Un turno rotatorio acabará con el clan de los taxistas del aeropuerto de Sevilla
El Ayuntamiento, la oposición y las asociaciones críticas acuerdan que a partir de febrero todos los taxis de la ciudad puedan acceder al aeródromo
Un turno rotatorio en el que participen los 1.800 taxis de Sevilla acabará previsiblemente con el clan de los taxistas del aeropuerto de Sevilla, que ha monopolizado esta lucrativa parada desde hace 25 años. El Instituto municipal del Taxi ha aprobado este viernes por mayoría instaurar a partir del 1 de febrero este turno, que contará con vigilancia de la Policía Local para evitar que vuelvan a ocurrir los incidentes y amenazas recrudecidos el año pasado. Hace una semana, la Policía Nacional detuvo a 18 taxistas, entre ellos toda la directiva de Solidaridad Hispalense del Taxi, la asociación que copa la parada del aeropuerto, acusados de organización criminal, daños, amenazas y coacciones.
Está por ver la eficacia real de la medida equitativa y, sobre todo, si el Ayuntamiento (PP) cumple su promesa de mantener vigilancia policial constante en el aeropuerto. En 2001, el Consistorio sevillano también implantó un turno rotatorio pero, después de un año y medio, Solidaridad ―con unos 200 taxistas― copó de nuevo la parada del aeródromo tras amenazar al resto de conductores y alejarlos. Todo quedó en un intento de solución, frustrado con rapidez por el clan de los taxistas.
La violencia ejercida hace 24 años por los taxistas logró descabalgar del Ayuntamiento a su entonces delegado de Movilidad, Blas Ballesteros (PSOE). “Fue la kale borroka, que se da por ideología asesina o por intereses espurios y económicos. Me quemaron el coche, vandalizaron mi casa y pintaron toda Sevilla con grafitis detallando dónde vivía, dónde vivía mi madre y a qué colegio iban mis hijos. La policía me puso incluso contravigilancia, pero la juez Mercedes Alaya finalmente no actuó contra ellos”, denuncia hoy este abogado. Los principales perjudicados por este monopolio, que lleva más de dos décadas en la capital andaluza, son los 8,4 millones al año de sevillanos usuarios del aeropuerto y turistas, que a menudo deben soportar colas interminables porque faltan taxis disponibles y el único autobús no llega al área metropolitana ni a muchos puntos de la ciudad.
Tras el acuerdo, todos los conductores de taxis ―incluidos los de servicio concertado― podrán acceder al aeropuerto al menos cuatro días al mes, con la posibilidad de aumentar estos turnos siete días cada año. En verano se reforzará el servicio para atender la alta demanda de viajeros que llegan a la capital andaluza. La propuesta del turno rotatorio en el Consejo de Gobierno del Instituto del Taxi contará con una mesa de seguimiento, cuya primera reunión será a finales de febrero o principios de marzo, para verificar que las medidas surten efecto y el turno rotatorio se respeta.
La decisión ha sido aprobada tras consensuar las dos soluciones que aportaron las asociaciones Unión Sevillana del Taxi y Elite, críticas con Solidaridad. El Ayuntamiento barajaba una propuesta propia, pero finalmente optó por esperar a la del colectivo de conductores. Los taxistas que accedían cada día con regularidad al aeropuerto eran solo 140, mientras que ahora serán unos 440 de lunes a viernes y 880 el fin de semana, según cálculos de la asociación Elite.
En la votación ―aprobada por los votos de PP, PSOE, IU-Podemos, las asociaciones Unión Sevillana y Elite, y la asociación de consumidores Facua― solo se han abstenido los dos representantes de Solidaridad, que se han quejado por sentirse “perjudicados” ante una reunión institucional “precipitada”, según han relatado fuentes presentes en la reunión. De este modo, todos los taxistas podrán acceder al aeródromo de San Pablo gracias a un calendario estipulado por las letras de las matrículas de los coches.
