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Sánchez rearma la mayoría con Junts y ERC e intenta dividir al PP con la quita de la deuda autonómica

La Moncloa y Ferraz negociaron a varias bandas para llegar a esta semana con la sensación de que el Ejecutivo podrá seguir hasta 2027 con o sin Presupuestos

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante su rueda de prensa en el Ministerio de Hacienda de este lunes. Foto: Eduardo Parra (Europa Press) | Vídeo: EPV
Carlos E. Cué

Todo fue cuadrando poco a poco hasta arrancar una semana política importante con una sensación clara: el Gobierno rearma su mayoría y Pedro Sánchez tiene cada vez más claro que, con o sin Presupuestos, tiene votos para pensar en una legislatura larga y llegar hasta 2027, año electoral clave con autonómicas, municipales y generales, tal vez incluso en el mismo día. Los principales negociadores de Sánchez en Hacienda, en La Moncloa y en la calle Ferraz, María Jesús Montero, Félix Bolaños y Santos Cerdán, trabajaron de forma discreta y a varias bandas, con la participación decisiva del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, para llegar a esta semana decisiva con varias carpetas cerradas. Y todo salió como estaba pactado.

Oriol Junqueras, líder de ERC, anunció el cierre final del acuerdo para la quita de la deuda de la Generalitat con el FLA, que al final pasará de 15.000 a 17.000 millones de euros, más de lo esperado, casi al mismo tiempo en el que Jordi Turull, número dos de Junts, anunciaba también que su grupo retirará la proposición no de ley que se iba a votar este miércoles y que reclamaba a Sánchez que presentara una moción de confianza. Los dos grandes obstáculos con ERC y con Junts quedaban así resueltos, aunque con el partido de Carles Puigdemont aún falta cerrar la cuestión más relevante, esto es la transferencia de las competencias de inmigración. Junts usó el habitual lenguaje duro, dijo que no se fía de Sánchez pero sí del mediador internacional, y por eso retira la iniciativa porque él se lo ha pedido, pero lo cierto es que finalmente evitó la votación y esto indica que la negociación sobre inmigración está muy avanzada. Tanto ERC como Junts insistieron en que estos movimientos no indican que vayan a aprobar los Presupuestos. Las Cuentas siguen siendo muy difíciles, y a medida que pasan las semanas cada vez más improbables, pero Sánchez ha ordenado intentarlo y sobre todo está ofreciendo el mensaje, ya muy claro después de acuerdo para el decreto ómnibus hace un mes, de que la mayoría, con sus dificultades, está ahí y el sueño de la oposición de un cambio de bando de Junts no parece de momento realista.

La estrategia de La Moncloa se completa además con un intento por parte de Montero para intentar presionar al PP, muy crítico con la condonación de la deuda a Cataluña, con un caramelo muy difícil de rechazar: 83.000 millones de perdón para todas las autonomías, en las que las gobernadas por el PP, que son la gran mayoría, saldrían muy beneficiadas. Este miércoles esta previsto un decisivo Consejo de Política Fiscal y Financiera y el Gobierno intentará romper el bloque de los gobiernos autonómicos populares, que según Alberto Núñez Feijóo, van a votar en todos en contra de la condonación.

Pero al margen de ese voto, la medida saldrá adelante ―el Gobierno tiene en ese órgano los mismos votos que todas las autonomías juntas, de manera que le basta una sola para sacar adelante lo que quiera, y el PSOE tiene cuatro― y luego llegará al Congreso, donde también debería salir con la mayoría de la investidura, y ahí llegará un momento muy difícil para los presidentes del PP. ¿Van a renunciar a esa quita de sus deudas que les podría liberar una enorme cantidad de dinero en forma de intereses y les mejoraría su capacidad de endeudarse? ¿Asumirán que su opinión pública les critique por renunciar a ese dinero por motivos políticos mientras insisten en que tienen problemas de financiación? De momento el PP sigue en bloque, y Feijóo insistió mucho en esa idea (”los presidentes del PP van a votar que no a la desigualdad”, dijo) pero el Gobierno confía en que las cosas cambien cuando la oferta de dinero fresco llegue directamente a las mesas de los presidentes autonómicos, dentro de unos meses.

Los datos que ofreció Montero son muy claros para forzar esa presión política: Andalucía podría condonar hasta 18.791 millones, Cataluña 17.104, la Comunidad Valenciana 11.210. Mucho dinero como para no pensárselo. Espero que los presidentes defiendan los intereses de los territorios antes que las consignas de la calla Génova [sede del PP] dijo Montero. Pero Isabel Díaz Ayuso, que no tiene deuda con el FLA sino con privados, aunque también tiene la oferta de que la asuma el Estado, fue rotunda en su rechazo: “se quiere imponer a punta de pistola al resto de los españoles este trágala inasumible, en lugar de que quienes han provocado la deuda en Cataluña empiecen por tomar medidas”.

Era un día difícil para la socialdemocracia europea, que pierde el poder en el país más importante de la UE, Alemania, con el SPD en el peor resultado de su larga historia de referente de los progresistas del continente. Mientra Olaf Scholz caía, Sánchez, el único líder de un país grande de la UE que queda de esta corriente, que estaba de viaje en Kiev para dar su apoyo a Volodomir Zelenski, vuelve a dar una prueba de resistencia política que siempre tiene dos constante: el líder del PSOE negocia y cede, casi siempre bastante más de lo que dijo que haría, pero gracias a eso avanza, desbloquea lo que parece imposible, y sigue adelante para poder desarrollar su proyecto político. Feijóo atacó duro a Sánchez por los acuerdos con Junts y ERC, pero en el PP también han entendido este mensaje político y ya desde el giro de Junts con el decreto ómnibus tienen cada vez más claro que la legislatura será larga. “Continúa la función, este teatrillo entre Junts y el Gobierno les está costando mucho a los españoles”, aseguró el líder del PP. La gran inquietud de los populares es que Sánchez logre pactar los Presupuestos, aunque también creen que tendría que ceder tanto para hacerlo que podría mantener su estrategia de desgaste. El Gobierno ya no parece tan ansioso con las Cuentas, ha asumido que es muy probable que no salgan. Pero después de esta semana importante quedará bastante claro que, las consiga o no, la legislatura va a seguir adelante con la misma mayoría difícil pero no imposible que le dio la investidura de Sánchez.

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Sobre la firma

Carlos E. Cué
Es corresponsal político de EL PAÍS, encargado de la información del Gobierno y de los viajes del presidente. Antes fue corresponsal en Buenos Aires y está especializado en información política, siguiendo a distintos gobiernos y a varios partidos. Ex alumno del Liceo Italiano de Madrid, se licenció en Economía y cursó el máster de EL PAÍS.
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