La expareja de Ábalos admite que nunca trabajó en las empresas públicas que la contrataron, pero desvincula al exministro
Dos empresarios señalados por Aldama aseguran ante el juez que nunca pagaron comisiones ni contrataron con Transportes
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La expareja de José Luis Ábalos ha desvinculado este jueves en el Tribunal Supremo al exministro de Transportes del pago del alquiler del piso en el que ella vivió durante más de dos años y de los puestos que ocupó en dos empresas públicas dependientes de ese departamento (Tragsatec e Ineco). Jessica R. ha comparecido como testigo ante el magistrado Leopoldo Puente, que investiga a Ábalos por favorecer presuntamente contratos públicos a determinadas empresas a cambio de comisiones. Fuentes del caso señalan que la mujer ha asegurado que no sabía quién pagaba el piso situado en Plaza de España de Madrid, pero que ella entró allí a vivir por mediación del asesor del exministro, Koldo García. Respecto a sus puestos en empresas públicas ha admitido, según estas fuentes, que aunque tuvo contrato en las dos nunca trabajó realmente en ellas.
La relación del exministro con Jessica R. forma parte de la investigación porque informes de la UCO revelaron que la trama pagó el alquiler de su piso en la Plaza de España de Madrid. Lo instruido hasta ahora apunta a que de los 88.000 euros que costó el alquiler del inmueble, la mayor parte la asumió una empresa a nombre de Luis Alberto Escolano, socio de Aldama en la trama de hidrocarburos y otra sociedad a nombre de la esposa de este, mientras que de otra parte se hicieron cargo Koldo García, su hermano Joseba e incluso la hija de este, que en ese momento tenía un año. Los investigadores también han puesto el foco en que Jessica R. estuvo contratada en dos empresas públicas dependientes del ministerio que dirigía Ábalos.
Jessica R. ha llegado al Supremo visiblemente afectada y también lo ha estado durante toda su declaración, según fuentes del caso, lo que ha llevado al instructor a autorizar que su salida del tribunal se hiciera por una puerta distinta a la habitual para evitar a las decenas de cámaras que la esperaban. La mujer ha desvinculado al exministro del alquiler y de esos contratos y ha señalado a Koldo García y su hermano Joseba como sus personas de contacto. Fue Koldo quien le buscó la casa y le dijo que si tenía algún problema contactara con Escolano y, que si este no le atendía, se lo dijera a él.
Respecto a los puestos que ocupó en dos empresas públicas, ha precisado que los contratos los gestionó Joseba y que ella no acudía realmente a su puesto de trabajo ni trabajaba a distancia, pero que sí cobraba. Un informe de la UCO, sin embargo, recoge un cruce de conversaciones entre la mujer, Ábalos y Koldo en febrero de 2021, según la cual, ella avisa al entonces ministro de que acaba su contrato como auxiliar administrativa en Ineco. El exministro reenvía a su entonces asesor ese mensaje y este le responde: “Hay que pasar a otro sitio y luego vuelve, lleva 18 meses”. Ábalos le pide a Koldo que le diga a Jessica que la van a pasar a otro sitio y, una semana después, la mujer firma con la empresa pública Tragsatec por un período de seis meses.
La UCO también ha constatado que la mujer acompañó a Ábalos en 16 viajes oficiales cuando este era ministro. Ella lo ha admitido ante el juez, pero ha asegurado que los viajes los pagaba Koldo y luego el exministro le reembolsaba esa cantidad.
El testimonio de la mujer coincide en parte con lo declarado ante el juez por Ábalos y Koldo García. El primero admitió haber tenido una relación sentimental con Jessica R., pero negó tener algo que ver con el alquiler de su piso y aseguró que quien gestionó el alquiler fue su antiguo asesor. García, por su parte, afirmó que conocía a Jessica R. desde hace años y que pidió a Escolano ayuda para alquilar una vivienda para ella. Según Koldo, este ofreció alquilar un piso que también sirviera para mantener reuniones. La mujer residió allí dos años y, según el antiguo asesor de Transportes, unos meses lo pagó Escolano, y otros tuvieron que hacerse cargo su hermano Joseba o él mismo, usando incluso dinero de su hija, de corta edad. Koldo García se desvinculó de los contratos que firmó la mujer en Tragsatec e Ineco, donde aseguró que Jessica R. entró por su hermano Joseba, que trabajaba allí.
Escolano estaba citado también este jueves como testigo en el Supremo, pero la cita se ha suspendido. El juez sí ha tomado declaración a dos empresarios que presuntamente firmaron contratos con la trama que se investiga y han sido citados como testigos, Manuel Sallés y José Ruz. Ambos, según fuentes del caso, han negado haber pagado comisiones y haber firmado contratos con el Ministerio de Transportes, en contra de lo afirmado Aldama, que les señaló como beneficiarios de contratos de obras públicas previamente adjudicadas a cambio de contraprestaciones.
Salles es el director general de Instalibero District, la empresa que contrató durante unos meses a Koldo García, cuando este cesó de su puesto en el Ministerio de Transportes el 11 de julio de 2021. Según los informes de la UCO, Koldo cobró de Sallés un total de 20.416,67 euros en concepto de empleado. Aldama asegura que pagó comisiones al exasesor del ministro tras beneficiarse de un contrato de 1,8 millones de euros con Correos, un extremo que ha negado el testigo durante su declaración.
Ruz dirige la empresa Levantina Ingeniería y Construcción S.L., a la que el comisionista también atribuye el pago de comisiones. El empresario, según fuentes del caso, ha afirmado que tenía trato con Koldo y que Ábalos solo lo conocía de vista por ser ambos de Valencia. Ha negado la denuncia de Aldama, al que sí afirma conocer y haber contratado en una ocasión para recuperar una deuda de cinco millones de un negocio en Panamá de 5 millones. Aldama, según Ruz, se llevó el 20% de ese dinero.
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