Airbnb prescinde en Barcelona de casi 800 trabajadores subcontratados

La plataforma de alquiler de pisos turísticos Airbnb ha rescindido el contrato que tenía con el centro de servicios CPM en Barcelona, según ha avanzado Europa Press. Airbnb tenía subcontratados en este call center a casi 800 trabajadores. Con la rescisión del contrato a causa de la caída de la actividad por el coronavirus, buena parte de estos empleados se quedarán sin trabajo, mientras que otros se destinarán a otras actividades de esta empresa, señalan fuentes cercanas a la compañía subcontratada.

La decisión se toma en plena crisis sanitaria y económica por la pandemia de covid-19, que ha golpeado con fuerza a toda la industria turística. En Barcelona, donde la ratio de pisos por habitante era en enero superior a la de ciudades como Roma o Londres (hay 12 pisos anunciados en la plataforma por cada 1.000 habitantes, según un estudio de la Universitat de Vic), el confinamiento ha supuesto un parón de la actividad sin precedentes.

En un breve comunicado, Airbnb ha expresado que la empresa “debe adaptarse cuando las situaciones son cambiantes”, y que la decisión solo afecta a los trabajadores de CPM, no a los de Airbnb. La compañía no ha detallado las condiciones de la rescisión del contrato. Fuentes cercanas a los trabajadores de la empresa subcontratada apuntan a que Airbnb también ha rescindido el contrato de sus servicios en Berlín y en las ciudades de Portugal, mientras que en Irlanda se ha reducido un 60%.

La subcontratación de su centro de servicios y la inauguración del centro en 2018 fue un paso importante para la plataforma. La compañía CPM, que gestiona también otros centros para Airbnb en otros países, se dedicaba casi exclusivamente en Barcelona a prestar servicio para la plataforma vacacional. La sede del call center se inauguró en el barrio de la Sagrera como una de las más grandes de Europa, con trabajadores que atendían en nueve idiomas a los usuarios y clientes de la plataforma.

ERTE en Fira de Barcelona

El parón de la actividad también ha impactado en el negocio de la organización de ferias. Fira de Barcelona, empresa participada por el gobierno de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Cámara de Comercio de la ciudad, ha presentado este jueves un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para toda su plantilla, de 400 personas. La medida implica una reducción de jornada y salarios hasta el 31 de diciembre. La reducción media será del 40%.

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