a nueve preguntas sobre su estado de ánimo y la aplicación le da un resultado. En caso de que necesite atención psicológica, la aplicación le recomienda que rellene un formulario para que un profesional le llame.
Es aquí donde entra en juego Gemma, del equipo de psicólogos del SEM, que lo antes posible llamará al usuario para hacer una evaluación de su estado. En función de sus respuestas, activará unos recursos u otros, desde una petición de visita en su centro de atención primaria, una derivación a su centro de salud mental de referencia o incluso una ambulancia si hay riesgo para su vida o la de menores a su cargo.
Un crecimiento del 300%
Los primeros datos indican que la pandemia hace mella en la salud mental. Solo en el pasado mes de abril, las llamadas por ansiedad han crecido un 300% en relación con abril del año anterior, pasando de 1.100 casos a 4.529. Además, las llamadas de personas con ideación de suicidio han aumentado un 30%, y los avisos por intento de suicidio también han crecido, aunque no ofrecen datos.
Andrés Cuartero explica que el 80% de personas que utilizan la aplicación son casos leves. De los que reciben una llamada telefónica del psicólogo, no todos son dirigidos a un especialista. “El modelo de intervención de los psicólogos busca empoderar y a ayudar a la resiliencia”, remarca. Así que algunos usuarios reciben consejos de los psicólogos y les hacen un seguimiento de su estado con más llamadas. Ahora mismo, hay 500 personas que reciben este seguimiento.
“Vemos un cambio. Al inicio había mucho miedo a la muerte, que es la primera angustia existencial, pero ahora es una ansiedad sostenida en el tiempo”, dice Cuartero. A pesar de que la curva de los enfermos de coronavirus sigue su allanamiento, el coordinador afirma que “los casos siguen aumentando, que en salud mental no se refleja el control de la pandemia”, porque no tienen que ver solo con el virus, sino con toda la problemática social y económica que conlleva. Las dificultades laborales y económicas aparecen como una de las principales motivaciones secundarias de la solicitud de ayuda.
Según sus estadísticas, el 34,50% de las personas atendidas presentan ansiedad psíquica, mientras que el 17,18% tienen un estado de ánimo depresivo y de negatividad y el 22,18% preocupaciones y miedos vinculados a la covid-19. Al 13,78% se le han reactivado o agudizado psicopatologías previas y el 5,48% tienen problemas vinculados al duelo. Cuartero explica que de esta pandemia saldrán muchos casos de “duelo complejo”. “Podemos morir solos, pero morir abandonados es un palo”, matiza en referencia a las personas que han muerto solas en hospitales y residencias. Parece que “si no hacemos rituales es más fácil que nos pongamos enfermos”, apunta.
Por ahora, la aplicación Gestión Emocional está pensada para adultos, pero Salud está planteando ampliarla a niños y adolescentes. El 061 sigue atendiendo personas con problemas de salud mental, puesto que hay una parte de la población que se queda fuera de las herramientas digitales, como la gente mayor o en situación de vulnerabilidad. La pandemia ha reforzado la figura del psicólogo en el SEM y tiene muchos números de quedarse porque el aumento de trastornos mentales motivados por la pandemia van a seguir.
Información sobre el coronavirus
- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia
- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Guía de actuación ante la enfermedad
- En caso de tener síntomas, estos son los teléfonos que se han habilitado en cada comunidad
- Pinche aquí para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.