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Píldoras de Temporada Alta contra el mal del confinamiento

El festival de teatro de Girona y Salt reúne en las redes sociales breves vídeos enviados por artistas desde su cuarentena

El actor Jordi Martínez recita 'Poemo'.
El actor Jordi Martínez recita 'Poemo'.
Toni Polo Bettonica

“Se me ocurrió de golpe, pensando en la que nos espera: los artistas estarán confinados en sus casas, ¿no? Pues vamos a proponerles que se graben con el móvil diciendo lo que les dé la gana, sobre el coronavirus o sobre lo que quieran, para animar en lo posible a la gente que se ha quedado sin verlos en un teatro”. Habla Salvador Sunyer, director del festival internacional de artes escénicas de Girona, Temporada Alta. La respuesta, inminente, fue extraordinaria. Actores y actrices, coreógrafas, poetas, cantantes… relacionados con el festival aceptaron el reto y se colgaron en la red. Así de fácil, así de sincero.

El resultado es #antivirusTA, una adictiva sucesión de vídeos en Youtube por la que desfilan amigos del festival, desde Pere Arquillué hasta Vicky Peña, pasando por Carme Pla, El Niño de Elche, Jordi Oriol, Sol Picó, Sergi López, Míriam Iscla o Albert Pla. “Dicen lo que les da la gana”, subraya Sunyer. De hecho, vemos textos propios y también de Quevedo, Camus, Cohen, Kertesz… Sunyer no ha puesto ninguna clase de filtro que no sea un máximo de cinco minutos de duración. (Decir que deben hacerlo desde sus lugares de confinamiento es una obviedad.) Luego hay quien domina más la tecnología o cuenta con alguna ayuda para la filmación y salen píldoras realmente curradas, como la de Sílvia Bel recitando a Martí i Pol, a Llull y a Albert Roig dividiéndose la pantalla (que no compartiendo habitación) con los músicos. De momento, el #antivirusTA ronda las 30.000 visitas, ya son más de 30 los artistas publicados y Sunyer asegura que cada día reciben vídeos. Ya no hay que hacer ninguna petición: “Se lo dicen unos a otros y quieren participar. ¡Son bienvenidos!”

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“L’Angeleta va néixer, va pasar les galteres, va perdre la viriginitat i va morir en la mateixa habitació”, empieza el cuento de Felip Vendrell que cuentan Meritxell Yanes y David Planas (la pareja de la celebrada Ventura y pareja en la vida real, es decir, en la cuarentena). Pero las colaboraciones no tienen por qué tener nada que ver con el confinamiento. Ni siquiera lo tiene otro cuento que encontramos entre las píldoras, el de Pere Calders que narra Carme Pla (T de Teatre) y que podría ser un buen final si cambiamos “calavera” por “coronavirus”: “La mort se’n va anar amb la calavera entre les cames”. Estaría bien.

Nada debería relacionar la Covid-19 con el texto de Carles Santos La boqueta amplificada que recita Mònica López (Un enemic del poble, Platonov). Pero la puesta en escena (en pantalla, más bien) resulta inquietante: la actriz se enfoca la boca que recita, sin parar, ampliándose hasta desbordar los límites del ordenador. Fernando Simón y los políticos aseguran que un PC no es vía de contagio pero, tal vez, se podría aconsejar ver esta píldora con mascarilla. Y recuperarla para disfrutar de la intensísima verborrea, entre infecciosísimas toses, de Jordi Coromina al interpretar el breve y fantástico fragmento de la versión de El enfermo imaginario que hizo Jaume Boix en Molière la balla y que el propio Coromina interpretó.

