Los archivos catalanes hacen accesibles en la red siete millones de documentos

Los archivos son lugares, en principio, frecuentados solo por especialistas que buscan en los textos del pasado llegar a conocerlo y, poder comprender, un poco mejor, todo lo que pasa en el presente. Pero también son sitios donde se conserva el patrimonio documental, tan rico y variado como el de cualquier museo que conserva obras de arte. Por eso, estos días en los que los equipamientos culturales están cerrados a cal y canto, la Xarxa d’Arxius Comarcals de Catalunya que reúne a 40 centros comarcales, no han querido ser menos y han puesto a disposición de todo el mundo, en la red y bajo la etiqueta #arxiusacasa, nada menos que siete millones de documentos digitalizados, además de diversas acciones de difusión en las redes sociales, para conseguir que estos centros sean más populares y accesibles, pese a que están cerrados.

Las posibilidades son tantas como documentos al abasto de nuestros ordenadores. Es posible, por ejemplo, consultar la prensa histórica desde 1808 o documentos datados en el año 845, hace 13 siglos o mucho más recientes; como los vinculados a la celebración en diferentes pueblos de Cataluña de la Semana Santa. A través de imágenes de procesiones, caramelles o diferentes rituales.

Pero también conocer el nombre de todos los soldados de infantería ingresados en el Hospital de la Santa Creu durante la ocupación borbónica de la ciudad de Vic y el precio que pagaban por estar allí; hacer un recorrido por la vida de los veraneantes en la Banyoles de hace un siglo o, más recientemente, ver imágenes del espectáculo inaugural de la primera feria del Teatre al Carrer de Tàrrega a cargo de Comediants el 12 de septiembre de 1981.

Otras pandemias

El portal ofrece un link con todos los archivos y la posibilidad de realizar la visita virtual a todos ellos, la mayoría auténticos tesoros arquitectónicos recuperados para esta nueva función; otros modernos edificios.

En la página se ofrecen imágenes y videos de los documentos, pero también de cómo se han restaurado. Es el caso de la los privilegios del Era Querimonia, rey Jaume II que concedió al Vall d’Aran en 1313, que constituye su derecho histórico. Es inevitable que aparezca destacado en algunas de estas páginas temas de tanta actualidad como algunas de las pandemias que han asolado poblaciones catalanas en el pasado. Como en el caso de la llamada “gripe española” de 1918 y sus devastadores efectos en la población y su reflejo en la documentación, pero también en la prensa del momento.