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La dificultad de acertar en el pronóstico cuando se suman tormentas y una dana

Ambos fenómenos son los dos más difíciles de pronosticar según los expertos, el primero por muy local y el segundo por errático

Dos mujeres se protegen de la lluvia en el distrito de Usera, en el sur de Madrid.
Dos mujeres se protegen de la lluvia en el distrito de Usera, en el sur de Madrid.JUAN BARBOSA
Victoria Torres Benayas

Muchos capitalinos estaban al final del domingo perplejos, ya que se había pronosticado un diluvio en Madrid de 120 litros y en el Retiro habían caído 36. ¿Qué ha ocurrido, ha fallado la predicción? La situación meteorológica que se ha producido este fin de semana en España se puede considerar como el infierno de los hombres y mujeres del tiempo, al confluir los dos fenómenos más difíciles de predecir, las tormentas en primer lugar y una dana —un embolsamiento de aire en capas altas de la atmósfera— en segundo. En el caso de las tormentas, por ser muy locales, y en el de las danas, por aisladas y erráticas.

El experto de Eltiempo.es Roberto Granda explica que “las depresiones aisladas en niveles altos, como su nombre indica, están desgajadas de la circulación general atmosférica, de la corriente en chorro, por lo que generan su propia circulación de vientos y, en función de cómo se distribuyan, varía su movimiento y su posición final”, es decir, que son fenómenos con su particular dinámica interna.

“Es muy complicado pronosticar qué va a hacer una dana porque tienen un comportamiento errático, a diferencia de una borrasca, y cuando más pequeña es la dana, más errático”, prosigue. En este caso, no es pequeña, sino de tamaño medio, pero lo suficiente como para generar mucha incertidumbre en la predicción.

“A nada que la dana se desplace 50 kilómetros más al este o al oeste, varía del todo el escenario, y estamos hablando además de que en este caso lo que produce son tormentas”, indica este experto. Otro elemento determinante es que las lluvias esperadas estaban “determinadas por una convergencia de vientos”, los generados por la dana en altura y los de superficie de levante.

“Esta convergencia se preveía entre el límite Toledo-Cuenca-Guadalajara-Madrid y se ha producido más al oeste, por lo que las lluvias han caído ahí”, detalla Granda. “Los factores de escala local y de niveles bajos han afectado mucho”, añade el meteorólogo.

“En los modelos probabilistas había dispersión, con rangos muy amplios de precipitación y, en el caso de Madrid, aunque había mayor unanimidad, se han cumplido los escenarios que menos probabilidad tenían”, concluye. En global, la predicción en la capital no ha sido certera, porque se esperaban 120 litros, pero las cantidades han sido mayores en el suroeste de la región y en otros muchos puntos de España, donde “llover ha llovido y mucho”, con acumulados de entre 100 y 200 litros en Pamplona, Tarragona, Cádiz o Castellón.

Por su parte, el experto en supercomputación aplicada a la meteorología Daniel Santos Muñoz indica que “las danas vienen causadas por una situación atmosférica en altura, que varía mucho en función de los vientos en altura y estos, en altura, son muy fuertes, por lo que se mueve muy rápido y es muy cambiante”. Por esta razón, los modelos meteorológicos no son “muy certeros” a la hora de dibujar su movimiento.

Las danas lo que generan es “un reflejo en los niveles bajos de la atmósfera, que en este caso son tormentas”, continúa Santos. Pero no todas las danas se traducen en tormentas. “Esta sí, porque todavía hay mucho calor almacenado. Tienes frío arriba y aire caliente abajo, por lo que sube muy rápido y se forman tormentas”, detalla.

Así, lo que ha ocurrido es la concurrencia de una doble dificultad, en muchos casos insalvable. “Por un lado, está la localización en altura de la dana, que es bastante complicada, es muy difícil acertar en qué punto va a estar, y por otro, que lo que genera en esta época del año y en estas condiciones son fenómenos tormentosos, intrínsecamente lo más difícil de predecir al ser muy locales”.

