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Sánchez compara la derecha alemana con la de Feijóo: “Allí es moderada y aquí está tutelada por la ultraderecha”

El líder del PSOE se vuelca con María Jesús Montero para provocar el cambio político en Andalucía: “Moreno, ha empezado la cuenta atrás”, ha dicho la vicepresidenta

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la clausura del 15º Congreso Regional andaluz en Armilla, Granada.Foto: Alejandro Ruesga | Vídeo: EPV

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha volcado con su vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, que, desde este fin de semana, afronta la nueva tarea de desbancar al popular Juan Manuel Moreno de la Junta de Andalucía y, sobre todo, minar su cómoda mayoría absoluta. “Pierdo una colaboradora, pero ganaremos a una socialista al frente de la Junta de Andalucía”, ha recalcado Sánchez este domingo en el final de su intervención en la clausura del congreso regional de los socialistas andaluces.

Antes ha dedicado buena parte de su intervención a defender la importancia de una Europa fuerte frente a ola expansiva y reaccionaria de la “internacional ultraderechista” y, como viene siendo habitual, ha apremiado al PP a que suelte todo el lastre con Vox. Este domingo, el mismo día en que se celebran las elecciones alemanas, ha elegido, precisamente, la respuesta del todas las formaciones políticas de ese país ante el auge del partido de extrema derecha Alternative für Deutschlan (AfD), que han advertido que no permitirán que gobierne en las instituciones, en contraposición a los pactos entre el partido de Alberto Núñez-Feijóo con el de Santiago Abascal: “Ha quedado claro que la ultraderecha no entrará en ninguna ecuación de gobernabilidad y esa es la gran diferencia entre Alemania y España, que allí hay una derecha moderada y aquí una derecha tutelada por la ultraderecha, y todo empezó aquí”

Ese aquí bien podía ser Andalucía —donde, aunque Vox no llegó a entrar en el gobierno de la Junta, si propició la llegada al poder de Moreno gracias a su acuerdo de investidura con PP y Ciudadanos, un hito que sí ha recordado Montero— como el resto de comunidades y municipios donde ambos partidos han sellado alianza. “Cada vez que han sumado, han expulsado al PSOE de los gobiernos, de la Junta y de los ayuntamientos”, ha dicho Sánchez.

El presidente del Gobierno ha incidido en el cambio de paradigma en la política internacional provocada por la irrupción de Donald Trump, presidente de EE UU, —“hay dirigentes que están cambiando el guion de manera copernicana del orden global”, ha dicho Sánchez—, para defender la importancia de la Europa democrática y de valores, que es a la que los “tecnooligarcas” ven como “una amenaza”. Y, de nuevo, ha lanzado un órdago al PP para que “corten todos los vínculos” con la ultraderecha.

A punto de volar hacia Kiev, donde esta misma tarde parte desde el aeropuerto de Granada, para entrevistarse con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, Sánchez ha reforzado la legitimidad de este tras las palabras de Trump llamándolo dictador y ha apelado a la necesidad de que ni Ucrania ni la UE queden fuera del proceso de paz: “Premiar al agresor es abonarse a agresiones futuras, la paz en Ucrania no se puede pactar sin ucranios ni europeos”.

En su ofensiva contra la ola reaccionaria, también ha aludido a las imágenes de Elon Musk, propietario de la plataforma X, y Javier Milei, presidente argentino, con una motosierra en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), celebrada estos días en Washington. “Quieren que prestemos atención a su motosierra, porque es el espectáculo. Lo importante es oír lo que esconden los ruidos de la motosierra, que es privatizar los servicios públicos de la clase media trabajadora”.

Más allá de la política internacional, Sánchez ha dedicado muchos piropos a su número dos en el Gobierno. “Nunca he encontrado a una política o político como María Jesús Montero. Lo que dice lo hace”, ha dicho el presidente del Gobierno. “Cuando María Jesús Montero se propone algo, lo logra, así que Moreno…” ha advertido al presidente de la Junta Andalucía. Pero, una vez que se apaguen los focos del 15º Congreso Regional el PSOE andaluz, empezará a subir su cuesta más empinada para llegar en plena forma a las elecciones autonómicas previstas en la primera de 2026, aunque no es solo ese el objetivo. Quiere que el PSOE andaluz sume cuando se alcance la meta final situada en las elecciones generales en las que Andalucía aporta 61 de los 350 escaños. Con una Andalucía débil (ahora aporta 21 diputados) las posibilidades de repetir en el Gobierno central se esfuman.

El secretario general del PSOE y presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y la secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, clausuran el 15 Congreso Regional andaluz en Armilla, Granada.
El secretario general del PSOE y presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y la secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, clausuran el 15 Congreso Regional andaluz en Armilla, Granada. Alejandro Ruesga

El camino hacia la Junta

Montero ha marcado el terreno en el que quiere jugar, el del verde andalucista y el rojo de la izquierda para enfrentarse a un Moreno al que todas las encuestas conocidas le pronostican hoy en día una nueva mayoría absoluta. La secretaria general en todos sus actos insiste en dos mensajes: la reivindicación de los servicios públicos —“con María Jesús, Andalucía va a pasar del verbo privatizar al de blindar”, dijo Sánchez— y la defensa del autogobierno con el desarrollo de todas las competencias previstas en el Estatuto de Autonomía. “El PP no tiene ni una idea ni una propuesta para Andalucía, de desarrollo de autogobierno. Moreno no aporta ná de ná porque no tiene ningún proyecto más que la confrontación y pelear, todo el día quejándose sin aportar”, ha dicho.

