El PP de Sevilla organizó un acto del partido con fondos recibidos de la Diputación
La formación destinó 35.000 euros para llenar un mitin de cierre de campaña de las municipales de 2011 cuando el actual alcalde de la ciudad era su presidente
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El supuesto uso de fondos públicos por el PP de Sevilla entre 2011 y 2015 no se circunscribe solo al pago de sobresueldos para algunos de sus dirigentes, también se destinó a la actividad de la propia formación, en concreto, a fletar autobuses con militantes para llenar el mitin de cierre de campaña de las elecciones municipales de 2011, que ganó el candidato popular, Juan Ignacio Zoido, tal y como ha desvelado este lunes Diario de Sevilla. La formación, que entonces estaba presidida por el actual alcalde de la capital andaluza, José Luis Sanz, destinó a este evento 35.000 euros provenientes de los fondos que la Diputación de Sevilla asigna al funcionamiento de los grupos políticos.
El regidor hispalense, que hasta ahora había eludido dar explicaciones sobre el pago de sobresueldos a altos cargos del Ayuntamiento hispalense cuando él era secretario general del PP andaluz, ha asegurado este lunes que está siendo “víctima de una campaña de difamación”. De acuerdo con la información de Diario de Sevilla, el PP aportó 35.000 euros provenientes de los fondos de la Diputación para fletar 70 autobuses para el desplazamiento de asistentes al acto de cierre de campaña de las elecciones municipales que el PP celebró en el Palacio de Exposiciones y Congresos y al que asistió el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En esos comicios los populares cosecharon un resultado histórico, alcanzado una mayoría absoluta de 20 diputados. “No he derivado ni un solo euro proveniente de la asignación a grupos políticos para fines que no estuvieron contemplados dentro de la ley”, ha asegurado Sanz sobre estos hechos.
En ese momento, el actual número dos del Ayuntamiento, el delegado de Hacienda Juan Bueno, era secretario general del partido y portavoz del PP en la Diputación, y cuando Zoido accedió a la alcaldía abandonó la institución provincial para ser su teniente de alcalde y delegado de Seguridad y Movilidad. En 2012, Bueno pasó a ocupar el cargo de presidente del PP de Sevilla y Sanz se hizo con las secretaría general del partido en toda la comunidad. Fue en esas fechas cuando supuestamente Bueno cobró sobresueldos de hasta 1.200 euros a cuenta del partido, tal y como informó también la semana pasada el Diario de Sevilla. Alguno de esos cobros provenían de fondos de la Diputación, pese a que entonces él no ocupaba ningún cargo en esa entidad.
Bueno negó la semana pasada haber cobrado sobresueldos entre 2012 y 2014 y aseguró que esos pagos correspondían a “gastos de funcionamiento del partido”. En una comparecencia ante los medios de comunicación que ofreció para dar explicaciones, sostuvo que “entonces”, “el PP se abastecía de todas las instituciones” en las que estaba presente, ayuntamientos, Diputación o Parlamento. Aunque aseguró que todo lo que cobraba por su actividad como presidente provincial del partido provenía de la “caja A” de la formación, no pudo justificar por qué algunas de esas partidas venían a cargo de la Diputación, de la que ya no formaba parte, y no directamente del PP. Además de Bueno, en ese período, también cobró más de 20.000 euros en suplementos a cuenta de la formación, Asunción Fley, que entonces era delegada de Hacienda y que ahora es la directora de la Agencia Tributaria, y que también negó haber recibido esa cantidad en calidad de sobresueldos.
Las Diputaciones asignan fondos en calidad de subvenciones a los grupos políticos que forman parte del pleno para que puedan llevar a cabo actividades propias del grupo parlamentario, aunque en muchas ocasiones los grupos firman convenios con sus propios partidos para que sean estos los que gestionen esa partida. “En el caso de que fuera el grupo el asumiera directamente el destino de esas partidas, tendría que rendir cuentas a la Intervención de la Diputación, si lo hiciera a través del partido, ese trasvase de fondos tampoco sería opaco, porque es el Tribunal de Cuentas quien fiscaliza su destino, que en ningún caso debería ir ni a actos propios del partido, porque no es un gasto de funcionamiento del grupo en la Diputación, ni al pago de gastos de representación, porque para eso los partidos tienen otros canales”, explica un asesor de un grupo político con presencia en el Parlamento autonómico.
