Cae una banda extremadamente violenta especializada en asaltar a empresarios chinos
Una de las víctimas falleció días después de sufrir la agresión. A los seis detenidos se les atribuyen dos robos en España y se les relaciona con otros en Venezuela, de donde son originarios, y República Dominicana
Siempre actuaban con extremada violencia en sus asaltos a viviendas, propinando a sus moradores golpes desde el primer momento y amenazándoles a punta de pistola para que les dijeran dónde guardaban el dinero y los objetos de valor. Y siempre elegían como objetivo de estos robos a empresarios de nacionalidad china que residieran en chalés de lujo. La Guardia Civil detuvo el pasado 14 de mayo a los seis presuntos integrantes de una organización criminal, todos ellos de nacionalidad venezolana, a los que considera responsables de dos de estos asaltos, en Bétera (Valencia) y Alhaurín de la Torre (Málaga), en los que maltrataron con brutalidad a un total de cuatro personas, una de las cuales murió días después a causa de las lesiones sufridas y su delicado estado de salud, según ha informado este jueves el Instituto armado.
Los investigadores relacionan a los ahora arrestados con otros asaltos similares también a ciudadanos de origen chino con alto poder adquisitivo cometidos en su país de origen y en República Dominicana. Los seis, a los que se intervino una pistola que estaba lista para disparar y una escopeta, han ingresado en prisión provisional por orden del titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Lliria (Valencia).
#OperacionesGC | Desarticulado un grupo criminal especializado en #robos en viviendas con extrema violencia sobre sus moradores
— Guardia Civil (@guardiacivil) July 11, 2024
👉6 detenidos y 7 registros practicados en #Madrid, #Málaga y #Almería
👉Intervenidas armas de fuego real, y herramientas e instrumentos… pic.twitter.com/DeASG6wdkU
La bautizada como Operación Brigantes se inició el 30 de diciembre del año pasado, cuando un empresario de nacionalidad china denunció que había sido asaltado en su vivienda en Bétera. Según detalló, unos encapuchados habían logrado entrar en la finca donde estaba la vivienda sin ser detectados y le asaltaron cuando se encontraba en la cocina. Los ladrones inmovilizaron de pies y manos con bridas a las tres personas que estaban en ese momento en la vivienda, a las que también amordazaron, y les golpearon reiteradamente hasta que finalmente abandonaban el domicilio llevándose dinero en metálico, joyas, dispositivos electrónicos y otros objetos de valor, como bolsos de marcas de lujo.
“Los asaltos no duraban más de 15 minutos y solo se llevaban aquello que podían transportar fácilmente”, detallan fuentes cercanas a la investigación. Los ladrones no volvieron a actuar hasta casi tres meses después, el 20 de marzo, y a más de 600 kilómetros de distancia, en la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre. Entonces, esperaron para entrar en la vivienda de otro empresario originario del país asiático a que solo hubiera dentro una mujer, con la que volvieron a emplearse con violencia.
La investigación, en la que han participado agentes del Equipo Territorial de Policía Judicial de Lliria (Valencia) y de la Unidad Central Operativa (UCO), se centró en una huella dactilar localizada en la primera vivienda asaltada. Esto permitió identificar a uno de los presuntos integrantes del grupo, un individuo residente en Madrid que tenía antecedentes policiales por otros delitos. Los seguimientos y el control al que fue sometido permitió poner nombre al resto del grupo. Ninguno tenía trabajo conocido ni permiso de residencia, vivían repartidos en tres ciudades ―Madrid, Málaga y Almería― y evitaban relacionarse de modo habitual entre ellos para que no se les vinculase. “Sin embargo, unos 10 días antes de cometer a un asalto, se reunían para prepararlo”, detallan fuentes cercanas a las pesquisas.
En ese corto espacio de tiempo, los seis integrantes del grupo sometían a las víctimas a un estrecho seguimiento en las que utilizaban dispositivos de geolocalización colocados en sus vehículos. “Observaban cuáles era sus rutinas, si contaban con sistemas de seguridad en sus viviendas y, sobre todo, cuando se trasladaban a estas con cantidades de dinero importantes procedentes de sus negocios”, añaden las fuentes consultadas. Los investigadores están convencidos de que ese era el gran objetivo de los robos, conocedores de que muchos empresarios de esta nacionalidad manejan grandes cantidades de efectivo que mantienen fuera del circuito bancario. “Eran las víctimas ideales”, recalcan las mismas fuentes.
Una vez elegida la víctima, el grupo acudía en un vehículo robado y con matrículas falsas a las proximidades de los chalés y, tras forzar con material de cerrajería sofisticado las puertas que daban acceso a la finca, asaltaban a las víctimas. Los autores intentaban ocultar su identidad usando pasamontañas y guantes, aunque al final no fueron excesivamente cuidadosos. La Guardia Civil localizó la huella dactilar de uno de ellos en el primer chalé asaltado y, además, a este y a dos de sus compinches, una de las víctimas pudo verles el rostro e identificarnos sin género de dudas en su declaración ante la Guardia Civil.
En los siete registros realizados tras las detenciones, los agentes localizaron parte de las joyas que habían sustraído en el asalto a la vivienda del empresario de Alhaurín de la Torre, así como cerca de 10.000 euros en metálico. Del resto del botín, que no ha podido ser cuantificado, ni rastro. “Sospechamos que el dinero en metálico lo enviaban rápidamente a Venezuela”, apuntan las fuentes consultadas.
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