Espadas se aparta de la batalla por el liderazgo del PSOE de Andalucía para apoyar un proyecto “ganador”

El secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, ha anunciado este martes que no se presentará a la reelección. El dirigente sevillano ha comunicado esta decisión en rueda de prensa celebrada en la sede regional de San Vicente el mismo día en que se ha abierto el calendario oficial para el registro previo de precandidaturas para elegir al líder del partido en las elecciones primarias. Este paso abre la puerta de par en par a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero (Sevilla, 58 años), para hacerse con las riendas del PSOE andaluz, ya que con otro candidato Espadas, que hasta el pasado 19 de diciembre mantenía en firme su decisión de repetir en el cargo, habría dado la batalla interna. Tras el anuncio del dirigente andaluz, la vicepresidenta Montero ha convocado un encuentro con militantes en Sevilla este miércoles por la tarde en el que anunciará su candidatura.

El PSOE ha querido que Espadas tuviera una especie de partido homenaje en su despedida. Hoy era su “día”, por lo que no es probable que la vicepresidenta primera desvele sus intenciones de concurrir a las primarias. En ningún momento, el exalcalde de Sevilla ha dicho que Montero será la séptima secretaria general del PSOE de Andalucía, pero ha recordado que su cambio de decisión se debe a que da su “apoyo a una opción ganadora” en las próximas elecciones autonómicas. “Doy un paso al lado, para apoyar a otro liderazgo que renueve este proyecto y lo pueda convertir en ganador en 2026″.

Fuentes del PSOE señala que la operación Espadas se cerró ayer lunes. Él ha reconocido que ha hablado con el presidente del Gobierno y líder del PSOE federal, Pedro Sánchez; también con la vicepresidenta y con otros muchos miembros de la ejecutiva regional a los que ha citado por su nombre de pila.

Durante su rueda de prensa, se han proyectado imágenes de sus intervenciones en el Parlamento y con sus compañeros componiendo una estampa de despedida. Espadas ha dado por cumplidos los objetivos con los se presentó en 2021 a las elecciones internas para elegir candidato a la presidencia de la Junta frente a Susana Díaz. “Se trataba de generar ilusión, unidad y un cambio a mejor”, ha dicho. Sin reproches también ha comentado el coste personal que le supuso dar ese paso ya que entonces era alcalde de Sevilla, cargo que tuvo que abandonar. “Me presenté siendo alcalde de Sevilla por responsabilidad que tenía con mi partido y lo hice para superar la confrontación del 1 de octubre y para conectar al PSOE andaluz con el resto de las federaciones y la dirección federal para superar fracturas”, ha comentado Espadas señalando sin citarla a Susana Díaz en su pugna por la dirección federal frente a Pedro Sánchez.

No obstante, Espadas ha reconocido que no ha recuperado terreno electoral. Con él al frente de la secretaría general, el PSOE de Andalucía ha perdido cuatro elecciones (autonómicas, municipales, generales y europeas). “El primer objetivo de frenar la pérdida de espacio electoral no lo he conseguido, no lo hemos conseguido”, ha reiterado y en consecuencia deja paso a otro liderazgo “ganador”. “Nunca he perdido la esperanza en recuperar con nuestro trabajo, compromiso y responsabilidad la confianza de los andaluces”, ha añadido.

El dirigente sevillano se ha puesto de ejemplo “frente a los que aún están instalados en dividir, porque la lealtad siempre es un valor escaso, más aún cuando estás en la oposición”. También ha afirmado que su decisión de renunciar a la reelección no ha sido “precipitada, sino madurada”. “Ya es bastante difícil estar como he estado desde el día 20 [fecha en la que se celebró el comité director que convocó el 15º Congreso Regional] leyendo y oyendo opiniones de todo tipo como para ahora desvelar cómo hemos llegado a este punto. Las decisiones no se toman en un día”.

Fuentes socialistas dan por hecho que Espadas no seguirá como presidente del grupo parlamentario andaluz y jefe de la oposición, aunque él hoy ha evitado desvelarlo. Espadas ha compatibilizado esta tarea con la portavocía del grupo socialista en el Senado, donde es senador por la comunidad autónoma.

Antes de la intervención de Espadas, Luis Ángel Hierro ha registrado en la sede regional de San Vicente su precandidatura. Sobre la marcha de Espadas, ha comentado su dependencia de Pedro Sánchez: “Quien pone rey, quita rey”. Hierro se presenta para dinamizar la democracia interna y confía en reunir los avales necesarios, alrededor 4.900 firmas. No está claro que los consiga, pero su candidatura provocará que las agrupaciones provinciales tengan que activarse para recabar apoyos a María Jesús Montero.

El PSOE ha querido que fuera el dirigente sevillano el que explicara sus razones de no continuar y hacer acompasar los tiempos con el calendario oficial de convocatoria de todo el proceso del 15º Congreso Regional que se celebrará en Armilla (Granada) el 22 y 23 de febrero.

A la espera del anuncio de Montero, el catedrático de Economía Pública de la Universidad de Sevilla Luis Ángel Hierro (Jimena de la Frontera, Cádiz, 61 años) también ha lanzado su candidatura, aunque habrá que esperar a la recogida de avales para comprobar si finalmente hay o no elecciones internas. Los candidatos necesitan alrededor de 4.900 firmas, el 12% del censo (40.138 en Andalucía), para poder competir. En caso de que haya más de una candidatura, las elecciones se celebrarían el 1 de febrero. Si solo hay una, el aspirante quedaría proclamado secretario general.

Espadas se hizo con las riendas del partido en junio de 2021, cuando, impulsado por la dirección federal de Pedro Sánchez y la mayoría de los secretarios generales provinciales, compitió con Susana Díaz para alzarse con la candidatura a la presidencia de la Junta. Espadas tuvo que dejar la alcaldía de Sevilla, que el PSOE perdió en las municipales de 2023. En esas primarias, el dirigente sevillano se impuso con el 55% de los votos, frente al 38% de Díaz y el 5% de Hierro. En julio de ese año fue proclamado secretario general tras una elección sin competidores.