El desenlace trágico de la desaparición del joven británico Jay Slater en Tenerife
Hallado un cadáver con documentación del chico de 19 años en la zona en la que desapareció el pasado 17 de junio
La Guardia Civil cierra la misteriosa desaparición en Tenerife de Jay Slater, un inglés de 19 años que llevaba un mes desaparecido en extrañas circunstancias. Los agentes del cuerpo armado pertenecientes al Grupo de Rescate de Intervención en Montaña (GREIM) localizaron este lunes el cuerpo sin vida del joven en la indómita zona de Masca, al oeste de la isla. El aprendiz de albañil, natural de Lancashire, se encontraba desaparecido desde hace 29 días, y falleció debido a una caída accidental en la escarpada e inaccesible área donde ha sido encontrado. El hallazgo pone final a casi un mes a la cobertura sobre el terreno de los medios británicos y a incesantes especulaciones y conspiraciones que han manado en las redes sociales.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Icod de los Vinos ha confirmado su identidad, igual que la Guadia Civil, que usó para ello un procedimiento de identificación y cotejo lofoscópico (que estudia los relieves o dibujos papilares que se localizan en los dedos, palmas de las manos y plantas de los pies). La autopsia al cadáver permite afirmar que la muerte se debió a un politraumatismo compatible con una caída accidental en zona rocosa.
Jay Slater había viajado a la isla para asistir al festival tecno New Rave Generation (NRG), que se celebró en el Centro Hípico y de Ocio Xanadú, en el municipio de Arona (sur de la isla), del 14 al 16 de junio. El domingo por la tarde, tras dos días de festival, acudió a la discoteca Papagayo, en Playa de las Américas, un complejo centrado en el ocio nocturno, predilecto por el joven turismo británico. Según explicó su amiga Lucy Mae Law en el texto de la campaña de GoFundme que puso en marcha tres días después de la desaparición y que lleva recaudadas 56.632 libras (67.375 euros), abandonó Playa de las Américas con otros dos hombres. Con ellos emprendió un viaje de más de 40 kilómetros por la escarpada costa oeste de Tenerife.
El lunes 17 de junio a las 7.30 horas, Slater publicó su última foto en Snapchat. En ella se observa su mano derecha sosteniendo un cigarrillo y un mechero, con la ubicación Parque Rural de Teno, en el municipio de Buenavista del Norte. Según las investigaciones, el joven había decidido pasar un par de horas en la Casa Abuela Tina, un pequeño establecimiento rural a 44 kilómetros del festival. 20 minutos después, Slater fue visto en el bar del pueblo por la dueña, quien le informó sobre los horarios de las guaguas. Había perdido la primera, y el joven no quiso esperar las dos horas que quedaban y echó a andar. A las 8.30, llamó a Law, una de las dos personas con las que había viajado a Tenerife y que estaba alojada en Los Cristianos. “Me desperté con una llamada de Jay a las 8.30 de la mañana diciendo que estaba perdido en las montañas, no era consciente de su entorno, necesitaba desesperadamente una bebida y su teléfono estaba al 1%”, relató. Esa llamada “frenética”, según su definición, fue lo último que supo de él. La conexión se cortó en algún punto del Parque Natural de Teno, a 46 kilómetros de donde dormía.
Se puso entonces una búsqueda masiva para encontrar al aprendiz de albañil. La Guardia Civil realizó una búsqueda intensiva durante 13 días en la zona de Masca, utilizando perros, drones y helicópteros, sin encontrar rastro alguno. De forma paralela a las labores de búsqueda comenzaron a sucederse todo tipo de teorías conspirativas en redes sociales. La primera de ellas, un posible ajuste de cuentas por un Rolex valorado en 14.000 euros que el joven pudo haber robado a un ciudadano del este, lo que pudo generar represalias. También se lanzó la teoría de un secuestro que respondía a deudas impagadas. Las acusaciones apuntaron a una de las dos personas que alojaron a Slater el domingo por la tarde: Ayub Qassim, un ciudadano británico de 31 años conocido también como Johnny Vegas que estuvo en la cárcel nueve años por ser el cerebro detrás de una operación de narcotráfico en Gales, se limitó a decir que Slater llegó a su “alojamiento con vida y salió de él con vida”.
La situación llegó hasta tal punto que el domingo, el portavoz de una asociación que ayuda a la familia emitió un comunicado asegurando que “la gente está perdiendo de vista que se trata del hijo de alguien, del ser querido de alguien, y que está desaparecido”. “Somos conscientes de las teorías conspirativas y las especulaciones en las redes sociales y en algunos sitios web, y solo podemos calificarlas de viles”, llegó a declarar la propia madre de Slater, Debbie Duncan. “Los comentarios negativos son extremadamente angustiosos para nuestra familia”.
Estas teorías empujaron a decenas de voluntarios a tratar de remedar la tarea de la Guardia Civil. Uno de ellos fue Christopher Pennington, un exmilitar británico afincado en la isla y reconvertido en promotor inmobiliario, que lo dejó todo para centrarse en las pesquisas y a comunicar sus resultados en TikTok. Fue el propio Pennington quien aseguró haber encontrado unas gafas de sol que el cuerpo armado no consideró prueba concluyente. Eso no fue óbice para que se lanzase a alimentar las dudas con sus declaraciones en TikTok. “No han registrado bien esta zona. Se nota que las autoridades se han ceñido a los senderos porque han dado por sentado que Jay también lo hizo”. De la misma opinión era la holandesa Signi Zoekhonden, al frente de un equipo de cinco personas que, pagadas por la colecta en Gofundme, se embarcó el domingo hacia la isla. “Estamos muy comprometidos a venir y confiamos en los perros y en nosotros mismos”, aseguró a la BBC. Viaje en vano: al final, era cuestión de tiempo que la Guardia Civil encontrase a Slater este lunes tras casi un mes de “incesante y constante búsqueda” en una zona “inaccesible”.
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