La Generalitat destina 10 millones para paliar los efectos del coronavirus en la cultura catalana

Si el pasado miércoles la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, daba a conocer un paquete de medidas para paliar los efectos del coronavirus en la cultura de la ciudad, este viernes ha sido el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el que ha hecho lo mismo, tras reunirse desde la Casa dels Canonges, donde está confinado tras dar positivo en coronavirus, de forma telemática con la consejera de Cutura, Mariángela Vilallonga, y 17 representantes de la cultura catalana. Todos han respaldado las medidas, pero han pedido que todas las actividades previstas de esta temporada 2019-2020 que hayan sido canceladas se reprogramen antes de final de año.

Las 20 medidas anunciadas, encaminadas a proteger el sector y minimizar los efectos del parón cultural, van acompañadas de una dotación económica de 10 millones de euros para que las empresas culturales puedan acceder a préstamos a bajo interés y se puedan reprogramar las actividades suspendidas. “La urgencia de hoy son las vidas humanas”, pero “hemos de tener las dos miradas”, ha dicho Torra a todos ellos.

El Departamento de Cultura prepara un decreto ley en el que se recogerán estas medidas “para evitar penalizar a las personas, entidades y empresas beneficiarias de subvenciones en el ámbito cultural”, tanto en las ya concedidas como en las convocadas, pero no resueltas antes de la entrada en vigor del estado de alarma. Villalonga ha anunciado que “reestructurará el presupuesto del Departamento y su cartera de ayudas para priorizar las líneas que se dediquen a paliar los efectos de la crisis en la cultura”.

Según datos del Departamento de Cultura, en 2014 había en Cataluña 40.373 empresas que daban trabajo a 182.000 personas y que facturaban un total de 15.039 millones de euros, lo que supone en 3,5% del PIB catalán. Por eso, con el fin de poder dotar de liquidez a todas estas empresas, se ha decidido poner en marcha una línea de préstamos de 10 millones de euros, cuyo importe oscilará entre 20.000 y 300.000 euros, con un plazo de retorno de cinco años y un año de carencia. El Departamento de Vilallonga asume el 80% del riesgo de todas las operaciones y se compromete, a través del Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC), como desde la Oficina de Suport a la Iniciativa Cultura (OSIC), a acompañar y asesorar a todas estas empresas y asociaciones para garantiza la eficacia de todas las medidas.

Para ayudar al sector del libro, uno de los mas afectados, sobre todo tras anunciarse que la Diada de Sant Jordi no se celebrará el 23 de abril, se han adoptado toda una serie de medidas relativas a bibliotecas y fomento de la lectura, como reforzar la línea de compras de libros del Servicio de Bibliotecas, mantener el calendario de adquisiciones, incrementar la compra de licencias para libros electrónicos y facilitar que los ayuntamientos mantengan sus programas de compras a librerías. En cuando a la celebración del Sant Jordi en otra jornada, a comienzos del verano, el Departamento respalda la idea de hacerla “en el momento que la evolución de la pandemia lo permita, y de acuerdo con todos los agentes y sectores implicados”. Y asegura: “Será el símbolo de la vuelta a la normalidad y de una nueva etapa en que la cultura ha de tener un protagonismo crucial”.

Entre las medidas empresariales también destaca la no cancelación de las subvenciones concedidas durante el año 2020 o anteriormente si vence el plazo para realizar la actividad sin haberla concluido. En este sentido, se amplían los plazos para la realización de la actividad subvencionada, se flexibilizan los términos y las condiciones de retorno de las aportaciones reintegrables dadas para cofinanciar proyectos.

En cuanto a las medidas de soporte para actividades, conciertos, espectáculos, festivales y ferias que se han tenido que cancelar y que no se puedan reprogramar, se garantiza la aportación del Departamento de Cultura para evitar males mayores en las compañías contratadas, que puedan afectar, más si cabe, a los proveedores y los trabajadores de las mismas. Para minimizar el perjuicio causado por el estado de alarma, Cultura ha adoptado otras medidas como la de impulsar desde el ICEC y el OSIC una serie de ayudas específicas relacionadas con el lucro cesante de las empresas y entidades, siempre que sea como consecuencia de las medidas preventivas adoptadas para controlar el COVID-19.

En el encuentro han participado, además de la consejera y el president, un total de 17 personas, como Isona Passola, presidenta de la Acadèmia del Cinema Català; Isabel Vidal, presidenta de ADETCA; el presidente de PROA, Raimon Masllorens; el presidente de la Associació d’Actors i Directors Professionals de Catalunya, Àlex Casanovas; el de la Federació d’Ateneus, Pep Morella; el responsable de la Federació de Colles Castelleres, Roger Gispert; el presidente de l’Acadèmia de la Música, Gerard Quintana y el de la Cambra del Llibre de Catalunya, Patrici Tixis: la directora de l’Associació de Productors i Editors Fonogràfics i Videogràfics de Catalunya, Eva Faustino y la de l’Associació d’Editors en Llengua Catalana, Montse Ayats. También, la presidenta de l’Associació d’Escriptors en Llengua Catalana, Bel Olid; el director del MNAC, Pepe Serra; la gerent del TNC, Mònica Campos; la presidenta del CoNCA, Vinyet Panyella; la presidenta de la Plataforma Assambleària d’Artistes de Catalunya, Montserrat Moliner; el presidente de l’Associació de Professionals de Dansa de Catalunya, Xevi Dorca; la gerente de l’Associació de Professionals del Circ de Catalunya, Cristina Tascón, y la directora de la Fundació La Pedrera, Marta Lacambra.

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