El Gobierno aumentará el gasto en Defensa y alcanzará el objetivo de llegar al 2% antes de 2029

La presión para aumentar el gasto en Defensa crece tanto en la Unión Europea y en la OTAN. Ante eso, España acelerará y llegará antes al objetivo del 2% del PIB antes de 2029. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, preguntado al respecto en Bruselas, ha sido tajante: “La respuesta es sí, y la próxima semana informaré a todos los grupos parlamentarios [salvo Vox] cuando me reúna con ellos”. Sánchez ha recalcado: “Es evidente que todos debemos hacer un esfuerzo anticipado con respecto a 2029″. España se suma así a Bélgica, otro de los países que está por debajo del objetivo simbólico del 2% y que en los últimos días ha anunciado que va a acelerar la para llegar rápido a la meta.

“En este contexto, si hoy la Comisión Europea, en un Consejo extraordinario, ha planteado nuevas herramientas e instrumentos—entre ellos, la flexibilización de las reglas fiscales—para que todos los europeos hagamos un esfuerzo por invertir más y, sobre todo, invertir mejor con un diagnóstico común de las necesidades de seguridad que tiene Europa, está claro que debemos actuar”, ha justificado este jueves Sánchez.

Sánchez no ha precisado cuánto adelantará la llegada de esa meta presupuestaria. Bélgica, en cambio, ha dicho que este mismo verano. Sobre cómo se calculará ese 2% y qué tipo de costes se emplearán en la cifra. El presidente español ha señalado que se tendrá en cuenta la definición de la OTAN, pero también ha defendido que haya un enfoque “amplio”, porque no todos los países tienen las mismas características, dicho en román paladino, además de la compra de armas o sueldos, también quiere que se contemple la lucha contra el terrorismo, la ciberseguridad o las amenazas híbridas.

Ya hace 11 años que España se comprometió con sus socios de la OTAN a alcanzar ese listón del 2% del PIB. El Gobierno de coalición, en el que está Sumar y cuenta con el apoyo de formaciones reticentes a aumentar la partida militar, no ha impulsado esa cifra y, de hecho, en 2023, último año con cifras comparables en la Alianza Atlántica, bajó al 1,28%. Sin embargo, el Ejecutivo sigue diciendo que está comprometido con ese objetivo y en el plan fiscal remitido a Bruselas en otoño, en el que hay una senda de ajuste para reducir la deuda, contempla alcanzarlo en 2029.

Pero todo ha cambiado en las últimas semanas con la llegada de Donald Trump a La Casa Blanca. Sus acciones sobre Ucrania, presionando al presidente Volodímir Zelenski para que se siente a negociar con Rusia casi a cualquier precio, han llevado a los europeos a darse cuenta de que ya no pueden contar con las garantías de seguridad estadounidenses. Así que ahora aumenta la presión para que aumente el gasto en Defensa rápido. “Estamos en una era de rearme”, llegó a declarar esta semana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cuando presentó el plan para impulsar los presupuestos militares.

Ese plan de Bruselas contempla relajar las reglas fiscales para que los Estados miembros que apuesten por seguir la senda armamentista no teman un castigo por incumplirlas. Y aunque la Comisión ha planteado que esa posibilidad la abría para los países que lo pidieran, finalmente van a ser todos “de forma coordinada”, apuntan fuentes gubernamentales. Esa decisión tiene dos virtudes: ningún país queda señalado en los mercados de capital —una gran ayuda a Estados como Italia— y España, un país sin margen fiscal, puede acelerar ese proceso de rearme en el que va tan rezagada.

Acuerdo con Junts en inmigración

Sánchez se ha referido también al acuerdo alcanzado entre PSOE y Junts para delegar competencias de inmigración a la Generalitat de Cataluña, y que no cuenta con suficientes apoyos parlamentarios. “El Parlamento es el que es, pero tendremos que dialogar para sacar adelante una ley que implica una delegación de competencias”. “En España ha habido hasta siete delegaciones de competencias, algunas durante el Gobierno de Aznar, y no parece que eso haya roto el país”, ha asegurado Sánchez, que ha insistido en que todo se regirá “según la Ley de Extranjería”. Preguntado por si esta delegación supone que los extranjeros tendrán que aprender catalán, Sánchez ha asegurado que en “en la Constitución viene recogida la cooficialidad de otras lenguas”.

El presidente ha dirigido una pulla a su socio en el Gobierno, Sumar, sin mencionarlo. “Es curioso que algunos grupos que están diciendo no a esto se autodenominen ‘plurinacionales’”, en referencia a la denominación del grupo parlamentario que encabeza Yolanda Díaz en el Congreso. La división dentro de la plataforma Sumar está complicando aún más el acuerdo para ceder la inmigración a Cataluña: Compromís rechaza el pacto entre PSOE y Junts al considerar que “abona el marco de la extrema derecha”, mientras IU y Más Madrid exponen sus reticencias.

Sánchez ha apelado también a delegaciones de competencias el pasado para justificar la medida acordada con el partido de Carles Puigdemont. “En España ha habido hasta siete delegaciones de competencias, algunas con el PP de José María Aznar en el Gobierno, y no parece que eso haya roto España”, ha asegurado Sánchez, que ha insistido en que todo se regirá “según la Ley de Extranjería”. El presidente ha enmarcado el acuerdo en la normalización de la situación política en Cataluña y ha usado como ejemplo la vuelta de las sedes sociales de La Caixa —su fundación y de su brazo inversor— a Barcelona siete años después de proceso independentista frustrado. “Ayer vimos cómo una gran empresa que se fue durante el ‘procés’ en Cataluña regresó porque la situación se ha normalizado y estabilizado”. Y ha asegurado que sin esa normalización la economía española se habría visto resentida. “En este contexto, un territorio que representa casi el 20% del PIB de nuestro país… Si estuviera en la misma situación que heredamos en 2017, ¿cómo estaría la economía en España? ¿Cuál sería la creación de empleo y las oportunidades económicas que representa para España esa estabilidad política? No hay comparación.”

Preguntado por si esta delegación supone que los extranjeros tendrán que aprender catalán, Sánchez ha asegurado que en “en la Constitución viene recogida la cooficialidad de otras tres lenguas” y en la ley de Extranjería se dice que se necesita un conocimiento de las lenguas que se habla en ese territorio (la Ley recoge que las administraciones públicas procurarán “el aprendizaje del conjunto de lenguas oficiales” a los inmigrantes para promover su integración. Sánchez ha apelado también al hecho de que la Generalitat también forma parte del Estado. “El Estado somos todos, la Administración General del Estado, pero también las comunidades autónomas, las diputaciones provinciales, los municipios…”.