Rojas-Marcos calienta el 28-F y reclama a Moreno que “desmonte la manipulación” del PSOE sobre la autonomía
El exdirigente andaluz ha encontrado en el Gobierno del PP a un interlocutor que escucha a sus demandas
A sus 82 años y pico, el fundador del Partido Socialista de Andalucía, luego Partido Andalucista, Alejandro Rojas-Marcos, mantiene vivo su pulso político contra el PSOE, la formación que capitalizó la autonomía andaluza y gobernó la comunidad durante casi 37 años seguidos. En vísperas del 43 aniversario del referéndum del 28 de Febrero de 1980, por el que Andalucía accedió a su autogobierno por la vía rápida de la Constitución, Rojas-Marcos no oculta que aún le duelen esas pintadas que llenaron las paredes de Andalucía: “Rojas-Marcos, traidor”, “Andalucistas, traidores”.
En nombre de lo que ha llamado las “víctimas andalucistas”, el exalcalde de Sevilla ha pedido este martes “al presidente Juanma [Juan Manuel Moreno]” que desmonte “la gran mentira histórica” urdida, según él, por el PSOE sobre la conquista de la autonomía andaluza. “Si el antiguo poder de los últimos 40 años manipuló, le toca ahora al nuevo poder deshacer esa manipulación”, ha dicho durante la presentación del libro 28-F. Toda la verdad sobre la conquista de la autonomía por el pueblo andaluz, del profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Pablo de Olavide, historiador y ex secretario nacional de Comunicación del PA, José Luis Villar.
El motivo que le ha llevado a escribir este libro es la de combatir la “fake news [noticia falsa] de que el PSOE construyó la autonomía y el PA fue el que traicionó el proyecto”, ha dicho Villar. Este repasa el Diario de Sesiones del Congreso, documentos oficiales, crónicas periodísticas de la época, que preludiaban el desmoronamiento de la UCD de Adolfo Suárez y la llegada del PSOE de Felipe González, para combatir la idea de que el PA apoyó la vía lenta de acceso de la autonomía (artículo 143 de la Constitución). Eso no es cierto, aunque como admite Villar, esa idea quedó en el “subconsciente de los andaluces” por “la gran manipulación” y “el estropicio” que el relato oficial “impuso durante 40 años, ha sentenciado Rojas-Marcos.
El PA, un partido que ya no existe y que dejó de tener presencia en el Parlamento andaluz tras las elecciones de 2008, jugó un papel relevante en el desbloqueo que se produjo tras el referéndum del 28-F. Las condiciones leoninas impuestas en la ley orgánica de Referéndum, pactada por UCD y PSOE, obligaban al voto afirmativo del 51% del censo -no de electores- de cada provincia para que prosperara. En Almería, ese requisito no se superó. La fórmula para resolver un problema político de gran magnitud y en medio de una batalla partidaria formidable para ver quién representaba mejor las reivindicaciones autonomistas de los andaluces, la facilitó el PA. Esgrimió el artículo 144 de la Constitución. PSOE y PCE se opusieron. La solución llegó a través de una proposición de ley firmada por socialistas, centristas, andalucistas y comunistas. En ese texto no se menciona explícitamente el 144 (sino el Título VIII de la Constitución), pero sí los “motivos de interés nacional” que aparecen en ese artículo y que permitió que los diputados y senadores por Almería puedan pedir, como así lo hicieron, que se sustituya el plebiscito por una ley orgánica.
Más de 40 años después, Rojas-Marcos ha encontrado en el Gobierno andaluz del PP a alguien que escuche sus demandas. No lo logró ni siquiera cuando los andalucistas fueron coaligados durante dos legislaturas (1996-2000 y 2000-2004) del PSOE en la Junta. No consiguieron que el 4 de diciembre de 1977, cuando se celebraron las multitudinarias manifestaciones en favor de la autonomía, tuviera un reconocimiento especial, algo a lo que el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, sí ha accedido declarando esa fecha el Día de la Bandera.
Por el contrario, sí empujaron para comprar por 492 millones de pesetas (casi tres millones de euros) a los herederos del llamado padre de la patria andaluza la Casa de Blas Infante en Coria del Río (Sevilla) y que hoy es sede el Museo de la Autonomía. Según Rojas-Marcos, en ese museo se encuentra “el cuerpo del delito: lo que debería ser el santuario del andalucismo, lo han convertido en la catedral del PSOE. Un sacrilegio político”. Rojas-Marcos ha contado las fotos que se exponen en el recinto: 41, solo tres de Infante y 12 del primer presidente electo de la Junta, el socialista Rafael Escuredo. “Nadie puede negar el papel extraordinario de Escuredo en la conquista de la autonomía, pero Blas Infante es Blas Infante”, ha dicho.
Desde que puso un pie en San Telmo, Moreno ha seguido el manual que los socialistas dejaron escrito durante su larga etapa de gobierno. En uno de los primeros capítulos se aconseja mimetizarse con el paisaje para lograr lo que el PSOE consiguió: ser el partido que más se parece a los andaluces. En ello anda el presidente de la Junta y la mayoría absoluta lograda en junio del pasado año apunta a un periodo de hegemonía popular si no hay deterioro grave de los servicios públicos. Moreno proclama que Manuel Clavero Arévalo, el ministro de la UCD que dimitió por las condiciones del 28-F, es el “padre de la autonomía moderna”; ha prometido mantener el nombre de Manuel José García Caparrós, asesinado en Málaga en la manifestación del 4 de diciembre de 1977, en “un lugar destacado en la crónica democrática de Andalucía” aunque no hay aprobado ningún censo de víctimas como obliga la ley andaluza de Memoria Democrática; y ha apoyado la desclasificación de las actas de la comisión de investigación del Congreso sobre este caso. Darle sitio a Rojas-Marcos forma parte de esta estrategia. El andalucista, que dice que es un político pasivo, está encantado: “El PSOE nos copiaba y daba leña al mono; Juanma sonríe y apoya lo que decimos”.
Medallas de Andalucía
En ese camino se enmarca la creación de la medalla Manuel Clavero, dentro de las distinciones con motivo del 28-F, que en esta edición ha recaído en la directora teatral y exdirigente de Izquierda Andalucista, Pilar Távora, y en la empresaria Mercedes Moll. Los hijos predilectos son David Bisbal, y a título póstumo, Lola Flores.
También han sido distinguidos el escritor José María Segovia Azcárate (presidente de la Real Sociedad Colombina Onubense); la Universidad Pablo de Olavide; el grupo MAS; la empresaria Silvia Peláez; el compositor gaditano Julio Pardo, a título póstumo; el pintor Juan Valdés; la Fundación Unicaja; el Real Club Marítimo Mediterráneo de Málaga; el CEIP Cándido Nogales de Jaén; el Instituto Andaluz Universitario de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos; el cirujano Ramiro Rivera López; el empresario Manuel Contreras Ramos; el grupo Siempre Así; el torero Manuel Benítez ‘El Cordobés’; María Ángeles Cayuela; la veterinaria María Sánchez Rodríguez, y la Unidad de Policía Nacional Adscrita de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
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