El Gobierno y la Generalitat pactan el inicio del traspaso de Rodalies en 2025 en plena negociación por la investidura de Illa

La Generalitat y el Gobierno han alcanzado este jueves un acuerdo sobre el inicio del traspaso de la línea 1 de Rodalies de Renfe, cuyo proceso se iniciará en enero del próximo año. Tan solo se trata un compromiso para tener el documento cerrado en el que se especifiquen los pasos a dar para cerrar una operación que el Gobierno central siempre ha considerado muy compleja, pero es todo un gesto ante la actual negociación entre ERC y el PSC para la investidura de Salvador Illa. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha solicitado insistentemente la necesidad de calendarizar el traspaso de la red de trenes de corta distancia a la que se comprometió en primera instancia el PSOE para garantizar la reelección presidencial de Pedro Sánchez.

Ese documento en el que ya se trabaja para la línea R1, la que avanza por el litoral del norte de Barcelona, debería ser la guía a replicar en los casos de las otras dos líneas que se traspasarán, la R2 y R3, cuyos respectivos documentos estarán listos en diciembre de 2025. En paralelo se trabaja en los elementos de la operadora que relevará a Renfe --denominada Rodalies Cat--y de las negociaciones habría surgido también el compromiso de elaborar un nuevo Plan Rodalies para el periodo 2026-30.

Rovira aguó el pasado lunes las expectativas sobre el avance de las conversaciones con los socialistas, de cara a investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Sin embargo, la voluntad de ambas partes para lograr el pacto sigue intacta, tanto así que ese mismo día la propia Rovira se reunió con Lluïsa Moret, número dos del PSC y coordinadora de las negociaciones. En el encuentro, que trascendió este jueves, la republicana insistió en el cumplimiento de compromisos pendientes de cara a facilitar su voto afirmativo, una carpeta en la que el Gobierno central tiene mucho que decir y de ahí que en ERC haya pedido verse con Pedro Sánchez.

Rovira y Moret no se conocían personalmente y ambas partes han considerado adecuado propiciar el encuentro, una vez la republicana ya es en Cataluña tras seis años y cuatro meses de intentar driblar la acción de la justicia española viviendo en Suiza. La idea es intensificar unas negociaciones que pivotan sobre la mejora de la financiación de la Generalitat pero donde las posiciones están muy alejadas. Mientras que ERC pide salir del sistema común y tener una fórmula similar al concierto vasco, recaudando todos los impuestos y con una aportación a un fondo de solidaridad interterritorial, los socialistas ofrecen poner en marcha una figura contenida en el Estatut, el Consorcio Tributario.

Tras su llegada de Suiza, hace una semana, Rovira pidió una reunión de “alto nivel” con los socialistas. “Con la presencialidad ganaremos y tengo muchas ganas de explicarle a Sánchez que aún se ha de mover más por Cataluña”, aseguró la secretaria general de ERC en una entrevista a Nació Digital el pasado fin de semana. El pasado lunes, tras la primera reunión de la Permanente del partido, Rovira insistió en la necesidad de reunirse con Sánchez pero la ministra portavoz Pilar Alegría aseguró el pasado martes, en el Consejo de Ministros, que ese encuentro no estaba ni agendado.

Aunque el plazo para evitar una repetición electoral vence el día 26 de agosto, la cúpula de ERC optó por acotar el periodo de negociaciones hasta el día 31 de este mes. Antes de esa fecha, dijo Rovira el pasado lunes, ha de estar listo un preacuerdo que se pueda llevar a las bases, que podrán avalarlo o no en una consulta telemática y presencial cuya fecha no está definida. Si no lo hay, se levantarán de la mesa de negociaciones para que Illa explore otros posibles pactos.

La dirección de los republicanos, con muchos frentes abiertos como la pugna interna por el liderazgo o la crisis desatada por el papel de varios cargos en la campaña de los carteles contra los hermanos Maragall en las pasadas elecciones municipales, tendrá que emplearse a fondo para intentar convencer a unas bases muy dudosas sobre el pacto con los socialistas. De ahí que se quiera tener también margen de tiempo para explicarlo y debatirlo en las diferentes agrupaciones antes de hacer la consulta donde los 8.700 afiliados podrán posicionarse.

A esa gira para explicar el eventual texto del acuerdo, Rovira aspira llegar también bajo el brazo con gestos de los socialistas que den credibilidad a su propuesta. El principal es el cumplimiento de los acuerdos adquiridos en otras negociaciones anteriores, como la investidura del propio Sánchez. Esa lista incluye, entre otros, la quita de 15.000 millones de deuda de la Generalitat con Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), avances en el traspaso de Rodalies o completar el traspaso del Ingreso Mínimo Vital.

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