Los ecos de los tambores electorales se cuelan en el Parlamento andaluz
Vox advierte a Moreno que le “obligará” a rectificar de política en la próxima legislatura


Unos minutos antes de que empezaran este jueves las cuestiones al presidente de la Junta de Andalucía y con casi todos los diputados ya sentados en sus escaños, la exportavoz del grupo socialista y ahora diputada rasa del PSOE, Ángeles Férriz, hizo un ruego a los populares. “A ver si convocan ya elecciones y pueden librar a los andaluces de este calvario al que los han condenado”. ¿Estaba pidiendo el PSOE andaluz, que está en plena reconstrucción, un adelanto electoral? Un poco más tarde estas palabras no fueron replicadas por la vicesecretaria general de los socialistas andaluces y portavoz del grupo, María Márquez, con lo que quedó más o menos claro que la petición de la jiennense no dejaba de ser un recurso de oratoria parlamentaria.
No obstante, en el salón de plenos se han colado este jueves durante la sesión de control al Gobierno los ecos de los tambores electorales, aun cuando las elecciones andaluzas están previstas para la primavera de 2026 y el único que puede firmar el decreto de disolución del Parlamento, Juan Manuel Moreno, no baraja un adelanto, según fuentes del Gobierno andaluz.
Hay dirigentes populares que creen demasiado pronto embarcarse ya en la carrera electoral, aunque conforme pasan las hojas del calendario las prisas por salir de la casilla de salida se aceleran. El que muestra las pulsaciones más altas es Vox. El principio de acuerdo alcanzado con Carlos Mazón para aprobar los presupuestos de la Comunidad Valenciana ha excitado a la formación ultra, que cree que este pacto obliga a Moreno a “rectificar” sus políticas.
Aunque en público Moreno ha echado un capote a su colega valenciano, atrapado por la gestión de una dana que dejó 224 muertos y tres desaparecidos, en San Telmo no ha gustado nada el intercambio de cromos. “Su compañero ha renegado del fanatismo climático y ha dicho que ni un mena [menor inmigrante no acompañado] más y ni un inmigrante ilegal más”, ha afirmado el portavoz de Vox, Manuel Gavira, a quien el jefe nacional del partido, Santiago Abascal, ha señalado como candidato a la presidencia de la Junta en las redes sociales. “No somos fanáticos de nada”, le ha replicado Moreno, quien tras mostrar su rechazo al acuerdo sobre el reparto de menores ha afirmado que él cumplirá la ley.
Vox ha abogado por “cerrar” los centros de menores y “quitar las subvenciones” a las ONG que los gestionan. Gavira le ha recordado a Moreno que si es presidente “es gracias a Vox”, que en 2019 sumó sus votos, a los del PP y Ciudadanos para investir al popular. “Que no se le olvide a usted”, le ha conminado, antes de que advertirle: “Estamos al final de la legislatura y si no cambia le vamos a obligar a hacerlo en la próxima”.
Moreno ha hecho oídos sordos al aviso. Sus encuestas no pronostican ahora mismo ningún cambio de ciclo político ni tampoco la pérdida de la mayoría absoluta. Fuentes del Gobierno reconocen que el liderazgo de María Jesús Montero ha generado un cambio en el estado de ánimo de los militantes socialistas, pero que eso no se refleja en la intención electoral, según sus sondeos.
El presidente andaluz tiene decidido apurar el mandato y llegar al menos hasta el 28 de febrero de 2026, Día de Andalucía, con el Ejecutivo a pleno rendimiento. A partir de esa fecha, todo es posible, indican las fuentes consultadas. La secretaria general del PSOE de Andalucía y candidata a la Junta (aunque esta decisión no se ha tomado oficialmente) no dejará sus cargos como vicepresidenta primera y ministra de Hacienda en el Gobierno hasta que Moreno decrete la disolución de la Cámara y fije la fecha de las elecciones.
El PSOE clausuró su 15º Congreso Regional el pasado 23 de febrero, y aún los equipos no han empezado a rodar. Están pendientes los ochos congresos provinciales (cuatro secretarios generales son nuevos), la renovación de la dirección del grupo parlamentario y fijar una agenda regional que por ahora no se ve por ningún lado que debe acoplarse a las múltiples tareas y ausencias de su secretaria general. Todos los cónclaves provinciales quedarán finiquitados el primer fin de semana de abril, y a partir de ahí “se tendrá que notar realmente la ejecutiva regional”, afirman fuentes socialistas. Necesariamente la ejecutiva deberá funcionar o al menos parecerse mucho a un comité de campaña, afirman algunos dirigentes. Al contrario que el PP, los socialistas no han hecho una encuesta para medir la repercusión de la llegada de Montero.
Para Moreno todos los grupos de la oposición de izquierda forman parte del mismo conglomerado y da por hecho que si este espacio logra superar en escaños a los de la derecha unirán sus votos para aupar a Montero. El presidente andaluz intenta meter cuña en las peleas cainitas entre las formaciones de izquierda y sus no siempre fáciles relaciones con los socialistas, “sus primos hermanos”, según Moreno. “Si tuviera la más remota posibilidad, usted correría a dar sus votos a María Jesús Montero”, le ha dicho al portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García. “Veo que hay mucha competencia en ese espacio político, pero todo es lo mismo: terminarán en el objetivo del sanchismo”, le ha contestado a Inma Nieto, portavoz de Por Andalucía.
En las dos formaciones habrá cambio de candidato. García es el único aspirante a la presidencia de la Junta por Adelante y sus militantes (cuyo número es un gran misterio porque nunca lo han dado) están llamados a votarlo el 30 de marzo en una Asamblea Nacional en la que también se decidirán los cabezas de listas de cada provincia. García encabezará la de Cádiz.
En Por Andalucía, la coalición de IU, Podemos y Movimiento Sumar, Izquierda Unida quiere que antes del verano quede claro que tienen vocación de concurrir juntos y a partir de ahí fijar unas reglas claras para elegir al aspirante y evitar lo que ocurrió en las elecciones de 2022. Llegaron tarde al registro.
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