De hecho, el gran reto de los modelos hoy por hoy son las tormentas, opina Santos. “Los modelos y la vigilancia lo que han detectado es que existían unas condiciones favorables para que se formaran tormentas fuertes, recurrentes y estacionarias en la zona de Madrid y alrededores, pero como esas tormentas tienen una dimensión muy pequeña, es muy difícil atinar por localidades”, prosigue este experto. “El meteorólogo lo que ve es que hay una alta probabilidad en una zona, en este caso en la zona centro, pero que al final caigan en Madrid capital o en Alpedrete o en Toledo es lo imposible de determinar”, admite, para contar que él mismo estaba asustado por lo que podía pasar en la capital.

“Por suerte para la capital, la cantidad de precipitación ha sido menor de la prevista y la localización de las tormentas no ha sido cercera, han caído más al sur de la comunidad”, que proseguía hasta la medianoche del domingo bajo aviso rojo, el máximo. Santos añade un dato que explica por qué se ha decretado la alerta máxima en Madrid capital: los umbrales de rojo en la capital son más bajos que en el resto, porque llueve poco y por la gran cantidad de población que concentra. Los daños de una lluvia fuerte pueden ser allí, por tanto, mayores.

Desde la delegación madrileña de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), su delegado, Miguel Ángel Pelacho, explica que “la precipitación ha estado más localizada al oeste de Madrid y en la sierra y no tanto en la ciudad por el movimiento de la dana”, al tiempo que destaca que las cantidades caídas en la región no son para nada desdeñables ―a las 22.00 del domingo, 80,5 litros en Villanueva de la Cañada, 70 en Navalcarnero, 57,8 en Navacerrada, 52 en Colmenarejo, 49 en Móstoles, 45 en Pozuelo, 43 en Rascafría, 36 en la capital y en San Sebastián de los Reyes y 35,2 en Alcalá de Henares―.

En su aviso especial sobre la situación, Aemet ya advertía de que había que tener “en cuenta la elevada incertidumbre propia de este tipo de situaciones para hacer una predicción precisa, ya que una ligera variación en la posición de la baja puede hacer cambiar la intensidad y la distribución geográfica de las precipitaciones”. Con las danas, donde más llueve no es en su centro, que el domingo estaba en el golfo de Cádiz, sino en su delantera.

A pesar de todos estos problemas para atinar en las predicciones, no había ni acabado el día cuando lo que empezaban a llover eran las críticas a Aemet y, por ende, al Gobierno del PSOE. El presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP), hizo a través de las redes sociales una reflexión sobre las medidas que se adoptan ante situaciones como las ocurridas este domingo. “En días como hoy, es necesaria la precaución y no poner vidas en riesgo”, ha escrito en su perfil de Twitter a las 22.00. “Si un organismo público alerta de ‘peligro extremo’ debe estar muy seguro, porque eso tiene consecuencias sociales y económicas. Prudencia toda. Rigor, también”, ha añadido. Fuentes del Ministerio del Interior consultadas por EL PAÍS aseguran que “la alerta la lanzó el 112 de Madrid”. Según estas fuentes, Aemet lanzó aviso rojo, sin calificar, y el “peligro extremo” lo determinó la Comunidad de Madrid, que gobierna la también popular Isabel Díaz Ayuso.

Pelacho defiende la decisión de decretar el aviso máximo: “Cuando los modelos [de predicción] dan una situación entre aviso naranja y rojo, por precaución se tiende a poner rojo, sobre todo si afecta a mucha población”. “Lo de quedarse en casa ―que pidió a los ciudadanos el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida― es una decisión externa a Aemet. No es de nuestra competencia decidir eso ni sugerirlo”, comenta. Y así es. La agencia lanza avisos meteorológicos y las alertas y medidas que hay que tomar las deciden las Protecciones Civiles autonómicas.

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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