El PP expulsa del partido al exvicealcalde de Valencia Alfonso Grau

El Comité de Derechos y Garantías del PP ha acordado, de acuerdo a sus Estatutos y a su reglamento, resolver el expediente informativo abierto al que fuera vicealcalde de Valencia con Rita Barberá, y expulsarle.

El PP toma esta decisión tras conocerse la sentencia que condena a cuatro años y medio de prisión a Grau por los delitos de malversación y cohecho en el marco de la pieza A del conocido como caso Taula. La Audiencia ha sentenciado esta semana al que fuera mano derecha de la alcaldesa Barberá por los delitos de malversación y cohecho en la campaña de 2007 y deberá pagar también una multa de cinco millones de euros.

Según han informado fuentes del PP, en 2016, cuando se conoce que hay unas actuaciones judiciales en las que Alfonso Grau estaba implicado, desde el partido se le abrió expediente informativo y se lo suspendió de militancia. Cuando se abrió juicio oral, el expediente informativo se transformó en disciplinario y ahora, con la sentencia dictada (no firme), el Comité, conforme a sus estatutos y su reglamento, ha resuelto el expediente e inicialmente ha procedido a su expulsión.

Contra esta resolución, Alfonso Grau puede recurrir en alzada ante el Comité Nacional de Derechos y Garantías, alegando lo que considere oportuno.

La Sección Segunda de la Audiencia considera al número dos de la alcaldesa Rita Barberá, que gobernó Valencia entre 1991 y 2015, como autor de los delitos continuados de malversación y cohecho pasivo cometidos con motivo de la financiación de la campaña electoral del PP para los comicios municipales de 2007. Para ambos delitos, la Sala aprecia la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas. Grau, de 83 años, deberá indemnizar al Ayuntamiento de Valencia con 388.150 euros, según la sentencia dada a conocer por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ).

El exvicealcalde ya fue condenado en 2019 por la Audiencia de Valencia a cuatro años de cárcel por aceptar dos relojes de lujo, valorados en 25.000 euros, que le regaló un empresario al que se le habían adjudicado varios contratos municipales.