Por primera vez se alzan voces críticas contra el liderazgo de Espadas en el PSOE andaluz: “No estamos bien”

Con el eco de las declaraciones del expresidente de la Junta, Manuel Chaves, arengando al PSOE de Andalucía a aprovechar el revulsivo de los fallos del Tribunal Constitucional que han anulado las sentencias condenatorias de la mayoría de los ex altos cargos socialistas condenados en la pieza política de los ERE —”la sentencia del Tribunal Constitucional supone un punto de inflexión en la política andaluza: empieza el principio del fin del ciclo de Gobierno del PP en Andalucía”, había dicho Chaves la mañana de este jueves—, por la tarde ha comparecido el secretario general de los socialistas, Juan Espadas, ante el comité director de su partido, el máximo órgano entre congresos. Las ponencias del tribunal de garantías le han servido para instar a los suyos a “recuperar la autoestima y la confianza de la militancia”, pero por primera vez ha sido el dirigente socialista quien ha visto cuestionada la suya. “Este es el primer comité con una respuesta clara a la falta de autocrítica y a la falta de un proyecto claro y del tono de la oposición”, coinciden las fuentes consultadas que han estado presentes en la reunión.

“No estamos bien”, ha sido una de las frases que, con distintos matices, más han repetido quienes han decidido tomar la palabra para cuestionar la forma en la que Espadas está dirigiendo la oposición a la mayoría absoluta del PP. De las más de 30 intervenciones, ocho han sido las de quienes han defendido posiciones más críticas —en el anterior comité director, de enero, no se pasó de las insinuaciones—, entre ellos mandatarios y exdirigentes de distintas procedencias: miembros afines a la antigua secretaria general, Susana Díaz, como quien fuera su vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, el expresidente del Parlamento, Juan Pablo Durán —que ya pidió la dimisión de Espadas tras los resultados de las elecciones europeas— o el alcalde de Fiñana (Almería), Rafael Montes. También Mario Jiménez, miembro de la ejecutiva regional, o el exalcalde de Torremolinos, Pepe Ortiz, alineado con Pedro Sánchez, entre otros. “Las críticas a la situación del partido en Andalucía han venido de todos los territorios y de gente que están o que han estado en posiciones totalmente diferentes, que apoyaron en su momento a Juan Espadas, que se enfrentaron a él, gente que estuvieron con Susana Díaz, y en contra o sanchistas de toda la vida”, subrayan esas mismas fuentes.

También por primera vez algunos secretarios generales provinciales, en quienes hasta ahora se había apoyado el líder del PSOE-A, como el de Cádiz o la de Córdoba, se han abierto a incluir a todas las familias socialistas en el proyecto, una de las principales reivindicaciones de quienes han cuestionado la estrategia de Espadas. Las fuentes consultadas también llaman la atención sobre el hecho de que solo el secretario provincial de Granada haya mencionado expresamente a Espadas como candidato para 2026. “Los demás no lo han nombrado de manera directa”, señalan. En el comité director de enero, el secretario general pidió expresamente el apoyo para repetir como candidato a la Junta en 2026.

Los críticos han defendido la necesidad de un nuevo proyecto político, una nueva estrategia y contar con todos, coinciden las fuentes consultadas. Espadas ha comenzado su intervención apelando al efecto de las sentencias del Constitucional y su redefinición de las responsabilidades penales de las cúpulas de los gobiernos socialistas. “El Tribunal Constitucional ha hablado alto y claro. El PP construyó una mentira que acabó convertida en una verdad en una sentencia, una verdad que acatamos, pero no compartimos porque era falsa, aunque no nos escucharon”, ha señalado Espadas, que ha reprochado a la formación de Moreno haber utilizado los más de 10 años que ha durado la investigación de la pieza política en “dañar la imagen, la credibilidad y la confianza de los ciudadanos en el PSOE y que ha intentado borrar 37 años de gobiernos socialistas, que ahora el PP está gestionando y que aún no ha aportado nada positivo a los andaluces”.

Para el secretario general, la imagen de dos expresidentes de la Junta y sus consejeros sentados en el banquillo ha sido “una losa” que “algo tuvo que influir a la hora de ir a votar”, pero ha centrado en la falta de participación en las citas electorales la principal causa de los malos resultados que lleva cosechando en las últimas cuatro citas electorales desde que asumió el liderazgo en su partido y en las que el PP ha capitalizado todo el poder territorial. “El problema para poder avanzar, para obtener triunfos en el gobierno autonómico y recuperar ayuntamientos es la participación. El PSOE no puede ganar con un 47% de participación en las elecciones europeas”, ha señalado. Y para revertir esa tendencia ha pedido a los miembros de su partido que asuman todos la consigna de que lo “principal es que al ciudadano le lleguen las políticas que hacemos, cómo creemos que debemos mejorar y crear una alternativa a Moreno Bonilla”. Y en esta línea, ha reclamado a todas las casas del pueblo que a partir de septiembre expliquen “lo que ha pasado con la sentencia de los ERE y con la gestión” del presidente andaluz.

“Hay que hacer pedagogía y explicarle al ciudadano qué es una política de derechas y otra de izquierdas”, ha concluido. Espadas ha puesto como ejemplos de la mala gestión de Moreno la que considera pésima situación de la sanidad pública andaluza y de la dependencia. “Con el mismo modelo de financiación y con el mayor presupuesto de la historia, la situación es mucho peor”, ha indicado en relación con la primera.

Pero ese cuestionamiento del mal estado de los servicios públicos es el que le ha servido a los críticos para cuestionar la estrategia de oposición. Varios de los intervinientes han pedido revisarla porque, si toda la gestión de Moreno es tal nefasta, algo falla para que el PSOE-A no lidere el cambio en la comunidad, indican las fuentes consultadas. Espadas también ha sido interpelado directamente por compaginar su cargo como líder de la oposición en Andalucía con el de portavoz en el Senado, provocando que sea él quien tenga que defender los acuerdos con los independentistas, en una comunidad donde eso tiene un alto coste electoral.

También se ha cuestionado abiertamente el cambio en la ejecutiva que Espadas realizó en el anterior comité director de enero y en el que prescindió de los teóricos números dos y tres del partido y creó un gobierno en la sombra para intentar ahormar una alternativa. Los críticos han señalado que la reestructuración no ha dado resultado. El secretario general, sin embargo, ha invitado a los asistentes a leer el documento que se encontraba detrás de un código QR que se les ha proporcionado en el que el Gobierno en la sombra ha elaborado un análisis de la situación de la sanidad, como ejemplo de la relevancia de ese grupo asesor. Luego, ha remarcado, vendrán otros relacionados con vivienda y otras cuestiones clave en la sociopolítica andaluza.