Aemet defiende su trabajo ante la dana: avisó ocho días antes y activó la alerta máxima
Los expertos opinan que el fenómeno estaba bastante bien previsto pese a rebasar sus cálculos
El grave episodio de lluvias torrenciales en el sureste peninsular a causa de una dana es el peor en lo que va de siglo y está entre uno de los tres más intensos de los últimos 100 años, según las primeras valoraciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Ante las críticas, la agencia defiende su trabajo: avisó ocho días antes ―la primera previsión se hizo pública el 20 de octubre―; emitió una nota informativa el día 26 y un aviso especial el 27; había aviso naranja, el segundo nivel de una escala de tres, desde el día anterior a la catástrofe, y a las 7.35 horas del martes lo elevó a aviso rojo, el máximo. En total, ese día se enviaron seis avisos. La cuestión es, ¿se subestimó la virulencia de la dana? A priori, los datos indican que los acumulados de agua finales en la zona cero duplicaron las estimaciones iniciales, pero hay muchos matices con estos datos.
“Las previsiones apuntaban a un episodio muy adverso en el que se podrían alcanzar o superar de 180 a 250 litros por metro cuadrado en 12 a 24 horas, lo que ya es suficiente para que haya consecuencias catastróficas. En general, los pronósticos se ajustaron a lo sucedido, pero en la zona comprendida entre Utiel y Chiva (Valencia) se quedaron cortos, porque las lluvias superaron los 300 litros”, admite Rubén del Campo, portavoz de Aemet. De hecho, en Chiva se recogieron 491 en apenas ocho horas, “lo que puede llover en un año completo”.
“Ahí, concretamente, se superó con creces el umbral previsto”, hace autocrítica Del Campo. Incluso, aunque no es oficial, el observatorio de la Asociación Valenciana de Meteorología (Avamet) en Toris-Canyapar registró 630,6 litros. Y un pluviómetro de Sisritel, una empresa de riegos automáticos, situado entre Godelleta, Turís y Calicanto llegó a 784,4 en un dato que hay que verificar. Las fotos a escasos km avalan este extraordinario evento. Para poner estas cifras en contexto, dos datos: en noviembre de 1987 se recogieron 817 litros en Oliva y se estima que en la pantanada de Tous se pudieron superar los 1.000 en octubre de 1982 en Casa del Barón (Muela de Cortes).
¿Y qué pasó en esta zona cero entre Utiel y Chiva en la actual dana? “Se formaron sistemas tormentosos que se van regenerando uno tras otro continuamente”, lo que en el argot meteorológico se conoce como trenes convectivos, “provocando una gran persistencia de chubascos de intensidades torrenciales”, indica el experto. Además, esas nubes de tormenta fueron alimentadas por “un flujo de viento procedente del Mediterráneo muy cargado de humedad al estar el mar más cálido de lo normal”. Y, además, estas lluvias se produjeron en una zona poco habitual y algo alejada de la costa, “lo que dio lugar a crecidas de ramblas, barrancos y ríos, extendiendo los daños a lugares donde las lluvias no fueron tan intensas”.
“No se subestimó, o se hizo solo relativamente. Las cantidades previstas por los modelos generalmente se van por encima o por debajo en este tipo de situaciones tan excepcionales como las danas y más hablando de tormentas ―ambos fenómenos son los más difíciles de pronosticar―”, opina por su parte el meteorólogo de Eltiempo.es Roberto Granda. “La previsión de los modelos globales, los que se usan de referencia, era de más de 200 litros, ya apuntaba maneras. Las de los modelos de más alta resolución, que muchas veces sobreestiman, eran de acumulados de 300 a 400 litros”, explica Granda, para quien “la señal estaba ahí”, a lo que se suma “una situación sinóptica muy propicia a un fenómeno extremo y muy parecida a la pantanada de Tous, por la posición de la dana y por el componente marítimo en capas bajas”. A su juicio, el problema no estuvo en la previsión, sino que la alerta de Protección Civil llegó “cuando ya habían caído 300 litros”.
Francisco Martín, coordinador de la revista especializada RAM, apunta que “un umbral es una trampa”. “No hay que mirar las cantidades de precipitación, que en su día ―el sistema de avisos por umbrales y colores data de 2007― se establecieron por exigencia de Protección Civil, sino que el mensaje principal es el color, el rojo significa que hay una situación potencialmente dañina en la que puedes poner en peligro tu vida y perder tus propiedades”, subraya Martín, que demanda desde hace años un cambio del sistema de avisos hacia los impactos, es decir, centrado en las consecuencias que tendrá, como existe en EE UU ante los huracanes y los tornados.
“Hay que concienciar a la gente y a los políticos de que en una zona de catástrofe como la valenciana hay que cerrar los colegios, suspender las actividades deportivas y reducir al máximo la movilidad”, exige este experto, que fue durante 30 años jefe de predicción de Aemet. Martín, que habla de una “nueva generación de danas en un mundo cada vez más cálido”, reclama “órdenes de desalojo obligatorias y comparecencias de las autoridades”.
