Sentencias en las marquesinas del bús: El exjefe de Ausbanc coloca carteles con su condena por difamar a Facua

Jesús Fuentes espera en la parada de autobús de la calle Castilla del barrio sevillano de Triana. Pero no está pendiente de que llegue el 43 porque está leyendo un extraño cartel que desde ayer aparece colocado en esa marquesina y en otras varias de la capital andaluza y de Málaga. Es el fallo de una sentencia de 2017 por la que el Juzgado de Primera Instancia Número 10 de Sevilla condenaba al entonces presidente de la pseudoasoción de Usuarios de Servicios Financieros (Ausbanc), Luis Pineda, por un delito contra la intromisión al honor de la organización de consumidores Facua. El anuncio impreso forma parte del cumplimiento de esa resolución, que fue pionera por obligar al antiguo dirigente a publicar la condena en los mismos soportes en los que se publicó el contenido difamatorio, que consistió en una campaña publicitaria en la que se mostraban portadas del periódico de Ausbanc, Mercado de Dinero, con caricaturas del presidente de Facua y su portavoz y mensajes difamatorios con textos como: “se busca”, “métodos mafiosos”, “oscuros negocios”…

Aunque Fuentes tiene 72 años, no recuerda que en 2014 varias marquesinas de Sevilla, Málaga y Jaén acogieron durante dos meses una campaña de Ausbanc en la que aparecían las portadas de marzo y abril de ese año de su periódico Mercado de Dinero en las que aparecía la imagen del portavoz de Facua y actual secretario general, Rubén Sánchez, sobre las frases: “Se Busca, Rubén Sánchez, campeón de las subvenciones” y el titular: “Facua/Sánchez, ¿un fraude para los consumidores?”; o una moneda con las caras de Sánchez y el entonces presidente de Facua, Francisco Sánchez Legrán, con el texto: “Facua, la casa nostra”. Facua instó al Ayuntamiento, gobernado entonces por el popular José Ignacio Zoido, a retirar los carteles por incumplir la ordenanza sobre publicidad tras la publicación de la primera portada, pero Ausbanc contrató una segunda.

Además de a publicar la condena en los mismos soportes publicitarios urbanos donde se publicitó la campaña difamatoria y en los medios de comunicación impreso y digital de Ausbanc —ya extintos―, la sentencia de 2017 condenó a Pineda y a su director de publicaciones, Luis Suárez Jordana —alto cargo en el primer gobierno de Aznar y condenado también por estafa― a indemnizar a FACUA de manera solidaria con 15.000 euros y a Pineda, exclusivamente, a abonar 1000 euros, publicar el fallo en su cuenta personal de Twitter y a eliminar un tuit dirigido al actual eurodiputado de Vox, Hermann Tertsch, en el que aseguraba que la organización de consumidores había tratado de frenar su campaña de carteles en las paradas de autobuses con “coacciones y métodos mafiosos”.

Los tres años que Pineda pasó en prisión provisional tras su detención en 2016 en el marco de la Operación Nelson por la que se desmanteló Ausbanc, han retrasado la ejecución de esta sentencia, explica Rubén Sánchez a este diario. “Hace unos meses le planteamos al juzgado que instara al cumplimiento de la sentencia. El abogado de Pineda nos planteó un acuerdo por el que se abonaba la indemnización y el importe para la colocación de los carteles que ha sido visado recientemente en los tribunales”, explica Sánchez. El diseño de los posters que cuelgan de algunas marquesinas de Sevilla y Málaga lo ha encargado Facua, confirma su secretario general.

Este es un logro que refuerza el prestigio de Facua, pero también es una victoria personal para Sánchez, que, sin embargo, no compensa, asegura “el dolor que sufrió entonces”. “En aquella época recuerdo cómo me llamó mi madre llorando cuando vio mi cara en la parada de autobús de su casa o cómo tuve que darme la vuelta con mis hijas, que empezaban a leer, al ver uno de los carteles”, sostiene. “Eso no te lo compensa ni esta campaña ni todas las sentencias que haya podido ganar”.

30 tuits en 30 días

Y es que este es el último fallo judicial que se ejecuta relacionada con la campaña de bulos difundida contra Facua y sus responsables por Ausbanc y Pineda a través de sus medios de comunicación o la cuenta de Twitter de su antiguo presidente. Y, como en el caso de la actual, que impone como obligación de hacer la difusión del fallo en los mismos soportes en los que se publicaron las difamaciones, las otras también fueron pioneras en cuanto a las obligaciones impuestas a Pineda.

La primera sentencia, inédita hasta la fecha, se dictó en 2015, tras una demanda a título particular de Sánchez, y condenó a Pineda a publicar en su Twitter el fallo condenatorio por difamación 30 veces durante 30 días consecutivos en horario de mañana o de tarde, además de a borrar todos los mensajes en esa red social con el contenido falso y difamatorio contra el portavoz de Facua y a abonarle 4.000 euros. Era la primera vez que se condenaba a publicar una sentencia en redes sociales y, cuando este se negó a hacerlo alegando que había olvidado la contraseña. Pineda la recordó en cuanto el demandante solicitó al juzgado que le impusiese una multa diaria hasta que lo hiciese cumpliera con la pena. También fue la primera vez que se le habilitó una sala a un preso para que pudiera abrirse otra cuenta de Twitter.

La segunda sentencia, también en respuesta a una demanda personal de Sánchez, condenó a Pineda a abonarle 80.000 euros por un delito contra su honor, también una de las más altas por la vulneración de este derecho impuestas en nuestro país. Facua, como tal, también ha ganado otro pleito en el que se reconoció que Pineda a través de varios tuits contra la organización y Sánchez había incurrido en “una intromisión ilegítima en el honor de la demandante, en cuanto que el desprestigio que con tales afirmaciones o expresiones se pretende de su portavoz ha de afectarle y repercutirle necesariamente de modo indudable en la consideración pública de la asociación que representaba”.