El periplo de la princesa Leonor a bordo de ‘Elcano’: siete países de Iberoamérica y un final en Nueva York
La heredera al trono se embarcará el 11 de enero en Cádiz y volverá a España en junio de 2025 para completar su formación en la Armada a bordo de una fragata durante un mes
Quedan 74 días para que el buque insignia de la Armada española, Juan Sebastián Elcano, ice sus velas y salga de la bahía de Cádiz para emprender un nuevo periplo por el mundo. Este 97º crucero de Elcano, además, será muy especial, ya que en la tripulación irá la guardiamarina de primero Leonor de Borbón Ortiz, que visitará siete países de Iberoamérica (Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia y República Dominicana) y finalizará en Nueva York (Estados Unidos) para después embarcarse durante un mes en una fragata de la Armada española. La princesa de Asturias volverá a unirse a sus compañeros de Elcano en Gijón y finalmente atracará en Marín el 14 de julio, previo paso por Ferrol, para celebrar el 16 el día del Carmen, patrona de la gente del mar.
Así lo han anunciado este jueves el almirante jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Antonio Piñeiro, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, en un acto en el Museo Naval de Madrid. “Los océanos unen más que separan a los distintos pueblos y culturas”, ha dicho Piñeiro en la presentación a la que han asistido algunos de los embajadores de los países en los que calará el buque. “Cuando vean la bandera española en el buque saben que estamos orgullosos de los vínculos con cada uno de vuestros países”, le ha dicho Robles a los representantes de los países en los que calará la princesa. “Este año va a ser muy especial”, ha continuado Robles.
Después de cuatro meses en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra) como parte de su formación castrense ―el verano pasado concluyó su formación con el Ejército de Tierra en Zaragoza y en 2025 empezará con el del Aire en San Javier (Murcia)—, la princesa se embarcará en Elcano, un velero bergantín goleta, durante cinco meses y hará las paradas que el Ministerio de Exteriores, junto a La Zarzuela y Defensa, han estipulado meticulosamente, ya que cada parada será una visita oficial —en el momento en el que la guardiamarina Borbón ponga un pie en tierra volverá a ser tratada como alteza real—. Tras cinco meses embarcada en esta “embajada flotante”, como lo ha calificado el AJEMA, y que tiene una dotación de 197 personas, Leonor volverá a España para pasar su sexto mes en la mar, esta vez en una fragata de la Armada.
“El crucero a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano [cuyo comandante es el capitán de navío Luis Carreras-Presas do Campo] permitirá a la princesa de Asturias, junto a unos 80 compañeros de promoción, vivir un contacto directo con la mar, escenario clave en el que los guardiamarinas desarrollarán sus principales funciones profesionales”, remarca la Armada en un comunicado. “Será un crucero muy atractivo”, ha dicho Carreras-Presas do Campo, quien ha exaltado el carácter de “embajada” del buque porque “visibiliza las relaciones de España con los países que visita”.
El buque sirve de escuela en la mar de los guardiamarinas desde 1928, cuando el tatarabuelo de Leonor Alfonso XIII navegó desde Cádiz hasta Málaga. Su abuelo el rey emérito, Juan Carlos I, también se embarcó en 1958 como guardiamarina. Y su padre, el rey Felipe VI, también fue uno de sus ilustres marineros que en 1987 visitó Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Río de Janeiro (Brasil), Buenos Aires (Argentina), Montevideo (Uruguay), Salvador de Bahía (Brasil) y Santo Domingo (República Dominicana) para terminar en Baltimore (Estados Unidos).
“El barco es depositario de prácticas seculares, que ayudan a formar y a curtir a las personas: la navegación a vela, el léxico marinero, los buenos momentos en la mar, o los malos, en permanente pelea con un elemento tantas veces hostil, la estrecha convivencia, la incomodidad, la monotonía de las largas travesías, el compañerismo, el conocimiento de diversos países y gentes, o el de uno mismo”, se lee en la página web de Defensa. Las guardias a bordo son de 24 horas de manera rotatoria y durante el día se acude a diferentes clases (incluido inglés, observatorio de estrellas y, de manera voluntaria, misa). “La mar les enseñará a ser humildes y a forjar su carácter”, ha anunciado Piñeiro.
El buque no dispone de misiles, ni de torpedos, ni de ningún sistema de armas para el combate. Pero sí cuenta, como cualquier otro buque de guerra, de armamento ligero para la defensa propia de la unidad, con el fin de mantener una capacidad adecuada para afrontar una amenaza imprevista que pueda surgir en la mar o en un puerto extranjero. En estos casi cien años de vida, el buque-escuela ha recorrido más de 1.850.000 millas náuticas en todos los mares y océanos del mundo y navegado más de 15.300 singladuras. Es decir, días en la mar. Elcano lleva en su historia la entrada en 205 puertos de 73 países diferentes.
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