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Andalucía encadena dos planes de choque para paliar el deterioro de su sanidad

Las listas de espera, un indicador clave para calibrar su estado, aumentan en 200.000 personas en solo dos años y la Junta avanza un segundo intento de frenar el deterioro ante el fracaso del anterior

Varios usuarios en el Hospital Doctor Muñoz Cariñanos, antiguo Hospital Militar de Sevilla, el pasado marzo.
Varios usuarios en el Hospital Doctor Muñoz Cariñanos, antiguo Hospital Militar de Sevilla, el pasado marzo.Alejandro Ruesga
Javier Martín-Arroyo

La fotografía de la sanidad andaluza es cada día que pasa más oscura. Las listas de espera, un indicador clave para calibrar su estado, han aumentado en 200.000 personas en solo dos años, al pasar de 833.986 personas en 2021 a 1.034.292 (del 10% al 12%). Cinco años después de su llegada a la presidencia, el popular Juanma Moreno Bonilla sigue hablando de la “herencia recibida” en la sanidad y ahora anuncia su segundo plan de choque para detener el aumento de las listas de espera. Elvira Albaneda, de 77 años, está desesperada, como ese millón largo de pacientes que ven pasar los días con angustia mientras sus consultas con el médico especialista y operaciones se retrasan. Desde que se hizo la primera prueba diagnóstica el pasado junio por problemas en el páncreas, sigue a la espera de resultados y la próxima cita la tendrá el 2 de febrero.

“Solo me hicieron un TAC el 20 de agosto porque reclamé. Mi padre murió de cáncer de páncreas y no sé qué comer porque además soy diabética. Estoy muy asustada, la verdad. Antes las consultas del centro de salud estaban abiertas, hoy esto está vacío y no hay celeridad”, se queja. Albaneda lleva mascarilla negra, pero mira fijamente a los ojos en la entrada del centro de salud del Porvenir, un barrio de Sevilla. A su lado, su marido, Antonio Sánchez, remata: “Estamos indignados, pero parece que los ciudadanos somos imbéciles y la Junta solo busca el negocio mientras vamos aguantando. Además, a nosotros no nos quieren en la privada, que es un engaño. Una amiga lleva toda la vida pagando y cuando le tienen que pinchar en un ojo, la han mandado a la sanidad pública”.

Andalucía llevaba un año sin ofrecer sus listas de espera y achacó a “un fallo técnico” la falta de transparencia, mientras que la oposición y los sindicatos reprocharon que hace seis meses se ocultaron a sabiendas del empeoramiento estadístico. La Junta (PP) es consciente del deterioro continuado de su servicio público de salud y la semana pasada anunció un plan de choque millonario para revertir el enfado de más de la décima parte de su población (8,4 millones), que comprueba cómo enfermarse es un problema serio que a menudo se eterniza. El presidente, Juan Manuel Moreno, admitió en el Parlamento “problemas serios” con la sanidad y dijo que le “quita el sueño” el cuello de botella generado con la demora asistencial, en continuo ascenso.

Para paliarlo, la Junta ha previsto un plan de choque y en 2024 gastará 138 millones en actividades extraordinarias para intentar reducir las listas de espera. El problema es que Moreno ya anunció otros planes de choque en sus cinco años en el poder para arreglar las listas de espera y a largo plazo no han surtido efecto. “Los planes de choque son una práctica crónica desde 2010 cuando empezaron, son periódicos. Las listas se desbordan, luego se controlan y volvemos a lo mismo. O el Gobierno le dice a la población que se conforme, o se lo toma en serio. El problema es un déficit crónico de recursos sanitarios”, critica el presidente del Sindicato Médico andaluz, Rafael Ojeda.

Juanma Moreno
El presidente de la Junta andaluza, Juan Manuel Moreno, en el pasado debate sobre el estado de la comunidad.Alejandro Ruesga

La Junta alega que el presupuesto global de Andalucía ha crecido estos años hasta los 14.200 millones y que el tiempo de espera para operarse ha bajado de media 75 días desde 2018, hasta situarse hoy en 139 días de media. Sin embargo, el gasto por habitante sigue en el furgón de cola del país y solo los pacientes de Canarias, Cantabria y Extremadura esperan más para operarse que los andaluces. Para las consultas con el especialista la demora media está en 121 días, solo superada por Canarias.

A pesar de admitir la grave grieta de las listas de espera, Moreno pidió en el debate de la comunidad “no hacer demagogia ni crear alarma” porque cree que la situación está hoy “mejor de como lo encontramos en 2019″, cuando el Partido Popular llegó al poder en Andalucía tras 37 años de Gobiernos socialistas. Sin embargo, los datos le contradicen: a principios de 2019 había en lista de espera 843.538 andaluces y el pasado junio eran 1.034.292, la última cifra ofrecida recientemente por el Ministerio de Sanidad, que recopila datos de todas las comunidades autónomas.

Por si fuera poco, hace una semana la Junta se vio obligada a rectificar el último contrato de 200 millones del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para concertar con la sanidad privada, lo que retrasará aún más la bajada de las listas. El Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de la Administración anuló el procedimiento de adjudicación tras admitir el recurso de una empresa. La oposición ha pedido la dimisión de la consejera de Salud, Catalina García, tras la sucesión de malas noticias sobre las listas de espera.

Daniel Gutiérrez, responsable del gabinete de estudios de sanidad para CC OO, censura que un lustro después de acceder al poder, Moreno siga hablando de la herencia recibida del Gobierno socialista de Susana Díaz: “La pandemia tuvo menor incidencia en Andalucía que en otras regiones y comparativamente lo ha hecho peor y cinco años después les han subido sus propias listas de espera. El verdadero plan de choque es derivar a la privada”. CC OO censura que los conciertos para operar en la sanidad privada continúen al alza en Andalucía y los hospitales privados han recibido un 33% más de dinero público, pero no esto no ha reducido la espera, sobre todo en las provincias de Huelva y Jaén, donde la situación es más crítica. El concierto con la privada asciende a 734 millones para los próximos cuatro años.

Una portavoz de la Consejería de Salud y Consumo, admite que no puede dar fechas para la mejora de las listas de espera, pero confía en que en el próximo corte de cifras, en junio de 2024, “baje o al menos se mantenga”. “Con medios propios estamos haciendo más, tardes, festivos y fines de semana para reducir las listas de espera”, asegura esta portavoz.

La temperatura de las listas de espera es más alta en Andalucía que en el resto del país. Mientras que hay 4,4 millones de pacientes en todo el país, el 9,6% de la población, en esta comunidad el porcentaje sube hasta el 12%. Uno de cada cuatro españoles en lista de espera es andaluz, pese a que la población representa solo el 18%, muy lejos del 25%.

Como solución, CC OO plantea optimizar los recursos para un mejor uso de quirófanos, consultas y pruebas diagnósticas, así como una “verdadera política de incentivos” y adecuar las ratios de profesionales, entre otras medidas, para conseguir de una vez bajar las listas de espera, en subida escalonada los últimos años.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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