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El PSOE andaluz confía en que Espadas renuncie hoy a la reelección y abra la puerta a Montero

Espadas comunica esta mañana su decisión después de meses defendiendo su continuidad

Juan Espadas, durante el congreso del PSOE de Sevilla el pasado mes de noviembre.
Juan Espadas, durante el congreso del PSOE de Sevilla el pasado mes de noviembre.PACO PUENTES
Lourdes Lucio

La palabra inminente no significa lo que el diccionario dice que significa. Desde luego, no en el PSOE de Andalucía. Llevan los socialistas andaluces esperando más de un mes una señal pronta, inmediata, rápida y urgente del presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, desde que se celebró el 41º Congreso Federal en Sevilla. De regalo de Reyes le pidieron un secretario general, pero este lunes lo que había era carbón.

Hoy se sabrá si el regalo llegó tarde y si su secretario general, Juan Espadas, se presentará o renunciará a la reelección; y pocas horas o días después si María Jesús Montero, dará el paso para liderar el PSOE andaluz y lo compatibilizará con sus actuales responsabilidades en el Gobierno como vicepresidenta primera y ministra de Hacienda. En cualquier caso, todas las fuentes apuntan a que Montero es la elegida y que Espadas no planteará batalla a una operación bendecida por Sánchez.

Espadas, que ha convocado a los medios de comunicación a las 11.30 de este martes en Sevilla, tiene previsto desvelar hoy su decisión. Desde el 7 hasta el 10 de enero a las 14.00 está abierto el plazo de presentación de precandidaturas a la secretaría general del PSOE andaluz, por lo que el dirigente sevillano se ha conjurado para “no va a hablar de nada” hasta hoy, siguiendo el calendario previsto, indican personas de su entorno.

A lo largo de estos meses, Espadas ha reiterado su deseo de continuar en el cargo y ha retado a los críticos a dar la cara y presentar un líder, una alternativa y un proyecto en las primarias para elegir al secretario general. Hasta el día anterior al comité director del pasado 20 de diciembre, el exalcalde de Sevilla se mantenía firme en su propósito de seguir, pero desde entonces ha evitado cualquier comparecencia pública y ha preferido la comunicación unilateral de las redes sociales. Ni siquiera asistió al pleno municipal en el que salió adelante la moción de censura que le ha devuelto al PSOE la alcaldía de Jaén.

Espadas ha ido perdiendo apoyos conforme se acercaba la fecha de los congresos. Y su larga intervención en la apertura del cónclave federal que él presidió como anfitrión fue una especie de aldabonazo de que había que dar un golpe de timón. Los secretarios provinciales de Sevilla, Javier Fernández de los Ríos, y de Jaén, Paco Reyes, se mostraron muy tibios con él en el mismo 41º Congreso Federal cuando eludieron dar un apoyo expreso. Ambos presiden sus diputaciones, el único oasis institucional que le queda al PSOE tras perder la Junta, y han jugado y juegan un papel muy relevante en la organización andaluza, lo que ha despertado las suspicacias, más allá de lo habitual, de otras agrupaciones. Los de Cádiz, Juan Carlos Ruiz-Boix, y Córdoba, Rafi Crespín, han apoyado un cambio de liderazgos, y el resto, en las últimas semanas, se han mantenido silentes.

La corriente a favor de un relevo en la cabecera del PSOE andaluz es muy mayoritaria y de la que participan no solo los críticos, sino también de diputados que tienen escaño en el grupo parlamentario andaluz y en la ejecutiva regional. Más allá de su pequeño círculo, las voces a favor de su continuidad no se han oído. Las cuatro derrotas electorales cosechadas por la federación andaluza desde que Espadas es secretario general han hecho mella y que muchos se pregunten si con él en la cabeza se puede recuperar la Junta o, al menos, arrebatar la mayoría absoluta que tiene el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno.

La única alternativa posible para inyectar no solo vitaminas, sino también músculo al antiguo todopoderoso PSOE de Andalucía se llama María Jesús Montero. No hay otro nombre circulando a estas alturas. La opción de Juan Francisco Serrano (Bédmar, Jaén. 36 años), que hubiera representado un relevo generacional, pero un trabajo a medio y largo plazo, está descartada desde hace una semana.

Esta era la apuesta del PSOE de Jaén y de otros muchos de todas las provincias, pero Serrano solo iba a dar el paso si Montero no era la candidata. Y al PSOE de Pedro Sánchez le urge cortar la hemorragia de la federación andaluza ya y empezar cuanto antes la tarea de reconstrucción del partido con un equipo que se dedique 24 horas al trabajo orgánico, según diagnostican varios dirigentes. Espadas no ha sabido o no ha querido tener un grupo de dirección sólido y estable, ni tampoco ha llegado a fiarse del todo de los que él mismo aupaba. Sus críticos le han afeado sus tics de alcalde, pero la sede regional de San Vicente hace mucho tiempo que dejó de ser la Casa Grande del PSOE de Andalucía. Hay muchos despachos vacíos, como el propio Espadas diagnosticó cuando ganó por caso 17 puntos a Susana Díaz en las primarias de junio de 2021.

En esa ocasión también compitió el catedrático sevillano Luis Ángel Hierro, un animador de las primarias aunque con escaso éxito. Hierro lo volverá a intentar de nuevo, aunque enfrente va a tener, salvo una sorpresa mayúscula, a Montero, el principal referente del PSOE de Andalucía en el Gobierno y en el partido desde los tiempos de Alfonso Guerra. Lo hace, como ha reconocido él mismo en una carta, para “impulsar la depauperada democracia interna”. Para confirmar su candidatura necesita reunir la firma de 4.900 avalistas, el 12% del censo regional que también ha caído en picado. Si en las primarias de 2021 para elegir al candidato a la presidencia de la Junta el censo era de 46.577 personas, ahora es de 40.138.


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