“Es una práctica generalizada que los partidos detraigan fondos recibidos de las instituciones, en concreto los Ayuntamientos o Diputaciones, en las que tienen presencia para su propio funcionamiento y las intervenciones no suelen ponen especial celo, entre otras cosas porque la regulación es escueta”, apunta una fuente de la Cámara de Cuentas andaluza, que cita un reciente informe del Tribunal de Cuentas en el que se alerta sobre esta circunstancia: “La mayoría de los ayuntamientos fiscalizados no ha desarrollado el destino que los grupos municipales pueden dar a las dotaciones recibidas, especialmente, por lo que se refiere a la posibilidad de efectuar aportaciones a los partidos políticos, que deben estar relacionadas con el funcionamiento ordinario de los propios grupos”, indica el informe referido a 2022, en el que se advierte de que los consistorios no prevén ene su normativa interna la “sistemática rendición de cuentas de os grupos, ni su sometimiento al control por parte de la Intervención”.
En su informe, el Tribunal de Cuentas tras advertir de que “en un significativo número de entidades no se produce la debida separación entre los grupos municipales y las formaciones políticas a las que pertenecen sus integrantes”, recomienda a los ayuntamientos que se establezcan limitaciones a las aportaciones que los grupos municipales puedan hacer a sus respectivos partidos, que se exija su justificación a través de convenios y los justificantes que acrediten que los gastos que las formaciones realizaron con cargo a esas transferencias se destinaron realmente al funcionamiento del grupo en el consistorio. El establecimiento de límites máximos a esas cantidades también es una petición que el Tribunal de Cuentas eleva al Gobierno central para que realice a través de los presupuestos, así como que imponga la obligación de que las entidades locales hagan públicas las cantidades que transfieren a los grupos políticos, el destino que estos hacen de ellos y los controles de la Intervención.
El alcalde defiende la legalidad
El alcalde de Sevilla, que era secretario general del PP andaluz durante el período en que Bueno y Fley supuestamente cobraron sobresueldos, entre 2012 y 2014, y que en 2011, cuando se destinaron los 35.000 euros para fletar autobuses para un mitin del partido, era el presidente provincial de la formación, ha asegurado este lunes que lo que se hizo entonces era legal. “Lo que prohibía la ley del 2011, creo que la ley ha cambiado luego en el 2016, prohibía que esos fondos se pudieran gastar en retribución o en salarios o que se hiciera adquisición de patrimonio. No te podías comprar una sede o un cuadro para colgar en la sede. Esto eran gastos para el funcionamiento de los grupos políticos”, se ha defendido, para añadir: “Cuando se repite que lo legal era ilegal, lo que hay es una campaña de difamación”. Sanz ha adelantado que estudiará acciones legales.
En el PP andaluz estas revelaciones han sorprendido por lo inesperadas, después de más de 10 años, según reconocen fuentes de la cúpula consultadas. Aunque el alcalde ha negado que las filtraciones de esos asientos vengan de parte de su propio partido, las fuentes consultadas, asumen que el origen es interno, puesto que en las informaciones publicadas hay pantallazos de asientos que provienen de la contabilidad de la formación. No obstante, en público, su secretario general, Antonio Repullo, que ha asegurado que esos gastos “están fiscalizados”, ha llamado la atención sobre el hecho de que estas informaciones aparezcan “en el momento donde más tiene que defenderse el PSOE de la corrupción”.
Sin embargo, en PP no se explican la motivación, máxime cuando esta organización, acostumbrada a luchas internas —en las que Sanz solía ser uno de los protagonistas— , estaba, o así lo creía la dirección, pacificada y gozaba de una gran estabilidad al haber recuperado el Ayuntamiento hispalense y gobernar la Junta.
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