_
_
_
_

“El despliegue militar en el este de Europa representa un gran reto logístico para la OTAN”

El general Herrezuelo lidera el componente de Operaciones Especiales en el ‘Steadfast Dart 25′, unas maniobras sin precedentes de la Alianza que se desarrollarán del 10 al 21 de febrero en Rumania, Bulgaria y Grecia

El general de división Ángel Ramón Herrezuelo Pérez, jefe del Mando Conjunto de Operaciones Especiales, el miércoles 5 de febrero en la base de Retamares, en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
El general de división Ángel Ramón Herrezuelo Pérez, jefe del Mando Conjunto de Operaciones Especiales, el miércoles 5 de febrero en la base de Retamares, en Pozuelo de Alarcón (Madrid).Claudio Álvarez
Belén Domínguez Cebrián

España acaba de enviar 3.200 militares a Rumania, Bulgaria y Grecia para participar en el Steadfast Dart 25, un ejercicio sin precedentes en la OTAN, en el que la Alianza pondrá en práctica su recién estrenada Fuerza de Reacción Aliada (ARF, por sus siglas en inglés) en el sudeste de Europa. Una iniciativa que nació hace dos años en la cumbre de Vilnius (Lituania) propiciada por la invasión rusa en Ucrania y por el temor de que el conflicto se expanda y salpique a los aliados más cercanos a Europa. El general de división Ángel Ramón Herrezuelo Pérez, actual jefe del Mando Conjunto de Operaciones Especiales (MCOE), recibe a El PAÍS en la base de Retamares (Pozuelo de Alarcón, Madrid) en la víspera de su despliegue en Bulgaria, el pasado jueves, como parte de la contribución española al ejercicio, a la Fuerza de Reacción Aliada y a la propia OTAN: “El aspecto logístico será un gran reto”, dice serio y sin ambages Herrezuelo.

Se trata de un despliegue “complejo y de gran envergadura”, según describe el Estado Mayor de la Defensa en una nota en la que anuncia las intenciones del ejercicio: desplegarse en el menor tiempo posible y demostrar todas las capacidades de combate en cualquier lugar de la Alianza. Es decir, sacar músculo militar de una manera rápida ante cualquier enemigo y en cualquier punto de la OTAN. En este caso: el flanco sudeste, un punto cada vez más caliente. “Este ejercicio es la materialización de todo lo que se ha estado preparando durante los dos años previos desde que se planificó la ARF y ahora va a ser la primera vez en la que se va a ejecutar un despliegue” de estas características, sostiene el general. Ahora la teoría se lleva a la práctica “de verdad”, puntualiza.

Pese a que el Steadfast Dart 25 se desarrolla a las puertas de una guerra abierta, la de Ucrania, a raíz de la invasión rusa en febrero de 2022, Herrezuelo es cristalino al afirmar que el ejercicio “no está preparado para actuar contra ningún país en concreto”, dice en alusión a Rusia. Lo que sí admite, sin embargo, es la “evidente” intención disuasoria de las maniobras.

Es precisamente el hecho de sacar músculo militar ante cualquier amenaza, lo que se acordó en las pasadas cumbres de la Alianza. “El ejercicio está diseñado para potenciar la capacidad de despliegue de la OTAN, conformar la interrelación [de los países], ser rápido en la respuesta dada y potenciar la capacidad de disuasión de la Alianza”, añade el general, nacido en Gijón (Asturias) hace 60 años.

El general de división Ángel Ramón Herrezuelo Pérez, jefe del Mando Conjunto de Operaciones Especiales, el 5 de febrero en la base de Retamares (Pozuelo de Alarcón, Madrid).
El general de división Ángel Ramón Herrezuelo Pérez, jefe del Mando Conjunto de Operaciones Especiales, el 5 de febrero en la base de Retamares (Pozuelo de Alarcón, Madrid). Claudio Álvarez

10.000 militares de seis países aliados (España, Reino Unido, Italia, Francia, Eslovenia y Turquía), que ponen a disposición de la Fuerza de Reacción Aliada personal, material y medios, junto a los tres anfitriones (Rumania, Bulgaria y Grecia); más de 1.500 vehículos trasladados por tierra mar y aire en una enorme misión logística y diplomática; una veintena de aviones; 17 buques; y en un periodo muy corto de tiempo. Como novedad, el tren: “El empleo del ferrocarril ha permitido el transporte de gran cantidad de carga y vehículos militares en un solo movimiento”, presume el Estado Mayor de la Defensa.

La logística, la interoperabilidad entre diferentes países, el mando y control y la rapidez son los principales elementos a poner a prueba en este ejercicio sin precedentes al que España ha hecho este año una “significativa” aportación de medios, según el general, y la volverá a hacer en otro ejercicio similar en 2026 ―del que aún está por definir la zona de despliegue y el resto de aliados que van a contribuir― en el que además del contingente de Operaciones Especiales, España ya se ha ofrecido a liderar el componente naval.

De momento, en el ejercicio de este 2025, España aporta unidades del Ejército de Tierra (unos 760 militares), desplegadas en Rumania bajo el liderazgo de Reino Unido; de la Armada (casi 2.000 militares embarcados en el buque insignia Juan Carlos I), desplegadas en Grecia bajo el liderazgo de Italia; del Ejército del Aire y el Espacio (unos 55 militares), que estarán desplegados en Bulgaria, pero coordinados desde el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de Torrejón (en Madrid). Y todo ello supervisado desde el cuartel de la OTAN en Nápoles (Italia).

El componente de Operaciones Especiales (unos 370 militares), liderado por Herrezuelo, está desplegado en cuatro puntos de Bulgaria, desde las inmediaciones de Sofía, la capital, hasta el mar Negro. “Nosotros agrupamos a fuerzas que están especialmente preparadas, organizadas, adiestradas y equipadas para llevar a cabo una serie de cometidos o tareas que necesitan de una preparación diferente a las demás”, desliza el general, quien admite a pocas horas de partir que en el MCOE, en el que esta mañana se ve por los despachos a algún militar ultimando su maleta, se respira “ganas” e “ilusión”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Belén Domínguez Cebrián
Cubre Casa Real y Defensa. Pasó 10 años en Internacional cubriendo inmigración y países nórdicos y bálticos. Estuvo en la corresponsalía de Bruselas. Licenciada en Derecho y Políticas (UAM); diplomada en Relaciones Internacionales (Universidad de Kent); Máster de periodismo (UAM/EL PAÍS); y Observadora Electoral (Escuela Diplomática).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_