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Colas de usuarios, en plena pandemia, ante los servicios sociales

Una entidad reparte mascarillas a las personas que no tienen hogar

Alfonso L. Congostrina
Una agente informa a personas hacen cola en el Centro de Servicios Sociales del barrio del Raval de Barcelona.
Una agente informa a personas hacen cola en el Centro de Servicios Sociales del barrio del Raval de Barcelona.Quique García (EFE)

Decenas de personas se concentraron ayer por la mañana en la oficina del Centro de Servicios Sociales Raval Sur en la calle del Carme para reclamar ayudas al Ayuntamiento. La muchedumbre sorprendió a los funcionarios, y más en plena alarma por la pandemia de coronavirus, donde mantener las distancias es básico para no extender los contagios. Los trabajadores del centro, al ver la gran concentración de personas, optaron por regular la fila y atender a los usuarios. La concejal de Salud, Gemma Tarafa, admitió que el volumen de personas sorprendió al propio Consistorio y explicó que se debió, sobre todo, a usuarios que acuden sin respetar las citas previas. El Consistorio está atendiendo en los centros sociales a más de 400 personas al día y más de 300 por vía telefónica.

La fila de usuarios que se concentró la mañana de ayer frente a las oficinas de los servicios sociales del sur del Raval se extendió por parte de la calle del Carme y continuó por la plaza del Pedró. Mossos d’Esquadra, Guardia Urbana y los responsables de seguridad del centro tuvieron que improvisar una actuación para que se mantuviera la distancia de seguridad sanitaria para prevenir posibles contagios por Covid-19. Los agentes fueron marcando puntos en el suelo cada dos metros, donde tenían que esperar los usuarios. “Algunos de ellos no llegaron a entrar en el recinto ya que si querían solicitar otras ayudas, como las de comedor social, se les indicaba desde la misma calle”, aseguró ayer un responsable del Ayuntamiento de Barcelona.

Las concentraciones no están permitidas durante la pandemia pero sí el trabajo de los servicios sociales, que están desbordados. La Guardia Urbana ha comenzado a usar los megáfonos de sus vehículos para pedir a los vecinos que no salgan de sus domicilios y respeten el confinamiento. “Barcelona se queda en casa”, “Romper las normas es sancionable” o “En casa estamos seguros y hacemos prevención” son algunos de los mensajes que lanzan. Desde algunos vehículos se proyectan también mensajes similares —“Gracias por quedarte en casa”, por ejemplo, en diferentes idiomas— a través de pantallas led.

Por otro lado, el centro de acogida Assís empezará a distribuir a partir de hoy miércoles cerca de 600 equipos de protección básica contra contagios de coronavirus fabricados por más de 200 voluntarios y diversas empresas a personas que viven en la calle en Barcelona, vulnerables en el actual estado de emergencia sanitaria. Los paquetes solidarios, de los cuales un centenar se repartirán entre mujeres sin hogar, incluyen una mascarilla, hidrogel desinfectante, guantes y jabón, y se harán llegar a los destinatarios a través de entidades sociales colaboradoras con la iniciativa.

El centro Assís, que prevé fabricar próximamente otros 600 equipos de protección más, solicitó ayer a través de un comunicado ayuda ciudadana para ampliar la plantilla de voluntarios y avanzar en la confección de mascarillas de tela, siguiendo una serie de tutoriales y recomendaciones.

Para seguir con el proyecto, la entidad ha iniciado una campaña de micromecenazgo en la plataforma migranodearena.org con el objetivo de llegar a los 30.000 euros de recaudación y seguir proporcionado protección a las personas sin hogar de Barcelona mientras dure la pandemia de coronavirus.

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