El delegado sevillano de Movilidad, Álvaro Pimentel, ha valorado la mejora de un servicio que, hasta ahora, ha perjudicado a los viajeros: “Este modelo asegura una rotación justa y equilibrada que permitirá a todos los taxistas trabajar en el aeropuerto de manera proporcional, asegurando el servicio a los viajeros en esta parada sin que signifique un perjuicio para la atención al resto de la ciudad”
Desde la oposición, Susana Hornillos, representante de IU-Podemos, ha censurado la inacción institucional de décadas: “El Ayuntamiento no ha estado a la altura y se tenían que haber impuesto medidas antes, para evitar el conflicto enquistado. Era urgente y la propuesta es positiva para lograr que mejore la imagen del sector. Es el punto de partida para mejorar y siempre hemos defendido al sector del taxi y no los VTC [vehículos de alquiler con conductor]”. En paralelo, el edil socialista Ignacio González ha aplaudido el consenso: “Lo más importante es la mesa de seguimiento para evitar problemas de funcionamiento del turno. Es un primer pasito, corto, pero importante. Ahora hay que ver la valentía del Gobierno municipal para seguir la normalidad y prestigiar el servicio a la ciudadanía. El ejercicio de responsabilidad ha sido grande y nos felicitamos por el acuerdo”. La asociación de consumidores Facua dice estar “satisfecha” con el acuerdo, pero reclama acabar con la tarifa fija hasta el aeropuerto, que ronda los 25 euros y tilda de “desproporcionada”.
Con la reciente operación policial Aertase como telón de fondo, el delegado de Seguridad, Ignacio Flores, ha garantizado la presencia de la Policía Local en el aeródromo en coordinación con la Policía Nacional, a pesar de que la unidad policial Sesja, creada con 20 policías y tres oficiales en 2018 tras la anterior operación policial, está en vías de extinción por la inacción del Ayuntamiento.
Javier Martín, representante de la asociación Elite, ha subrayado: “Esta asociación [Solidaridad] ha logrado el monopolio con amenazas para obtener un lucro superior al de todos. Hay una sentencia histórica [del Tribunal Superior de Justicia andaluz, en 2001] que avala que el Ayuntamiento puede regular la entrada principal a Sevilla. Mientras, ayer mismo se produjeron amenazas a gritos en la parada frente a la policía después de que cortaran la luz durante cuatro horas”. Es decir, la tarea de evitar altercados entre taxistas en el aeropuerto no será nada fácil.
En 2001 el Ayuntamiento retiró 18 licencias a los taxistas por altercados y cobrar tarifas ilegales a los turistas, pero el turno rotatorio solo duró un año y medio, hasta las elecciones de 2003. Con el cambio de Gobierno y a pesar de que ganó de nuevo el mismo equipo del PSOE, la policía dejó de vigilar la parada y Solidaridad se hizo fuerte hasta lograr que el resto de taxistas no acudieran por miedo a los ataques. Además de las 18 licencias retiradas, el Ayuntamiento dejó impunes otras 20 sanciones a los taxistas para que estos rebajaran sus presiones y ataques contra los concejales y la campaña del PSOE para esas elecciones municipales de 2003. “Los partidos políticos sevillanos fueron incapaces de ponerse de acuerdo y no valoraron el precio de entregar una pieza [por su figura como concejal], a pesar del apoyo del alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín. La reciente operación policial ha demostrado que la juez Alaya no estuvo a la altura”, lamenta Ballesteros.
La guerra del taxi en Sevilla nació con el monopolio hace más de 25 años y desde entonces los intentos por regularlo y ampliar la recogida de viajeros a todo el sector han caído en saco roto. Está por ver si esta vez se impone el Ayuntamiento, ya que hasta ahora siempre han ganado el pulso los taxistas de Solidaridad, investigados por el Juzgado de Instrucción 4 de Sevilla. El magistrado Sergio Escalona, titular del juzgado, ha prohibido a los 18 conductores detenidos acercarse a menos de 500 metros del aeropuerto para frenar la espiral de violencia.
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