Quien se pasa las recomendaciones (presuntamente) por el forro es Albert Pla. El cantante de Sabadell ha grabado un audio que hay que escuchar con auriculares porque el sonido pasa de manera mareante de uno a otro: “Cuando escuchas las cosas que dice el presidente del Gobierno, ¿no te entran por una oreja y te salen por la otra oreja?”, pregunta, con su irreverente voz nasal. Y te marea. Pla, incluso, repite píldora con otra que empieza con una muy suya versión del Resistiré, ataviado con mascarilla en la nariz y en la boca, gorro de ducha en la cabeza, tampones en las narices y un preservativo (cualquier protección es poca) colgándole de una oreja. Y acaba con una canción de La polla records.

Todas son grabaciones hechas durante el confinamiento, incluso la de la coreógrafa y bailarina alcoyana Sol Picó, que aparece bailando entre plumas una pieza de su obra Plumas, que tenía que haber estrenado en el TNC. Se trata de un ensayo en su estudio. La excepción es la del Niño de Elche, que ha colgado un vídeo cantando Lo món està malalt, de Mossèn Cinto Verdaguer, con música de Cabosanroque, que acaba en un grito inquietante, no sabemos si de alivio o de dolor…

Por supuesto, las palabras puras y duras, masculinas y femeninas, son el principal medio de expresión. Que se lo digan al payaso Jordi Martínez que, ataviado con su nariz roja, recita el Poemo del desaparecido Jesús Lizano, o al joven actor Francesc Cuéllar, que hace malabarismos con los vocablos al más puro estilo de Josep Pedrals o Jordi Oriol (que también pasará por el antivirus).

El Temporada Alta sigue en pie

Habrá Temporada Alta. Esa es la mejor noticia que puede dar Salvador Sunyer, director de este festival internacional de las artes escénicas que se celebra entre octubre y diciembre desde hace 29 años en Girona, Salt y otras localidades gerundenses. “Solo habría una situación que impediría que se celebrara el festival”, advierte Sunyer, por teléfono. “Que para entonces se limite el aforo de las salas a una tercera parte. Entonces, lo siento, pero no. Un teatro con la gente desperdigada no es un teatro”. La medida de reducir la entrada en las funciones a un tercio de la capacidad del local fue la primera medida que se impuso, no hace ni un mes, pero solo duró un par de días porque enseguida las medidas del Gobierno fueron más drásticas y entramos en el estado de alarma.

Sunyer insiste en que el festival se celebrará, por tanto, y que no será ninguna clase de sucedáneo: “En función de lo que pase y de cómo quede la cosa, es posible que se reduzca el número de espectáculos, que algunos espacios sean más pequeños, pero serán, es decir, se celebrarán”, advierte, remarcando que las aportaciones de los patrocinadores bajarán, con lo que el presupuesto también menguará. Pero insiste en que el festival mantendrá su genuinidad: “Será reconocible”, asegura, “lo que quiere decir que tendrá su parte internacional”.

Otro tema que incidirá en el Temporada Alta 2020 será la andadura de los festivales anteriores, que corren mucho más riesgo, por fechas, que el de Girona: “Habrá producciones que habrán caído de las programaciones, claro. Nosotros ayudaremos en la medida de lo posible para reprogramar todo lo que se pueda, no tenemos ningún ego, eso está claro”, dice.

“Nadie sabe nada y cada día que pasa cambia todo, pero hay que intentar tener una visión de conjunto”, expresa, apesadumbrado el director del festival. “Normalmente, a finales de mayo ya tenemos todo cerrado, pero este año es imposible: ni siquiera sabemos si la gente podrá viajar, si habrá vuelos…”. Por otro lado, Sunyer recuerda el trabajo previo que requiere cada obra: “Para estrenar en octubre hay que ensayarla dos meses, a lo mejor”.

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Sobre la firma

Toni Polo Bettonica
Es periodista de Cultura en la redacción de Cataluña y ha formado parte del equipo de Elpais.cat. Antes de llegar a EL PAÍS, trabajó en la sección de Cultura de Público en Barcelona, entre otros medios. Es fundador de la web de contenido teatral Recomana.cat. Es licenciado en Historia Contemporánea y Máster de Periodismo El País.

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