_
_
_
_

El Ayuntamiento de Sevilla autoriza la tala de un ficus centenario pese a que un juzgado estudia paralizarla

El Consistorio y la Iglesia justifican arrancar un árbol de 1913 sin medidas alternativas. Tres vecinos se han subido al tronco del ejemplar y han sido desalojados

El ayuntamiento de Sevilla ha autorizado la tala de un ficus centenario en el barrio de Triana.Foto: PACO PUENTES (EL PAÍS) | Vídeo: EPV
Javier Martín-Arroyo

El Ayuntamiento de Sevilla (PSOE) ha autorizado la tala del ficus centenario del barrio de Triana, cuyo tronco está siendo segado este miércoles pese a que un juzgado contencioso-administrativo estudia si declara la paralización de los trabajos. La demanda de los ecologistas presentada este martes ha sido admitida a trámite, pero aun así el Consistorio ha evitado posponer su autorización y la tala ha continuado este miércoles a pesar de las protestas de los vecinos y ecologistas. Tres vecinos se han encaramado la pasada madrugada al ficus para evitar su tala en el último momento, y los bomberos los han desalojado este mediodía. Mientras, otra veintena se ha encadenado a la acera y 200 personas han protestado frente a los policías para reclamar al Ayuntamiento que proteja el ejemplar, catalogado como árbol monumental.

A mediodía, la motosierra de los operarios ha comenzado a talar las ramas altas -de un metro de diámetro- de este árbol de 1913, mientras la savia blanca caía por el tronco hacia abajo. Desde la acera de enfrente los vecinos gritaban “asesinos” a los operarios sobre la grúa y el serrín caía como una lluvia sobre los policías, que charlaban de manera animada. Para impedir el paso a los vecinos, hasta 29 agentes han ocupado la céntrica calle San Jacinto para situarse en formación.

“Esta tala es la gota que colma el vaso de la política arboricida de Sevilla. Es un desprecio y se opta por la vía rápida, cortar por lo sano, y no existe un informe de un botánico o arborista que defina el estado del ficus, que está sano”, protesta Valle López Tello, portavoz de la asociación Ni un árbol menos. Los vecinos están indignados porque la tala está sustentada solo en la decisión de la Iglesia de San Jacinto, que encargó un informe de un arquitecto para valorar los daños que sufre el templo adyacente al ficus. El Ayuntamiento considera que el criterio del arquitecto contratado por la Iglesia es suficiente y que no hay alternativas para hacer compatibles el árbol y la seguridad de los peatones. Una petición en Change.org acumula 50.000 firmas para impedir la tala.

Desalojo de los vecinos subidos al tronco del ficus de Sevilla. Foto: PACO PUENTES

A pesar de que el ejemplar está catalogado como árbol monumental y tiene 110 años de antigüedad, el Consistorio ha ignorado a los colectivos vecinales y ecologistas, que han reclamado informes independientes -y no de parte- para valorar el estado del ficus y estudiar posibles alternativas a la tala. Los colectivos ecologistas han interpuesto ayer una denuncia ante el juzgado de guardia contencioso-administrativo de la capital andaluza para que paralice la tala, y el juez tiene ahora 72 horas para decidir sobre la adopción de medidas urgentes que lo eviten. Sin embargo, el Ayuntamiento tiene prisa y no ha esperado a la decisión del magistrado de guardia. Esta mañana varios bomberos han asesorado a la Policía Local sobre cómo desalojar a los tres vecinos que se han encaramado al árbol y continuar los trabajos.

