Un hombre, investigado por mutilar a unos gallos de pelea robados en Valladolid hace unas semanas

La Guardia Civil de Valladolid investiga a un hombre por un delito contra los animales porque mutiló presuntamente a varios gallos de pelea con el fin de prepararlos para estos combates ilegales. Las aves, con las crestas y barbillas cortadas, señal de su preparación para esta actividad irregular, son algunas de las encontradas hace unas semanas en Soria después de que su robo fuese denunciado en Valladolid. Las autoridades han hallado un total de 15 gallos y seis gallinas de la raza combatiente español y algunos de ellos cruzados con la raza Fénix, muy agresivos y habituales en esas salvajadas. El sujeto no logró justificar el porqué de estas mutilaciones, consideradas maltrato animal, ni tenía permisos para gestionar esos corrales o criar los ejemplares.

Los agentes han dado con estos animales en el marco de la operación iniciada tras la denuncia de una familia de que le habían robado varios gallos de esa raza en Valladolid. Las pesquisas de la Guardia Civil de la provincia permitieron que la de Soria ayudara a la localización de una decena de los ejemplares supuestamente sustraídos. El caso se viralizó en redes sociales después de que las presuntas víctimas se grabaran en vídeos primero avisando del posible robo y luego amenazando a los ladrones. La denuncia de la desaparición y las características de los gallos hallados, muchos de ellos con esas mutilaciones propias de los combates ilegales, supusieron que se abrieran diligencias por un presunto delito de maltrato, siendo avisadas la Fiscalía Delegada de Medio Ambiente y Urbanismo de la Audiencia Provincial de Valladolid.

La investigación permitió que el pasado 22 de enero varios agentes inspeccionaran unas instalaciones sospechosas junto a veterinarios de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León. La actuación en una explotación de gallos ubicada en la localidad de Valladolid supuso encontrar “21 aves, 15 gallos y seis gallinas de la raza Combatiente Español en su mayoría y algún cruce de las razas combatiente español-fénix”, según el comunicado de la Guardia Civil.

Cinco de ellos “presentaban las crestas y las barbillas amputadas sin acreditar que dicha amputación se debe a causas terapéuticas o de diagnóstico” y sin pruebas veterinarias de haberse efectuado con garantías. Los agentes comprobaron que esos animales se corresponden con los gallos sustraídos y posteriormente recuperados en Soria y fuente de la controversia hace unos días. “El resto de los animales se encontraban en condiciones aceptables”, han precisado.

La intervención se tradujo en que un hombre de 43 años quedara investigado por ese presunto maltrato animal, además de que se acreditó “la carencia total de cualquier tipo de autorización, licencias, permiso o comunicación a las distintas autoridades locales y autonómicas” de la existencia de esa granja de gallos de pelea.

De este modo, ha sido denunciado por no tener registrado ese corral ni haber tramitado comunicación ambiental al Ayuntamiento de Valladolid. Tampoco constaba presencia en el registro de explotaciones ganaderas de Castilla y León. “Asimismo, se están realizando gestiones con la empresa titular de la finca para conocer la legalidad de la situación de la explotación”, añaden.

Los 21 animales “han quedado inmovilizados en el lugar debido a la imposibilidad de encontrar una ubicación que cumpla con las condiciones” apropiadas para su mantenimiento. El delito de maltrato animal está tipificado con penas de prisión de tres a 18 meses o multa de seis a doce meses y con la pena de inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.