Yolanda Díaz defiende la unidad en la izquierda y apela a Podemos: “Quien no quiera estar, lo tiene que explicar”

Por primera vez en un acto público, año y medio después de las generales, Yolanda Díaz ha defendido que la izquierda debe aspirar a reeditar una coalición como la conformada por Sumar el 23-J, con todas las formaciones dentro, también Podemos. En un desayuno informativo organizado por Europa Press, la vicepresidenta segunda del Gobierno no ha esquivado la respuesta sobre el que se ha convertido en el gran tabú del espacio y sobre el que muy pocos, hasta ahora, querían hablar en alto: la reconciliación con el partido de Ione Belarra, que apunta a una candidatura propia liderada por la exministra Irene Montero. “Voy a trabajar para que lo que ha pasado el 23-J vuelva a pasar y quien no quiera estar ahí lo tiene que explicar”, ha sentenciado Díaz.

Hasta la fecha, solo el coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, había abogado por esa unidad. Díaz ha justificado que la ley electoral penaliza la división y ha alertado de los peligros que hay enfrente.

“¿Ustedes ven lo que está pasando en el mundo? No es ninguna broma. No son los disparates de Trump. Es un proyecto cultural, económico y liberal que tiene como objetivo destrozar la vida de la gente”, ha subrayado la titular de Trabajo. “Conozco muy bien a [Alberto Núñez] Feijóo, ¿se imaginan un país en el que [Santiago] Abascal sea vicepresidente? Por tanto, soy clarísima. Lo que hicimos el 23-J, y me consta que todas las formaciones lo hicieron, lo hicieron por altura de miras con su país. En los momentos históricos uno tiene que decidir de qué lado está”, ha rematado la vicepresidenta, líder de Sumar en la coalición de Gobierno, que hasta ahora había evitado entrar en el debate.

“No hay ninguna circunstancia que pueda justificar no caminar juntas”, ha concluido Díaz antes de defender que “hay que llegar a un acuerdo”, con “todas las diferencias”, “los matices” y “las estrategias que uno quiera”.

Podemos rompió con el grupo parlamentario de Sumar en diciembre de 2023, después de meses de discrepancias con la dirección, y sus cinco diputados pasaron al Grupo Mixto de la Cámara baja. Aquel fue un arranque de legislatura convulso en la izquierda, con los parlamentarios de Belarra denunciando el ninguneo de Sumar (que no les concedió portavoz adjunto ni les dio la palabra en ningún pleno) y fuertes críticas a la estrategia de Díaz desde la gestación del acuerdo (la propia Irene Montero quedó excluida de las listas electorales y Podemos siempre lamentó “el veto” a la exministra).

A finales de enero de 2024, una de las diputadas del partido izquierdista, Lilith Verstrynge, hasta ese momento secretaria de Organización, decidió abandonar todos sus cargos y la formación se quedó con solo cuatro parlamentarios. Desde entonces, han competido electoralmente con Sumar en Galicia, País Vasco y las europeas del pasado junio. La candidatura liderada por Montero obtuvo dos escaños en Bruselas, mientras que la de Sumar, con siete organizaciones, solo uno más. Ellos —que rechazan este lunes valorar la declaración de la vicepresidenta— siguen defendiendo un “camino propio” que haga que la izquierda “se vuelva a poner en pie”, en palabras de la antigua titular de Igualdad, y el último barómetro de 40dB. para EL PAÍS y Cadena SER les otorga en torno al 4% del voto frente al 5,1% de los de Díaz. La misma encuesta revela que un 33,6% de los votantes de Sumar se habría ido a Podemos.

El cambio de discurso de la responsable de Trabajo llega a un mes de que Movimiento Sumar, el partido creado para competir en las generales de 2023, celebre su segunda asamblea. En los documentos que someterá en marzo a debate, la formación ya habla de buscar acuerdos de “confluencia y unidad”. La cita se produce en un contexto de debilidad y sin un liderazgo claro tras el paso a un lado de Díaz, que no opta a la coordinación. Con la viabilidad de los Presupuestos en el aire, cuya aprobación daría al Gobierno mayor estabilidad y permitiría a Pedro Sánchez seguir hasta 2027, los partidos vuelven a dar pasos en clave electoral.