Ir al contenido
_
_
_
_

García Ortiz en la apertura del año judicial: “Si estoy aquí como fiscal general es porque creo en la justicia y en las instituciones que la conforman”

El fiscal general defiende su participación en el acto presidido por el Rey tras las críticas de los conservadores: “Soy plenamente consciente de las singulares circunstancias de mi intervención”

El Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, durante su intervención en la sede del Tribunal Supremo este viernes. Foto: Chema Moya (Pool/EFE) | Vídeo: EPV
Reyes Rincón

Toda la atención estaba puesta este viernes en el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a la espera de que se abra juicio contra él por un delito de revelación de secretos vinculado a la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Su intervención en la apertura del año judicial ha disparado en los últimos días la tensión en torno a este acto y, llegado el momento, había expectación por cómo lo afrontaría el jefe del Ministerio Público y en qué medida aludiría a su anómala situación. García Ortiz lo ha hecho de forma breve, pero directa. “Soy plenamente consciente de las singulares circunstancias de mi intervención”, ha señalado el fiscal general nada más empezar su discurso en el acto más solemne del curso judicial, presidido por el Rey. “Si estoy aquí como fiscal general del Estado es porque creo en la justicia y en las instituciones que la conforman. Creo en el Estado de derecho, en la independencia del Poder Judicial, en los principios de legalidad e imparcialidad. Y, por supuesto, también en la verdad”, ha afirmado el jefe del ministerio público.

La presencia e intervención de García Ortiz en la ceremonia que se celebra en el Tribunal Supremo, donde él, previsiblemente, será juzgado en los próximos meses, ha sido fuertemente criticada por los vocales del Consejo General del Poder Judicial propuestos por el PP y por las asociaciones mayoritarias de jueces y fiscales. El jefe del Ministerio Público, aunque no ha aludido expresamente a esas críticas, sí las ha contrarrestado al recordar que el de este viernes es un “acto solemne y reglado presidido por el Jefe del Estado” y que su participación está prevista en la ley (artículo 181 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).

La referencia a su situación judicial, insólita en la reciente etapa democrática para un fiscal general del Estado, ha ocupado apenas un minuto de la media hora que ha durado su discurso. El segundo folio de los 36 que ha leído íntegramente con semblante serio y patente nerviosismo, sobre todo al inicio, después de que Felipe VI, también con gesto grave, le diera la palabra. García Ortiz se ha levantado y, como es habitual en este acto, ha intervenido directamente desde la mesa presidencial, donde también se sentaba el Rey, la presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Isabel Perelló; la Sala de Gobierno del Supremo; y el ministro de Justicia, Félix Bolaños.

“Respeto todas las opiniones que sobre el particular puedan manifestarse”, ha señalado García Ortiz, en referencia clara a la polémica que ha generado su participación en el acto. Antes de terminar su breve alusión a las circunstancias que este año le rodean, el jefe del ministerio público ha hecho “un humilde llamamiento para reclamar el máximo respeto a la función de la Fiscalía española, al trabajo de todos los fiscales”. “Creo firmemente en el Ministerio Fiscal como la institución fuerte que es. Sólida, confiable, que vertebra un país y que garantiza el cumplimiento de la Ley. Una institución enérgica, activa, que no sucumbe ante los embates o ataques de los delincuentes”, ha afirmado García Ortiz, procesado por la supuesta filtración de un correo electrónico en el que el abogado del empresario Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, admitía haber cometido dos delitos fiscales y proponía a la Fiscalía un pacto que le evitara entrar en prisión.

Fuentes del entorno del fiscal general admiten que su situación es extremadamente complicada, pero que nunca se ha planteado no acudir este viernes al Supremo porque considera que era su obligación. El jefe del Ministerio Público ha cumplido con el papel que le atribuye la ley en este acto y el protocolo se ha seguido de la forma habitual, aunque en su entorno admiten que ha evitado saludar a los magistrados de la Sala Segunda que le juzgarán al entender que no era procedente. Aunque, según estas fuentes, García Ortiz ha reflexionado muchas veces sobre si debe dimitir, está determinado a seguir en el puesto porque considera que es lo mejor para la Fiscalía, ya que lo contrario implicaría que el fiscal general del Estado puede caer por lo que él considera una falsedad (que él filtró el correo del abogado de González Amador).

