Lobato irrita al PSOE por su actuación ante el correo del novio de Ayuso y recrudece la batalla por el control de la federación madrileña
Dirigentes madrileños opinan que no debería ir al Congreso Federal de Sevilla y no entienden por qué llevó en noviembre a una notaría una conversación con Sánchez Acera del pasado marzo sobre González Amador
El 41º Congreso Federal del PSOE, que empieza el viernes y estaba diseñado para discurrir sin sobresaltos, estará condicionado por la citación ese mismo día de Juan Lobato como testigo en el Tribunal Supremo. Un cisne negro que amenaza con hacer saltar por los aires la fiesta de proclamación de Pedro Sánchez como secretario general por cuarta vez consecutiva. Y que ha terminado de incendiar el ya de por sí convulso PSOE de Madrid, una federación con fama de avispero acostumbrada a las derrotas y con la que en Ferraz están muy disconformes desde hace muchos meses con la oposición “sin colmillo” de Lobato a Isabel Díaz Ayuso. Una posición que no es nueva: “Juan no es de fiar”, resumía hace semanas, entre dientes, un miembro de la dirección nacional la opinión que en la sede federal tienen de Lobato. Pero que ya no es exclusiva de Ferraz: varios miembros de la ejecutiva del PSOE de Madrid consultados por EL PAÍS opinan que el líder territorial no debería acudir al Congreso Federal. Lobato se desplazaría a Sevilla después de declarar en el Supremo.
La decisión del secretario general de Madrid de acudir en noviembre a una notaría para dejar constancia de la conversación de whatsapp que mantuvo en marzo sobre Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, con Pilar Sánchez Acera, por entonces jefa de gabinete en La Moncloa de Óscar López ha enervado a Ferraz hasta cotas desconocidas y desconcertado a todo el partido. López, que entonces encabezaba el gabinete de Sánchez, suena como posible rival en primarias de Lobato. “¿A quién se le ocurre hacerle eso a una compañera de partido y que además pertenece a tu dirección? Es la gota que colma el vaso. Y como yo se van a mover otros en la misma dirección”, sentencia el secretario general de una de las principales agrupaciones de Madrid, que en 2021 apoyó a Lobato frente a la candidatura del alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, al que se impuso con un respaldo del 60%. “Es muy grave”, asiente el responsable de una agrupación que “de momento” se mantiene leal a Lobato.
Lobato, según la reconstrucción del diario ABC que supuestamente accedió a la información sobre un acta notarial, quiso dejar constancia de que en la mañana del 14 de marzo Sánchez Acera, la secretaria de acción institucional del PSOE de Madrid, le envió por wasap un pantallazo con el correo electrónico que demostraba que el abogado del novio de Díaz Ayuso reconocía dos delitos fiscales y proponía un acuerdo a la fiscalía. Y que Lobato preguntó por el origen del documento y le indicaron que se filtraría a medios de comunicación para que lo pudiera utilizar en el debate parlamentario con Ayuso. Esa cronología demostraría que desde el Gobierno se filtró un documento que solo podía tener la Fiscalía para dañar a la presidenta madrileña. Lobato emitió un comunicado el domingo por la noche, que según su entorno contó con el visto bueno de Ferraz, en el que sostenía que había acreditado ante notario “que ni los socialistas madrileños ni Moncloa” habían recibido de la Fiscalía “ninguna información en absoluto relativa al novio de la Sra. Ayuso”. “Al revés, queda acreditado que toda la información vino de medios de comunicación”, añadía. El líder de los socialistas madrileños insistió en esa versión a lo largo de este lunes: la información que le facilitó Sánchez Acera ya estaba publicada en medios de comunicación. Fue su forma de rechazar que su visita al notario fuera para dejar una prueba escrita de que el Gobierno filtró un correo electrónico contra la pareja de Díaz Ayuso. “Yo ya veía muy complicado que Juan siguiese, ¿pero esto? Mira que lo lamento pero ha sido muy torpe y sin ir más lejos este lunes se ha ido metiendo en una trampa encadenando entrevistas por la mañana. Más lío. Hasta que le han llamado del Supremo”, apunta otro miembro de la ejecutiva de Madrid.
“Si no hubiera un Congreso Federal por delante, el presidente cortaba por lo sano y haría como con Tomás Gómez”, añade un peso pesado de la federación madrileña, en referencia a la primera decisión orgánica de calado que Sánchez tomó a los pocos meses de estrenarse como líder del PSOE en 2014: la destitución en febrero de 2015 de Gómez como secretario general del PSM por los sobrecoste del tranvía de Parla, donde había sido alcalde entre 1999 y 2008. Otros cargos consultados apuntan que habrían contemplado forzar la caída de Lobato y dar paso a una gestora dimitiendo de la dirección regional, algo que ya no es posible tras el cambio de los estatutos del PSOE en el congreso federal de 2017, una modificación impulsada por Sánchez, que sufrió un movimiento similar antes de su dimisión en el comité federal del 1 de octubre de 2016.
“Esto debe de aclararse totalmente. ¿Por qué lleva esto a un notario? Él dice que para protegerse de bulos, pero si no hay nada... En el partido hay desconcierto. Evidentemente. Él puede haber actuado de forma preventiva, pensando que le van a hacer la cama. Pero lo que ha pasado no se entiende muy bien. No lo comprende nadie. Y mina la confianza en Lobato en su propio entorno”, razona otro cargo del PSOE de Madrid que sigue sin digerir la crisis. “El desastre es colosal, porque incluso afecta a su posible rival en primarias, a todo un ministro. Hay que ver en qué queda todo, pero a saber si esto no obligará a buscar una tercera vía para liderar Madrid”, reflexiona un diputado de la Asamblea de Madrid. El jefe de gabinete de Lobato llamó este lunes a los parlamentarios, según varios de ellos, para tratar de sofocar el ambiente crispado.
“Estamos perplejos”, reconoce una fuente que cuenta con la confianza de Lobato. “Juan va a estar delante de un juez antes que el novio de Ayuso”, se queja mientras hace oídos sordos de las críticas al secretario general. “Políticamente, esta situación tiene sus implicaciones”, reconoce. “Pero hay que apechugar, e ir día a día, pese a que evidentemente este es un asunto disruptivo y no menor. Hay que ver cómo cuaja todo, porque esto es un huracán permanente”, abunda. Una tempestad que ya no se limita a Madrid. “¿Pero qué pretendía? ¿Reventar el Congreso Federal?”, concluye un líder territorial “estupefacto y a la espera de lo que Juan haga el viernes y termina yendo a Sevilla”.
Los socialistas de Madrid están convocados inmediatamente después del Congreso Federal a decidir quién es su líder, con el 7 de diciembre como fecha límite para presentar candidaturas. Si Lobato ya estaba en la diana de la dirección Federal de Ferraz por haber mostrado dudas en público sobre apuestas políticas clave del gobierno, o por haberse aventurado a hablar de un futuro sin Sánchez al apostar porque una mujer le sustituya cuando deje la secretaría general, el registro ante notario de su conversación con una compañera de partido es interpretado como una muestra de desconfianza sin precedentes hacia las siglas a las que representa.
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