La Guardia Civil localiza en Soria una decena de gallos robados a una familia de Valladolid

La Guardia Civil ha devuelto a una familia de Valladolid una decena de gallos encontrados en los alrededores de Soria en la mañana de este martes. Los vallisoletanos habían denunciado mediante las redes sociales que les habían robado 30 gallos y amenazaban a los supuestos ladrones si no recibían de vuelta las aves. Las autoridades han comprobado que eran los legítimos propietarios de los animales encontrados y, tras acreditarlo, les fueron devueltos los 10 gallos que se localizaron en la otra ciudad. Los ejemplares, tal y como acreditan las fotografías difundidas, se suelen utilizar en peleas ilegales donde se mueven irregularmente grandes cantidades de dinero en apuestas. Las leyes nacionales y autonómicas de Bienestar Animal prohíben desde hace años esta clase de eventos y la reciente actualización estatal, de 2023, endurece también las sanciones recogidas por el Código Penal.

Las aves han sido devueltas este martes 14 de enero, después de que una vecina llamara a la Policía Local de Soria en la mañana porque había hallado, mientras paseaba al perro por un camino del barrio residencial de Las Casas, una decena de gallos en cajas, tirados en el suelo. Los agentes movilizados comprobaron que habían muerto dos ejemplares, aunque no lograron aclarar si fue por enfrentamientos entre sí o por las condiciones a las que los habían sometido, y que alguno de ellos se había escapado de su jaula. Fuentes de la subdelegación del Gobierno en Soria aseguran que la mujer denunciante no había visto los videos que se viralizaron en las redes sociales, en los que los propietarios avisaban, primeramente, del presunto robo el 9 de enero e instaban a que se los devolvieran y, en una segunda secuencia, amenazaban gravemente a los supuestos responsables. Las pesquisas policiales pronto permitieron a los guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza contactar con Valladolid para remitirles el caso, mientras las aves fueron guardadas durante esas horas en un almacén de la Guardia Civil de Soria.

Tras recibir el aviso, los dueños se desplazaron a Soria, donde les advirtieron de que debían presentar una denuncia. Eso hicieron, alegando que les habían quitado un total de 30 gallos. La decena que se encontraron, incluidos los dos muertos, les fueron entregados cuando pudieron acreditar que los propietarios tenían la documentación que lo corroboraba. Fuentes de la subdelegación en Soria admiten que esa clase de gallos se suelen utilizar para las peleas prohibidas por las leyes de protección animal y recuerdan que en 2022 se desmanteló en Valladolid una “gallera”, esto es, un combate entre estos animales con unas 60 personas pendientes. Las fotografías difundidas de uno de los ejemplares acreditan que tiene cortada la cresta y las plumas afeitadas, algo común para esta clase de espectáculos irregulares. Los vídeos han despertado hilaridad en las redes sociales, pero estas fuentes oficiales comentan que “la pelea no ha terminado, hay 10 y faltan 20″, de modo que no se descarta que puedan seguir las rencillas entre los propietarios y esos supuestos ladrones, además de que se tendrá presente el caso por si esas aves acaban siendo utilizadas en peleas.

Las diversas legislaciones al respecto de la protección y bienestar animal han ido tanto ampliando sus contenidos como endureciendo las penas sobre quienes las incumplan. La primera comunidad en trazar una normativa al respecto fue Cataluña en 1988. Castilla y León publicó la propia en 1997, en cuyo artículo 6 alude directamente a las peleas de gallos: “Se prohíben las peleas de perros, gallos, o cualesquiera otros animales entre sí, con ejemplares de otra especie o con el hombre”. El marco legal nacional más reciente es la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, la Ley 7/2023, de 28 de marzo de 2023, acompañada por una reforma del Código Penal en materia de maltrato animal. En esta legislación no se menciona expresamente a los gallos, pero sí prohíbe que los animales se usen en esa clase de enfrentamientos. Así reza el artículo 25, impidiendo “utilizarlos en peleas o su adiestramiento en el desarrollo de esta práctica y otras similares, así como instigar la agresión a otros animales o a otras personas fuera del ámbito de actividades regladas”. El artículo 75 recoge estos hechos como “infracciones muy graves”, sancionadas con multas de entre 50.001 euros y 200.000 euros.