Otra de sus misiones es hacer creer a un alicaído PSOE andaluz que es posible ganar las elecciones andaluzas. “Que el PP se vaya preparando. Lo vamos a conseguir, El PP teme un partido unido, despierto y que trabaje en la victoria, Un PSOE fuerte es imbatible”. Tanto Montero como Sánchez han tenido palabras de agradecimiento para el secretario general saliente y portavoz socialista en el Senado, Juan Espadas, por “su generosidad” al renunciar a repetir un nuevo mandato. Si hay alguien que ha recibido más abrazos en este congreso que Montero ese ha sido el exalcalde de Sevilla.

Montero ha acusado al presidente de la Junta de falta de ambición y de vivir “de las rentas que dejaron los gobiernos socialistas de Andalucía”, una idea que también expresó el día anterior el expresidente de la Junta, Manuel Chaves, condenado por el caso de los ERE y al que el Tribunal Constitucional le ha dado la razón en su recurso por vulneración de los derechos fundamentales. La secretaria general ha pronosticado el fin de la etapa de Moreno en Andalucía: “Se te pasó el tiempo de pasar por los problemas de puntillas, de solo pasear y hacerte fotos. Ha empezado la cuenta atrás. Vamos a pelar porque tenemos ganas y si yo salgo a ganar, todos salimos a ganar”.

La nueva dirección del PSOE-A

Antes de la clausura. Montero cerró la composición definitiva de la ejecutiva regional, aprobada con un apoyo del 94,5%, sobre las siete de esta mañana, cuando terminaron de encajar los últimos flecos. Montero ha conformado una dirección mastodóntica con 65 miembros, cuatro menos que la saliente, pero cuya comisión permanente está integrada por 13 secretarios o coordinadores de área. Ese será la sala de máquinas del ahora maltrecho PSOE andaluz que deberá acometer a la par dos misiones urgentes: la recomposición del partido y la preparación de las elecciones autonómicas de 2026, que están a un tiro de piedra, a 15 meses vistas.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, clausuran el 15 Congreso Regional andaluz en Armilla, Granada.
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, clausuran el 15 Congreso Regional andaluz en Armilla, Granada.Alejandro Ruesga

Montero ha situado en el puente de mando del partido a María Márquez (Huelva, 35 años) como vicesecretaría general apuntando de este modo a un relevo generacional de cara al futuro y al que tan reacios han sido siempre los líderes del PSOE para no ponerse fecha de caducidad. Ese complejo no lo tiene Montero y ha hecho lo que deberían haber hecho sus antecesores en el cargo. En la imprescindible secretaria de Organización estará Paco Rodríguez (55 años), alcalde de Dos Hermanas, el muñidor de las conversiones y contactos previos antes de recibir el visto de la secretaria general. Rodríguez tiene el perfil del clásico secretario de Organización del PSOE andaluz cuando este partido arrasaba en las urnas: conoce los entresijos de una organización con más de 800 agrupaciones y 40.000 militantes, habla lo justo, escucha mucho y su voz va a ser la de Montero.

Montero ha utilizado las negociaciones de la ejecutiva para solventar los polvorines provinciales. Ha incluido en puestos de relevancia (o al menos lo aparentan) a dirigentes que aspiraban a liderar o seguir liderando sus provincias. De este modo ha evitado las primarias en Málaga, al incluir al secretario general. Dani Pérez, como coordinador de un área; y en Granada, al situar a Paco Cuenca al frente de otra. También ha desactivado las peleas en Huelva y Almería, donde repetirán sus respectivos secretarios generales, y donde no ha habido ni un atisbo de solución pactada se irá a primarias a cara de perro.

El problema mayor se llama Jaén, la única agrupación en la que nunca ha habido pelea por la secretaría general, porque siempre han sido capaces de ponerse de acuerdo. En esta ocasión, no. Dos candidatos registrarán mañana su precandidatura: la portavoz del grupo parlamentario socialista, Ángeles Férriz, y el alcalde de Arjona, Juan Latorre. De estar en la cabeza de la ejecutiva regional, Jaén ha pasado a la cola. Ningún miembro relevante de esta agrupación figura en la dirección autonómica lo que supone un fracaso global que probablemente se intentará solventar dentro de unas semanas cuando se sepa quién gana en esta provincia. Que estuviera desde la víspera de la clausura del congreso Gaspar Zarrías, el creador del PSOE moderno, no era buena señal, sino síntoma de preocupación.

Pedro Sánchez y María Jesús Montero, este domingo en Granada.
Pedro Sánchez y María Jesús Montero, este domingo en Granada.Alejandro Ruesga

Tampoco en Córdoba ha sido posible un pacto previo y Rafi Crespín, la actual secretaria general tendrá que batallar probablemente con quien ha sido su mano derecha, José Antonio Romero. María Jesús Montero ha puesto mimbres en su ejecutiva para evitar el choque en Cádiz. En estos momentos las espadas están en alto, pero se va a procurar evitar el choque.

Montero ha hecho un esfuerzo de integración de los susanistas, que antaño controlaron de manera férrea la federación más numerosa y dejaron en herencia un partido muy dividido por dos circunstancias: las primarias de Susana Díaz y Pedro Sánchez; y luego, la disputa de Díaz con Juan Espadas por el control del PSOE andaluz. La expresidenta de la Junta perdió las dos elecciones internas. Eso provocó que durante los procesos electorales posteriores a esos congresos hubiera muchos brazos caídos en las campañas. Y eso es precisamente lo que quiere conjurar María Jesús Montero no sólo para las elecciones andaluzas de 2026, sino para las municipales de 2027 y sobre todo las generales. Los susanistas, claramente identificados como el ex vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, han encontrado acomodo en todos los órganos regionales. Durante las negociaciones de la ejecutiva se le pudo escuchar a Susana Díaz decirle a varios de los suyos en uno de los pasillos del 15º Congreso Regional: “Aguantar, aguantar. Hay que saber a quién quejarnos”.

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