Para Martín, debería ocurrir lo mismo que tras la rotura de la presa de Tous, que dejó 30 muertos: “El Gobierno puso a los actores responsables, desde el entonces Instituto Nacional de Meteorología a Protección Civil y las confederaciones hidrográficas, a hacer una revisión del sistema y una autocrítica. Si no lo hacemos ahora otra vez, estaremos tirando por tierra 90 muertos [la cifra ha ascendido ya a 155] y millones de euros”. Aunque Martín habría activado los niveles de alerta naranjas y los rojos días antes, no cree que se minusvalorara el episodio ―”los modelos daban señales claras de acumulados bárbaros en los focos típicos de catástrofe, había indicadores de que la dana era muy activa e iba a provocar fenómenos en superficie muy severos, pero el estado actual de la ciencia de la predicción no permite afinar más”―, sino que hace hincapié en la falta de respuesta política.
Ángel Rivera, antiguo portavoz de Aemet, tampoco considera que las predicciones hayan sido desacertadas. “Estaba bastante bien prevista para ser una dana y hay que tener en cuenta que esta ha tenido, además, características anómalas que hay que ir teniendo cada vez más en cuenta. Eran valores medios de 180 y 190, pero en estas situaciones tan complejas y cambiantes pueden producirse picos y debe tenerse en cuenta en Protección Civil”, destaca, para reclamar, a igual que Martín, “una colaboración mucho más estrecha” entre ambos estamentos. “Cuando viene una situación así hay que constituir un gabinete operativo entre Aemet, emergencias, hidrólogos y comunicadores para comprender mejor el fenómeno e ir tomando decisiones en tiempo real porque lo que hay hoy en día son comunicaciones por escrito”, reclama.“Cincuenta años después, necesitamos otra revisión a fondo como la de Tous”, se suma a Martín.
El sector ha cerrado filas con Aemet. En un comunicado, la Asociación Española de Climatología la defiende así: “Solo podemos poner en valor su excelente trabajo de predicción de este evento pluviométrico, advirtiendo días antes de una situación potencialmente extrema”. La Asociación de Comunicadores de Meteorología también señala que “los pronósticos fueron todo lo precisos que este tipo de situaciones atmosféricas permiten en la actualidad”.
Muchos meteorólogos y aficionados llevaban días y días alertando en las redes de que iba a ser un episodio histórico y la primera previsión de la dana por parte de Aemet se hizo pública el 20 de octubre. El 25, el investigador de la agencia Juan José González Alemán tuiteo: “Si todo sigue como prevén los modelos, esta dana, por sus características y comportamiento, tiene mucho potencial de entrar en el grupo de las de alto impacto. De las que serán recordadas en la vertiente mediterránea”. Ahora, González Alemán ha concluido: “La predicción científica ya avisaba de que algo muy gordo podría ocurrir. Afinar más, con el conocimiento y medios que tenemos, es imposible”. Habrá que afinar más, entonces, en la respuesta.
La cronología de los avisos de Aemet sobre la dana.
Este es el resumen de las actuaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) desde los días previos al martes negro al detalle de los avisos que lanzó dicho día.
- Miércoles 23 de octubre: se producen los primeros avisos de la Aemet sobre la llegada de una dana, aunque en aquel momento había una altísima incertidumbre sobre las zonas que más lluvia recibirían.
- Domingo 27 de octubre: un aviso especial de fenómenos adversos en el que se señala que el martes 29 sería el “día álgido”, con mayor probabilidad en el área mediterránea.
- Lunes 28 de octubre: Aemet actualiza su aviso especial y reitera que el martes sería el peor el día, con precipitaciones muy fuertes y torrenciales y tormentas intensas en la zona del estrecho de Gibraltar, Andalucía Oriental, Murcia, el este de Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.
- Martes 29 de octubre:
- A las 6.42, aviso naranja (riesgo importante) por lluvias en varias zonas de la provincia de Valencia.
- A las 7.31, aviso rojo en el interior norte de Valencia.
- A las 7.36, aviso rojo el litoral norte de Valencia, lo que incluye el área metropolitana de Valencia.
- A las 8.04, la Aemet informa en redes de que el litoral sur de Valencia sufre lluvias de intensidad torrencial con acumulaciones de más de 90 litros por metro cuadrado en una hora, que podían “ocasionar crecidas e inundaciones”. La agencia pedía “mucha precaución” porque el peligro era “extremo”.
- 9.06, la Aemet insistiño en sus redes de que había avisos rojos hasta las 18.00 en buena parte de la provincia de Valencia y en que peligro era “extremo”. “No te acerques a cauces ni ramblas. Se están produciendo inundaciones. Situación muy complicada”.
- A las 9.41, toda la provincia de València está ya en aviso rojo.
- A las 12.27, el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, publica un vídeo para volver a insistir en que se estaba produciendo una “situación de gran adversidad en el área mediterránea por lluvias torrenciales” con avisos rojos que “suponen peligro extremo” tanto en la provincia de Valencia como la de Málaga.
- A las 14.30, Meteorología actualiza su aviso especial, que elevaba la previsión inicial de la cantidad de precipitaciones de más de 150 a los 180 litros entre 12 y 24 horas.
- A las 17.49, la agencia anuncia que prolonga el aviso rojo en las zonas señaladas.
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