Condenado a 5.400 euros de multa y 18 meses sin carné el conductor de un camión que arrolló y mató a la ciclista Estela Domínguez
El juez confirma el “homicidio por imprudencia menos grave”, un delito leve, en una sentencia donde cabe recurso
El juzgado de instrucción 2 de Salamanca ha condenado a 5.400 euros de multa y 18 meses sin carnet de conducir al hombre que pilotaba el camión que atropelló mortalmente a la promesa del ciclismo Estela Domínguez en 2023. La joven, de 18 años, fue arrollada por el vehículo pesado en lo considerado judicialmente como “homicidio por imprudencia menos grave”, un delito leve, porque se ha entendido que el acusado no vio a la deportista, molestado por el sol, antes de golpearla. La sentencia puede recurrirse a la Audiencia Provincial de Salamanca. La familia de la fallecida se ha mostrado indignada durante todo el proceso por entender escasa la pena solicitada para el autor del atropello, para quien reclamaron en vano los delitos de omisión de socorro y abandono del lugar. El juicio, el pasado viernes, se celebró entre momentos de tensión con gritos como “¡Asesino!” o “¡Qué barato sale matar!”, a los que el acusado respondió encarándose con los familiares de la ciclista.
La resolución judicial impone el mayor de los castigos permitidos por la tipificación de delito de “homicidio por imprudencia menos grave”, categoría que la defensa de los allegados trató de elevar por entender que el hombre debía haber visto a Estela y reaccionado ante su presencia. La chica, estudiante universitaria en Salamanca y de origen vallisoletano, entrenaba en los alrededores del polígono industrial de Villares de la Reina el 10 de febrero de 2023 cuando, hacia las seis y media de la tarde, recibió el impacto mortal del camión pilotado por este individuo. El hombre alegó tanto en sus primeras declaraciones ante la Guardia Civil como en el desarrollo judicial que en ningún caso llegó a darse cuenta de la presencia de la joven, pues “el sol le daba de frente en los ojos”, según el atestado de la Guardia Civil. El acusado, que probaba un vehículo pesado tras una reparación en un taller, aseguró que notó “cómo algo caía al suelo y le pasaba por encima” y que “nunca pensó que era una bicicleta”. Él continuó conduciendo hasta devolver la máquina al taller, montar en una furgoneta y regresar al lugar de los hechos pensando que habría alguna pieza caída, si bien descubrió la presencia de la víctima.
La familia ha reivindicado el informe técnico de la Guardia Civil, donde se presentan más dudas sobre el relato del acusado. Según este estudio, el conductor tendría aquella tarde una visibilidad aproximada de 600 metros y “debería haber visto” a la víctima: él circulaba a unos 60 kilómetros por hora y ella a 33, según el dispositivo de geoposicionamiento que utilizaba. Además, pedaleaba por la derecha y con una luz parpadeante, como se recomienda por las carreteras. El informe destaca que este piloto luminoso elevaba “considerablemente” las opciones de verla, pues suele ser perceptible desde más de 300 metros. El acusado, pues, debería haberse percatado “con mucha antelación” y “haber moderado la velocidad” al aproximarse. Este insistió en que le daba el sol en la cara y que tenía el parabrisas sucio, de modo que conducía haciéndose visera con una mano. Las pruebas de alcoholemia o sustancias estupefacientes dieron negativo.
Estela Domínguez era hija de Juan Carlos Domínguez, ciclista profesional retirado, y de Yolanda García, quienes han clamado por el aumento de la pena contra el causante del deceso. Ambos creen que se omitió del deber de socorro y que se abandonó el lugar de los hechos, aunque luego el sospechoso regresara, si bien ni la Fiscalía ni el juez han aceptado ese requerimiento de aumentar el tipo del delito. La Audiencia Provincial, a quien se solicitó este cambio, rechazó la omisión de socorro porque, según los análisis posteriores, el acusado regresó “manifestando, muy nervioso, a los agentes de la Guardia Civil que ‘he sido yo’, ‘he sido yo’, además de haber efectuado, tras el impacto, una maniobra en zig zag y haber aminorado la velocidad, todo lo cual ha de interpretarse como datos de que se dio cuenta de lo sucedido”. La fiscal esgrimió los mismos motivos.
Juan Carlos Domínguez ha insistido ante los medios que probablemente el acusado estuviese distraído, pues al probar el camión podría haber estado manejando un dispositivo tecnológico, aunque este argumento no ha quedado judicialmente demostrado. “Se la llevó por delante y no paró”, reclamaba el hombre el viernes ante el juzgado salmantino. La sentencia permite el recurso ante la Audiencia Provincial de Salamanca, posibilidad legal presumiblemente ejercida por los agraviados, tal y como anticipó el padre: “Vamos a seguir peleando, Estela no hubiera querido que esto quedase así”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.