Encadenado a la valla que rodea el árbol estaba esta mañana el exvicealcalde de Sevilla Emilio Carrillo: “Toda actuación tiene un protocolo, y si se cae una fachada se repara. La diferencia es que hablamos de un ser vivo, catalogado como bien cultural. ¿Por qué no se obliga a la propiedad a cuidar el árbol y si esta alega que no tiene dinero el Ayuntamiento lo mantiene de manera subsidiaria? No culpen al árbol de su negligencia”, avisa a los políticos del partido socialista a los que lideró hace una década. La comisión provincial de Patrimonio Histórico de la Junta dictaminó por unanimidad el pasado abril que debía protegerse la iglesia, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), procurando tomar “las medidas necesarias previas al apeo”. Es decir, apurar las alternativas a la tala del ficus. Además, la Junta recomendaba que la seguridad de las personas debería estar determinada por especialistas, cuya opinión los ecologistas denuncian no ha sido consultada por el Ayuntamiento.

La asociación de jardineros andaluces Amja ofreció hace dos meses al Consistorio que sus expertos elaboraran un diagnóstico del ejemplar, pero no ha recibido respuesta. El paisajista Ricardo Librero recuerda que un grupo de expertos ha propuesto al Ayuntamiento por una parte levantar una pérgola con forma de L que proteja a los peatones y desactive el peligro de inseguridad que genera la caída de ramas, y por otra colocar una barrera antiraíces para proteger la iglesia. “La Junta no ha dado su visto bueno a la tala, ha recomendado contratar a los técnicos para preservar el bien arquitectónico [la iglesia] y el paisajístico [el árbol]. El catálogo de árboles singulares de Sevilla lleva dos años elaborado y no se ha publicado por esta tala”, denuncia.

El Consistorio alega que la licencia de la tala se aprobó el pasado 31 de mayo tras los informes de la Comisión provincial de patrimonio y parques y jardines (de la Junta) y el aportado por la Iglesia. “La licencia no se recurrió en todo ese tiempo y ahora han pedido la suspensión cautelar cuya notificación no nos ha llegado”, afirma un portavoz municipal. “Una vez que nos llegue el emplazamiento del juzgado, el Ayuntamiento se personará y pondrá a disposición del juzgado toda la documentación que nos pueda requerir”, añade. Sin embargo, el Consistorio no aclara por qué autoriza una tala sobre la que está decidiendo un juez, una decisión irreversible, y avanza que se pondrá a disposición de la justicia cuando la tala ya esté consumada. Juan Manuel Flores, portavoz municipal, aduce: “El Ayuntamiento autoriza a la parroquia la única posibilidad en el contexto urbano, en una zona de alto tránsito. A la propiedad [la Iglesia] le corresponde las decisiones para continuar el apeo del árbol y apoyaremos lo que la parroquia decida”, ha añadido.

La parroquia de San Jacinto, cuyo párroco ha rechazado hablar con este diario, ha echado balones fuera en un comunicado: “El ejemplar se ha convertido en un cáncer que crece de forma desmesurada en el lugar menos adecuado, aunque algunos sigan pensando que es como un bonsai que podemos manejar a nuestro antojo con el cuidado necesario”. Hace un año y medio una mujer resultó herida grave tras la caída de una rama de gran tamaño del ficus.

Ficus centenario Sevilla
Un operario se dispone a talar parte del ficus, este miércoles.PACO PUENTES

La plataforma En defensa del ficus de San Jacinto critica que el párroco de la iglesia les engañó al convocarles a una reunión a sabiendas de que la tala comenzaría antes: “Es increíble que el párroco nos haya engañado. Pedimos informes de biólogos independientes y si es peligroso realmente, que lo digan los expertos, no un arquitecto. Exigimos nuestro derecho a la salud y al medio ambiente en un momento gravísimo de emergencia climática”, denuncia Dolores Rumi, portavoz de la plataforma Salva tus árboles.

López Tello censura: “La iglesia anglicana muestra una reverencia para que sus iglesias convivan con los árboles, justo lo contrario que en España. Y mientras el Ayuntamiento de Sevilla se reúne con otras ciudades para luchar contra el cambio climático, se cree que la ciudadanía es idiota. Este será el cementerio político del alcalde Antonio Muñoz si no reacciona a la protesta”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_