Albares acusa al PP de “intentar politizar a la carrera diplomática”
La Asociación de Diplomáticos Españoles denuncia en el Senado que en Exteriores hay “indefensión” y “arbitrariedad”

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El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha replicado este martes a las críticas del PP acusando a dicho partido en el Senado de tratar de politizar a los diplomáticos. “Dejen de intentar politizar a la carrera diplomática. No lo van a conseguir”, ha respondido al senador Íñigo Fernández, quien le había reprochado que hasta sus propios compañeros de profesión reprueben su gestión, aludiendo al hecho de que Albares es diplomático.
El ministro ha salido al contraataque acusando a Alberto Núñez Feijóo de “exhibir una lista de funcionarios diplomáticos en activo” en vísperas de las últimas elecciones generales. “Eran los que iban a tomar el ministerio”, ha apostillado. Se refería al equipo de diplomáticos que el líder del PP fichó como asesores de política internacional en marzo de 2023. A continuación, ha exigido al PP que pida disculpas por haber dicho que en la Embajada española en Caracas (Venezuela) se coaccionó al líder opositor Edmundo González Urrutia; y le ha echado en cara que durante el mandato de Rajoy no se subiera el sueldo al personal laboral del ministerio ni se creara ningún nuevo empleo en el extranjero. “Estamos revirtiendo los destrozos que hicieron con sus recortes en el servicio exterior. […] Si no van a apoyarnos, por lo menos no estorben”, ha espetado al PP.
En cambio, ha eludido explicar los motivos por los que ha decidido a relevar a los embajadores españoles en Croacia, Juan González-Barba; en Bélgica, Alberto Antón; y en Corea del Sur, Guillermo Kirkpatrick. “Me pregunta por el cese de tres embajadores que en el momento en que le contesto están en sus puestos. ¿Está de broma o habla en serio?”, le ha respondido, antes de subrayar que “el ministerio funciona por los cauces habituales”. Efectivamente, los ceses no se han consumado. Lo que sí ha hecho el ministerio es solicitar el plácet para sus respectivos sucesores a las autoridades de los tres países, lo que da inicio al proceso de relevo.
Por la mañana, una delegación de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), que representa a más de la mitad de la carrera diplomática, se ha reunido a puerta cerrada con la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, aunque a la cita solo han asistido los senadores del Grupo Popular, mientras que los socialistas han alegado que tenían una reunión interna a la misma hora. A la salida, el presidente de la ADE, Alberto Virella, ha denunciado la “indefensión” de los diplomáticos y ha reclamado la aprobación de un reglamento de la carrera que, entre otros aspectos, fije tiempos mínimos de permanencia en el exterior. “Lo normal son cuatro años, no menos de tres si no has cometido falta grave o infracción y, si la has cometido, que se haga un expediente abierto y público. Lo que estamos teniendo ahora es indefensión”, ha dicho.
A nivel general, el presidente de la asociación de diplomáticos ha asegurado que en el ministerio “hay arbitrariedad, hay temor a que se tomen represalias contra alguien que, si aparece visibilizando algún tipo de comentario o actitud critica, pues se teme que se puedan tomar medidas contra él ¿Por qué? Porque, incluso sin hacerlo, sufren medidas de castigo”.
Principios de “capacidad y mérito”
La reunión ha venido precedida por la polémica provocada por el relevo inesperado de los embajadores en Croacia, Bélgica y Corea del Sur. Cuando se les comunicó su próximo cese, a finales de enero, González-Barba llevaba dos años y 10 meses en el puesto; Antón, dos años y cuatro meses; y Kirkpatrick, dos años y medio. Los relevos se conocieron después de que González-Barba publicara un artículo sobre el papel de la Monarquía en la política exterior sin solicitar permiso; Antón fuese captado por las cámaras dormido cuando el ministro pronunciaba su discurso en la conferencia de embajadores, y Kirkpatrick se reuniera con la presidenta madrileña Isabel Díaz-Ayuso sin informar al ministerio. Exteriores ha desvinculado los cambios de estos hechos y ha sostenido que todos se producen dentro de la normalidad. Además, ha insistido, ninguno de los ceses se ha consumado todavía, por lo que los embajadores podrían haber superado los tres años en el cargo cuando se publiquen sus ceses en el BOE.
Además, Virella ha expuesto ante los senadores el “grave problema” que, a su juicio, sufre la red consular, desbordada por el rápido aumento del número de españoles que viven en exterior, que ha pasado de 900.000 en el año 2000 a tres millones en la actualidad. En Argentina, el país con la mayor colonia española, el plazo para obtener un pasaporte se demora ya seis meses y la obtención de la nacionalidad, siete años, ha explicado. Además, Virella ha pedido que se implanten ayudas para la educación de los hijos de los funcionarios destinados en el extranjero, como tienen muchos otros países; y que se aplique la prioridad en igualdad de condiciones de los cónyuges de funcionarios expatriados a la hora de acceder a empleos de la Administración española en el exterior. También ha reclamado que se recupere el billete anual de avión gratuito para los funcionarios destinados en el exterior que se abolió en 2008 como una forma de evitar su desarraigo.
El pasado 30 de enero, la ADE remitió una carta al ministro Albares en la que ya le pedía que se apruebe “si mayores dilaciones” el nuevo Reglamento de la Carrera Diplomática para garantizar que se respeten “los principios de igualdad, mérito y capacidad” en la progresión en la carrera profesional y la progresión interna. En la misiva, la asociación trasladaba “el sentimiento de frustración personal y profesional” de algunos diplomáticos “por la ausencia de valoración objetiva de sus méritos” a la hora de proceder a la designación de embajadores. La carta no ha sido contestada, según Virella.
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