Sánchez y Clavijo acercan posturas y presionan juntos al PP sobre el reparto de menores

La reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo (Coalición Canaria), fue mucho mejor de lo esperado incluso por La Moncloa. Fuentes del Ejecutivo y de la presidencia de Canarias coinciden en que el encuentro se desarrolló en muy buen tono y en que ambos acercaron posiciones después de semanas de tensión en las que Clavijo cargó contra el Gobierno y se acercó a Alberto Núñez Feijóo, con quien firmó un acuerdo para presionar a La Moncloa. Pero la ruptura de las negociaciones para el reparto por toda España de los más de 5.000 menores inmigrantes que se acumulan en Canarias, que el PP decidió el pasado sábado unilateralmente ―nadie avisó a Clavijo, que se enteró por la prensa, como los demás― ha cambiado la situación política y la reunión de este jueves ha terminado de girarla.

Durante toda la semana, el presidente canario ha permanecido en silencio a la espera de que su socio de Gobierno encontrara una solución con la dirección nacional del PP. Pero el debate parlamentario del miércoles, en el que Feijóo prácticamente no habló de inmigración a pesar de que el pleno temático era una solicitud suya, y la reunión en la que Sánchez ofreció resolver de forma inmediata la llegada de 50 millones de euros para que Canarias afronte la crisis migratoria y se abrió a entregar los casi 160 millones que pide Clavijo como compensación por la situación acumulada en 2022 y 2023, han girado por completo la situación.

Ahora Sánchez y Clavijo se han unido, al menos temporalmente, en un objetivo común: presionar al PP para que vuelva a la mesa de negociación y se pueda buscar un pacto para el reparto de los menores. En el entorno de Clavijo señalan que nadie en Canarias, tampoco el PP local, entiende la ruptura unilateral que decidió Feijóo el sábado y ven como “una excusa que no se sostiene” la idea de que lo hicieron porque el Gobierno español no pide ayuda a Europa. Clavijo se comprometió en la reunión con Sánchez —y después lo dijo públicamente— a llamar a Feijóo para intentar convencerlo de que vuelva a la mesa. El Gobierno espera que lo haga de forma inmediata y confía en que Clavijo lo consiga. A partir de ahí volvería la negociación.

El presidente del Ejecutivo, a cambio, mostró su disposición a resolver el problema y ofreció ayuda económica inmediata para el Ejecutivo canario y una reunión entre Clavijo y María Jesús Montero, ministra de Hacienda, para hablar de cantidades mayores. Esta negociación abre la puerta, además, a que Coalición Canaria se acerque al Gobierno y apoye los Presupuestos si finalmente se desbloquea la negociación con Junts y las Cuentas son una realidad.

Lo que no va a hacer Clavijo —lo dejó muy claro en su comparecencia en público y lo remata su entorno en privado— es romper el Gobierno de Canarias, que dirige en coalición con el PP. El líder de CC salva en todo momento la actuación del PP canario y apunta sus reproches a la calle Génova, una manera de salvar la estabilidad del Ejecutivo autonómico.

“No he podido hablar [con Feijóo], pero tendremos esa conversación. El vicepresidente del Gobierno de Canarias [del PP] está igual de comprometido que yo. El PP de Canarias ha actuado con lealtad. Ahora tenemos que hablar de la necesidad de recuperar el entendimiento”, aseguró el presidente canario. “No entendemos la ruptura de negociaciones del PP. No la compartimos. Los problemas se resuelven hablando. No entendemos ni justificamos que te levantes de una mesa de negociación y se lo hemos transmitido al PP nacional”, explicó. El ministro de Política Territorial y expresidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, fue claro también en La Moncloa: “La voluntad del Gobierno de España y el de Canarias es clara: que el PP regrese a la mesa de diálogo. Nosotros no nos hemos levantado ni lo vamos a hacer”

En paralelo, Génova sigue anclada en su posición de máximos y quieren sacar del cajón el pacto suscrito entre Feijóo y Clavijo, el 10 de septiembre, en el que se incluyeron las demandas de los populares para aceptar un cambio legislativo que imponga el reparto de menores llegados sobre todo a Canarias, Ceuta y Melilla, y que afecta a la reforma del artículo 35 de la ley de extranjería, que no prosperó en julio en el Congreso con el voto en contra del PP. En el acuerdo sellado entre el líder popular y el presidente canario se expresaban requisitos concretos para aceptar la distribución de menores entre comunidades, pero también demandas genéricas y que trascienden este asunto, como el despliegue español en los países de origen. La dirección del PP afirma en público que estas condiciones van de la mano con la reforma del artículo 35, y que cualquier pacto ha de incluir todos esos requisitos. Pero fuentes de la presidencia de Canarias aseguran que las negociaciones versan y se centran en cómo pergeñar el reparto obligatorio de los menores migrantes, restando importancia a las otras demandas, que quedarían para más adelante. Una posición que concuerda con la del PP canario, con quien cogobierna en el archipiélago.