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Podemos busca su redención en el 9-J sin el lastre del “voto útil” y con el antibelicismo por bandera

La candidata Irene Montero ha sido el gran activo de una campaña en la que el partido se juega la viabilidad de su proyecto en el espacio a la izquierda del PSOE

Irene Montero, Ione Belarra e Isa Serra, esta semana en el acto central de Podemos en Barcelona.Foto: QUIQUE GARCÍA (EFE) | Vídeo: EPV
Diego Sánchez

La exclusión de Irene Montero de las listas para el 23-J y la posterior ruptura con Sumar en el Congreso han convertido las elecciones europeas del próximo domingo en una cuestión existencial para el futuro de Podemos. La naturaleza de los comicios del 9-J —de circunscripción única—, ha empujado al partido a apostar por una campaña muy ideológica que ha girado en torno al antibelicismo, el rechazo al regreso de las políticas de austeridad a Europa, y la reivindicación de Podemos como la única opción de izquierdas con una vocación genuinamente transformadora. Tras varias convocatorias electorales en clave nacional en las que el PSOE ha amasado el “voto útil” contra la derecha, Podemos apela en esta ocasión a la oportunidad de que sus votantes se “den el gusto de votar lo que piensan” en lugar de elegir al “mal menor”.

Podemos se juega su futuro en Europa, pero lo cierto es que la campaña ha girado en torno a dos lemas del pasado: el no a la guerra y el sí se puede. La oposición a la escalada bélica en Ucrania y en Oriente Próximo ha sido la nota dominante en la estrategia electoral, tratando de recuperar el espíritu transversal que logró aglutinar el apoyo de millones de personas a principios de siglo por la participación de España en la Guerra de Irak. La percepción de la sociedad española sobre la guerra en Ucrania difiere respecto a la de la invasión de Irak de 2003, pero Podemos ha utilizado la circunstancia para criticar al actual Ejecutivo y, sobre todo, a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, por sus posicionamientos en política exterior. Los morados les han responsabilizado de la “deriva belicista occidental” o acusado de ser “cómplices” del “estado genocida de Israel”. También han advertido de que existe un “consenso de la guerra” que va “desde la socialdemocracia hasta la ultraderecha” y que va a servir de “excusa” para devolver los recortes y las políticas de austeridad a Europa, o para “incorporar a la extrema al corazón de la toma de decisiones en Europa”.

En cada mitin de campaña, tanto Montero como el resto de candidatas han insistido en que la paz “es la tarea más urgente” en Europa y han advertido de que la postura de la UE respecto a la guerra en Ucrania refleja una “sumisión” a los intereses de Estados Unidos. Podemos también ha denunciado que España podría estar siendo un “país de tránsito” para barcos que transportan armas con destino a Israel, además de calificar de insuficiente el reconocimiento del Estado palestino por parte de España. Además, se ha pedido en reiteradas ocasiones que el Gobierno rompiese relaciones diplomáticas con Israel y se ha utilizado la crisis desatada con Argentina tras la visita de Javier Milei a Madrid para denunciar el “doble rasero” del Ejecutivo español, una crítica que también ha llegado desde Sumar.

En plena recta final de campaña, el partido ha incorporado un tercer lema para tratar de aprovechar la circunscripción única de estas elecciones para ganar esos votos que suelen desviarse hacia el PSOE en el llamado “voto útil”. Este miércoles, Podemos compartió un vídeo en X en el que se pide a los votantes que aprovechen el sistema electoral de las europeas para “darse el gusto” de “votar lo que piensen” en lugar de elegir “al mal menor”. En el mensaje también se repasa la trayectoria vital, académica y política de Irene Montero, ponderando el hecho de que “una cajera de supermercado llegue a ser ministra es la prueba de que la democracia, a veces, gana”.

En esta campaña, el partido ha organizado mítines y eventos por todo el país, aunque su cabeza de lista se ha centrado especialmente en Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco y Cataluña. Otros integrantes de la candidatura para el 9-J como Isa Serra, Mar Cambrollé, Serigne Mbayé, o Juan López de Uralde, también han gozado de un gran protagonismo, sin olvidar al fundador y antiguo líder de Podemos, Pablo Iglesias. El que fuera vicepresidente del Gobierno en la pasada legislatura ha regresado a la primera línea del partido para volcarse en la causa en varios mítines, protagonizando enérgicos discursos especialmente duros contra los medios de comunicación españoles, la “corrupción” del Poder Judicial o la monarquía.

Aunque los discursos Podemos se han centrado en cuestiones internacionales y se han dejado las cuestiones domésticas en segundo plano, la elección de Irene Montero como candidata convierte los comicios en un termómetro para el espacio a la izquierda del PSOE. Fuentes del partido explican que “no han planteado el éxito o el fracaso en estas elecciones en base al número de escaños obtenidos”, sino para “medir la posibilidad de volver a poner en pie a la izquierda que no se conforma y que está dispuesta a impulsar profundas transformaciones”.

Todo dependerá del resultado. Si Montero logra el escaño de eurodiputada —la última encuesta de 40dB les otorga entre 2 y 3 escaños—, Podemos comenzará un proceso de reorganización al ver refrendado su discurso sobre la necesidad de que exista una opción “combativa” y menos connivente con el PSOE. Por el contrario, no obtener representación complicaría la viabilidad del proyecto y abriría todo tipo de hipótesis sobre el futuro de la formación.

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Sobre la firma

Diego Sánchez
Redactor en la sección de Nacional. Graduado en Estudios Ingleses por la Universidad de Salamanca, su ciudad natal. Vivió en Irlanda, Francia, Reino Unido, Granada y Tenerife antes de trasladarse a Madrid para cursar el Máster UAM-EL PAÍS. Le interesan la política, la música, el deporte y la Educación.
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