Traslado nocturno de pacientes críticos de Baza a Granada: cambio de ambulancia a mitad de camino en una gasolinera
El hospital bastetano ha realizado en octubre tres desplazamientos de enfermos muy graves con dos vehículos diferentes y con trasvase a mitad de camino


Antonia Marín Sánchez no daba crédito a lo que veían sus ojos aquella noche del pasado 9 de octubre. Conducía su coche detrás de una ambulancia medicalizada en la que viajaba su marido, que acababa de sufrir un infarto en su casa de Huéscar (Granada) y varias paradas más en las últimas horas. En el hospital de Baza le habían dicho que el cateterismo que su marido necesitaba requería traslado a Granada, al Hospital Virgen de las Nieves, y que harían un cambio de ambulancia en Guadix. Pero al llegar a Guadix no pasó lo que ella suponía. “Imaginaba que entraríamos al hospital, haríamos el cambio y seguiríamos”. Pero no. La parada fue en un área de servicio. Y allí, entre el lavadero de coches y la gasolinera, se alinearon las dos ambulancias e hicieron el cambio.
Aunque había sufrido tres paradas en las últimas tres o cuatro horas, a las 11 de la noche y “con frío”, recuerda Antonia, Toñi, bajaron al paciente en su camilla, lo metieron en el otro vehículo, le desconectaron los aparatos de la ambulancia que lo traía, lo enchufaron a los nuevos y siguieron su camino. “Me quedé perpleja por lo que pasó allí”, comenta días después. Ese trasiego requirió de al menos 15 minutos.
Todo comenzó a media tarde de aquel día, cuando el marido de Antonia sufrió el infarto. En el centro de salud de Huéscar lo remitieron al hospital de Baza y de allí, al de Granada. Era ya de noche. Como paciente crítico que era, si hubiera sido durante el día, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias 061 (EPES 061) lo habría trasladado en helicóptero –hay uno para la provincia– o en UVI móvil, por carretera, en un servicio subcontratado con la empresa Los Ángeles, que dispone de una UVI rodante para toda la provincia 24 horas al día.
Por la noche el helicóptero no vuela y el servicio nocturno lo prestaba la subcontrata, conocida en el sector como “los ángeles de la noche”. Y si estos no estaban disponibles, lo hacía un equipo del propio servicio de urgencias del hospital bastetano. Y siempre, en un traslado sin paradas. Hasta septiembre. Desde entonces, no hay ángeles de la noche desde Baza, ni servicio de urgencias del hospital disponible para traslados.
UGT ha denunciado que desde octubre los desplazamientos nocturnos se hacen tal y como lo vivió Toñi: de Baza a Guadix, con parada en una gasolinera donde espera otra ambulancia medicalizada llegada de la capital. En el mes de octubre se han realizado tres traslados similares y un cuarto llegó a activarse para ser desactivado en el último minuto.

Un sanitario conocedor de lo ocurrido explica a EL PAÍS que esto ha llegado de un día para otro, sin aviso. Los médicos de urgencias del hospital, comenta, se niegan a seguir haciéndolo: “En primer lugar, no es realmente su función y, además, les han empeorado las condiciones. Antes lo hacían localizados –disponibles desde casa– y ahora lo tienen que hacer presentes en el hospital, entre otras cosas”. Y como ellos no lo hacen y los ángeles de la noche no están disponibles para todo el trayecto, la gerencia del hospital ha decidido que sean entonces los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) de Baza, los médicos que atienden urgencias en el centro de salud, quienes hagan los traslados de estos pacientes críticos.
En Baza, hay dos SUAP que se encargan de la localidad y de varios pueblos de alrededor, con hasta 30.000 personas a su cargo. Estos equipos atienden en el propio centro de salud de Baza y también prestan servicio domiciliario. Las noches que hacen traslados hasta Guadix, las 30.000 personas se quedan con solo una ambulancia y un equipo disponible. “Y, además, tampoco está en nuestras funciones esos traslados fuera de nuestro terreno”, comenta alguien del centro que prefiere no dar su nombre.
Toñi recuerda, aún desde el hospital granadino en el que su marido sigue ingresado, que la escena del cambio de ambulancia en la gasolinera fue surrealista. “Estaba mirando aquello y cuando se bajó el médico le pregunté: ‘¿Esto es verdad?, ¿Esto de verdad está pasando?”. Toñi explica que no se queja de la atención médica, “mi marido sigue vivo gracias a ellos”, sino del trato denigrante y vejatorio de hacer un traspaso de un paciente crítico en una gasolinera. Y, además de todo, expone al paciente crítico a condiciones climáticas adversas y a la falta de un entorno estéril y seguro.
A la pregunta de Toñi de aquella noche, de si está pasando, la respuesta es que sí. Y no solo en esos últimos traslados nocturnos de Baza a Granada, 102 kilómetros y poco más de una hora de coche sin paradas. En el hospital de Guadix llevan algunos años haciendo el traslado, 52 kilómetros y 40 minutos al hospital de referencia granadino, con cambio de ambulancia a mitad de camino.
El primer vehículo recorre 30 kilómetros, se sale de la autovía y ahí, en el mismo desvío a pie de carretera, cambian al paciente al vehículo que completará el camino. Fuentes sanitarias conocedoras de esta situación reconocen que el SUAP de Guadix se moviliza solo esporádicamente, “si los ángeles tienen dificultades, algo que tampoco es raro porque su única UVI móvil cubre toda la provincia e inclusos traslados interprovinciales”.

Tras la denuncia pública de UGT, reconocen estas fuentes, no se ha vuelto a requerir a los médicos de familia del centro de salud para ningún transporte. Pero tampoco se ha vuelto a la situación original. “Solo están haciendo el esfuerzo de no activarlos, por la polémica, y aguantan a los pacientes más tiempo en el hospital hasta la disponibilidad de los ángeles por la mañana o los trasladan, sin UVI y solo con enfermera, sin médico”. En este caso, continúa, se trata de “pacientes en el límite que antes siempre trasladaban con médico y enfermera para más seguridad y ahora solo con enfermera”.
La Junta de Andalucía, preguntada por este diario –y repreguntada ante la inconcreción de su respuesta– sobre las razones para estos traslados en dos fases y si era una medida temporal o permanente, se ha limitado a contestar que “Granada dispone de una unidad específica para el traslado de pacientes críticos entre hospitales, dotada de médicos, enfermería y técnico de emergencia para cubrir los traslados interhospitalarios. Están apoyados por los equipos terrestres y aéreos del 061, de acuerdo con lo establecido en un plan de actuación para toda la Comunidad”.
En cualquier caso, según los sanitarios que conocen el caso, la dirección del Hospital de Baza programó una reunión a la que debía asistir el EPES 061, los sanitarios y la dirección del centro. El 061 no se presentó y la información que se trasladó es escasa: la situación seguiría así hasta que apareciera una solución, sin especificar cuál. Quienes conocen el caso se refieren a esto como “un intento de normalizar una situación irregular”.
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