Tras la referencia inicial a su situación, la intervención del fiscal general este viernes se ha centrado en presentar la memoria anual de su departamento, de la que ha destacado la “amplia actividad” en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, que abarca también la lucha contra el tráfico de drogas, una “amenaza silenciosa para la sociedad” que “va mostrando cada vez más potencial de daño”. García Ortiz ha advertido también sobre la necesidad de proteger a los menores inmigrantes, “estigmatizados y señalados públicamente por algunos sectores”. “La respuesta que como sociedad seamos capaces de dar en el presente a niños, niñas y mayores migrantes será el juicio que de todos nosotros hará el futuro”, ha apuntado.

Solo al final de su intervención, el jefe del Ministerio Público ha hecho otra alusión a las críticas que recibe, no ya por su situación procesal, sino por su supuesta lealtad al Gobierno de PSOE y Sumar. “Lejos de ser una caricatura sumisa al poder establecido que algunos tratan de proyectar, la Fiscalía española es la mejor salvaguarda para la ciudadanía y el Estado de derecho”, ha afirmado.

Álvaro García Ortiz, durante el acto de apertura del año judicial.

El rechazo de la derecha política y parte de la carrera judicial y fiscal a que García Ortiz permanezca en el cargo después de que el Supremo confirmara en julio su procesamiento, había llevado a miembros del sector más conservador a plantearse un boicot al acto de este viernes, aunque finalmente optaron por no hacerlo por temor a que se interpretara como una afrenta al Felipe VI. No obstante, la contienda política y el choque entre el Poder Judicial y el Ejecutivo ha acabado salpicando al Rey, al invocar su presencia en la ceremonia como argumento para reclamar que no participara el fiscal general. El primero en hacerlo fue el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al anunciar que no iba a acudir al acto como señal de protesta por la situación de García Ortiz y la censura de Pedro Sánchez a los jueces que investigan a su esposa y a su hermano. Al explicar públicamente su decisión, el dirigente popular cargó contra el presidente del Gobierno por “someter al Rey a que presencie este choque institucional sin precedente”.

A Feijóo le siguieron las asociaciones conservadoras de jueces y fiscales y los vocales del CGPJ propuestos por el PP, que este jueves difundieron escritos en los que, aunque fuera de forma indirecta, implicaban también a Felipe VI en la refriega política al reclamar que García Ortiz no participara en el acto para evitar su imagen con el Rey. El bloque conservador del Consejo había pedido también a la presidenta que impidiera que el ministro de Justicia, Félix Bolaños, se siente en el estrado de la sala donde tiene lugar la ceremonia, como forma de visualizar así el “rechazo” del Poder Judicial “a los ataques injustos e injustificados a los jueces por parte del Ejecutivo”.

Algunas voces habían aireado la posibilidad de escenificar algún acto de protesta en torno al discurso de García Ortiz, como no aplaudir al final de su intervención. Pero lo cierto es que los discursos del acto de apertura del año judicial, donde intervienen solo el fiscal general y el presidente del CGPJ, no suelen terminar con aplausos, una circunstancia que recordaron extrañados veteranos asistentes tras el acto del año pasado, donde sí se aplaudieron las intervenciones de García Ortiz y Perelló, nombrada para el cargo apenas 24 horas antes tras el acuerdo alcanzado entre el PSOE y el PP para renovar el órgano, que llevaba cinco años bloqueado.

Este año se ha repetido esa escena y han sonado aplausos al finalizar la intervención del jefe de la Fiscalía, aunque la mayoría de los magistrados y fiscales del Supremo presentes en el Salón de Plenos han rehusado hacerlo al entender que quienes se sientan en los estrados no deben aplaudir. Sí lo ha hecho parte de los invitados y los vocales progresistas, pero no los conservadores, que sí se han sumado a la ovación al discurso de Perelló.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_