Aparece en el fondo del traslúcido río Onyar el relieve de una cara

El confinamiento por el coronavirus ha obligado a la ciudadanía a permanecer en sus casas y ha potenciado la estancia en balcones y ventanas. Esto, sumado a que la falta de actividad humana ha dejado transparentes las aguas de los ríos, ha permitido que unos vecinos de Girona, desde una ventana de una de las conocidas como Casas del Onyar, hayan divisado lo que han descrito como “una especie de cara”. Tras adentrarse en el río, una patrulla de la Policía Municipal ha retirado del fondo un relieve con el rostro de una mujer con un tocado. Este lunes se empezará a analizar la pieza, que podría estar hecha con la llamada Piedra de Girona.

El hallazgo se ha producido en el río a su paso por el Puente Eiffel, en el barrio del Mercadal. Unos vecinos han divisado un rostro entre el lodo del lecho del Onyar, que lleva medio metro de caudal muy traslúcido.

Según el edil de Urbanismo del Ayuntamiento de Girona, Lluís Martí, los técnicos de Cultura y del Museo de Historia intentarán ahora datar la pieza, una cara de mujer con los ojos cerrados y que lleva un tocado, conjunto que a los primeros técnicos que la han visto, según Martí, les hace pensar en una réplica del Éxtasis de Santa Teresa, de Bernini. También intentarán averiguar con qué material está confeccionada y cual podía ser su ubicación antes de acabar hundida en el río.

“Una de las hipótesis es que fuera una pieza ornamental de la fachada de alguna casa”, señala el edil, si bien admite que no será fácil determinar su procedencia porque “no es descartable que las fuertes riadas del temporal Gloria la puedan haber arrastrado río abajo”.

Aunque inicialmente se creía que podía tener una antigüedad de siglos, según la primera inspección, no se descarta que la pieza sea actual y que esté elaborada con Piedra de Girona, un tipo de roca sedimentaria calcárea (de un azul grisáceo con pinceladas de marrón) explotada desde la antigüedad en los alrededores de la ciudad y de la que ya no queda cantera alguna, por lo que solo se usan, si es el caso, las reservas o piedras recuperadas de derribos.